
El dictador de Corea del Norte, Kim Jong Un, instó a su ejército a prepararse “para una guerra real”, al supervisar un concurso de disparo de artillería realizado el miércoles, informó este jueves la agencia oficial KCNA, en una señal de endurecimiento militar tras el envío de tropas y armas norcoreanas en apoyo a la invasión rusa en Ucrania.
“Deben estar listos para una guerra real en cualquier momento y ser capaces de destruir al enemigo en cada batalla”, declaró Kim, según el despacho difundido por KCNA en inglés.
El mensaje fue pronunciado mientras el líder observaba las maniobras desde un puesto militar no especificado, acompañado por altos mandos del ejército.
La Televisión Central de Corea difundió imágenes del ejercicio, en las que se ve a unidades de artillería disparando proyectiles hacia el mar, bajo la mirada de Kim, que aparece utilizando binoculares desde una colina fortificada. El evento se encuadra en una serie de demostraciones de fuerza promovidas por el régimen desde inicios de año.

Las declaraciones del líder del régimen norcoreano se producen en medio de reportes de inteligencia de Corea del Sur y aliados occidentales, que señalan que Corea del Norte envió más de 10.000 soldados a la región rusa de Kursk para combatir junto a las fuerzas del Kremlin.
Las fuerzas norcoreanas también habrían entregado proyectiles de artillería, misiles y sistemas de cohetes de largo alcance, según las mismas fuentes.
El despliegue habría tenido un alto costo humano. De acuerdo con evaluaciones del gobierno surcoreano, al menos 600 soldados norcoreanos murieron en territorio ruso, y miles resultaron heridos. Ni Moscú ni Pyongyang han confirmado oficialmente estas cifras.
El envío de tropas y equipo militar a Rusia representa un giro en la postura exterior de Corea del Norte, cuyo régimen tradicionalmente mantenía una política de no intervención directa en conflictos fuera de su territorio. Sin embargo, los vínculos con Moscú se han fortalecido en los últimos meses.

En 2024, el presidente ruso Vladimir Putin realizó una rara visita a Pyongyang, durante la cual firmó con Kim Jong Un un acuerdo de cooperación militar que incluye una cláusula de defensa mutua, lo que representa un acercamiento sin precedentes en la relación bilateral entre dos países sujetos a sanciones internacionales por sus programas armamentísticos y sus políticas exteriores.
Corea del Norte ha utilizado estos ejercicios militares y su alianza con Rusia como formas de presionar a Washington y Seúl, en un contexto marcado por la reanudación de maniobras conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur y el fortalecimiento de alianzas regionales que Pyongyang considera hostiles.
En paralelo, los servicios de inteligencia de Corea del Sur advierten que el régimen norcoreano podría intensificar sus pruebas de misiles o realizar maniobras adicionales en los próximos meses, en respuesta tanto a las presiones externas como a los compromisos adquiridos con Moscú.
(Con información de AFP)