El secretario del Tesoro de Estados Unidos dijo que el acuerdo con China acelerará la exportación de minerales

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U.S. Treasury Secretary Scott BessentU.S. Treasury Secretary Scott Bessent speaks to reporters at the U.S. Capitol as Republican lawmakers struggle to pass U.S. President Donald Trump’s sweeping spending and tax bill, on Capitol Hill in Washington, D.C., U.S., June 27, 2025. REUTERS/Elizabeth Frantz

El acuerdo comercial firmado entre Estados Unidos y China permitirá que empresas estadounidenses accedan con mayor facilidad a imanes y minerales de tierras raras provenientes de China, insumos esenciales para la fabricación de microchips y otros productos de alta tecnología, según declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, este viernes. El pacto se concretó después de que ambos gobiernos intensificaron sus medidas en el marco de la guerra comercial iniciada bajo la administración del presidente Donald Trump.

El secretario señaló que, como parte del entendimiento, se reducirán los aranceles y se reactivará el flujo de imanes de tierras raras hacia el mercado estadounidense, elementos que “forman el núcleo de gran parte de nuestra base industrial”. Howard Lutnick, secretario estadounidense de Comercio, confirmó en declaraciones a Bloomberg TV que la firma del acuerdo se realizó a principios de esta semana.

El contexto previo al acuerdo incluyó una escalada de tensiones comerciales marcada por la imposición de altos aranceles de importación a productos chinos por parte del gobierno de Estados Unidos y medidas de represalia por parte de China, en particular restringiendo el envío de minerales de tierras raras e imanes a empresas estadounidenses. Estas restricciones afectaron a sectores clave de la industria en Estados Unidos, ralentizando la cadena de suministro esencial para la producción tecnológica y manufacturera nacional.

Según el Ministerio de Comercio de China, ambas partes han confirmado los detalles principales del acuerdo marco. Esto implica que China aprobará las solicitudes de exportación de productos controlados a Estados Unidos siempre que cumplan las condiciones establecidas por la ley, mientras que el gobierno estadounidense levantará ciertas restricciones que había impuesto a China. La administración de Donald Trump había suspendido de forma previa algunas ventas de tecnología avanzada, como componentes para motores a reacción y semiconductores, agregando tensión adicional a las relaciones comerciales.

En cuanto al impacto comercial y productivo, la ley china introdujo requisitos de autorización para siete elementos de tierras raras, aplicables a todas las exportaciones, incluido el mercado estadounidense. El proceso de autorización tiene un plazo de 45 días, lo que generó pausas en los envíos y planteó el riesgo de interrumpir la producción de automóviles, robots, turbinas eólicas y otros bienes tecnológicos tanto en Estados Unidos como a nivel global. El acuerdo alcanzado no elimina totalmente este sistema de autorización, pero otorga a China la flexibilidad para ajustar el proceso según lo considere necesario. La directora del programa de China en el Stimson Center en Washington, Sun Yun, explicó que, aunque la política general se ha endurecido, el gobierno de Beijing conserva el margen para decidir cuándo otorgar los permisos de exportación.

El Ministro de Comercio chino,El Ministro de Comercio chino, Wang Wentao. REUTERS/Toby Melville

El acuerdo también abarca otros ámbitos sensibles en la relación bilateral. China anunció nuevas medidas para controlar la exportación de precursores químicos del fentanilo, añadiendo dos nuevas sustancias a la lista de las que estarán sujetas a regulaciones en producción y transporte. En paralelo, Estados Unidos mantiene aranceles específicos del 20% sobre algunas importaciones chinas vinculadas al fentanilo, así como gravámenes elevados, del 30%, sobre productos como el aluminio y el acero.

En el plano económico, ambos países presentan señales de tensión derivadas de las fricciones comerciales. La economía estadounidense registró una contracción anual del 0,5% entre enero y marzo, asociada en parte al aumento de importaciones previas al endurecimiento arancelario anunciado por la administración Trump. Por su parte, las fábricas chinas experimentaron una caída en sus beneficios de más del 9% durante mayo en comparación con el año anterior, mientras que entre enero y mayo el descenso acumulado superó el 1%.

De cara al futuro, el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, indicó que Estados Unidos contempla la posibilidad de alcanzar acuerdos similares con otros países. Entre los mercados identificados figura India, con la expectativa de continuar la agenda de negociaciones comerciales multilaterales para diversificar y asegurar el abastecimiento de insumos estratégicos.

(Con información de AP)

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