Rupit y Pruit. (Adobe Stock)Rupit y Pruit, un pequeño municipio situado en la comarca de Osona, ha sido reconocido como el pueblo más bonito del mundo en la edición de 2025 del programa Best Tourism Villages, impulsado por la Organización Mundial del Turismo (UNWTO, por sus siglas en inglés). Este galardón distingue a localidades que apuestan por un modelo turístico sostenible y que protegen su patrimonio, según ha informado la propia organización.
El jurado de la UNWTO ha valorado especialmente la capacidad de Rupit y Pruit para combinar su riqueza histórica y arquitectónica con un entorno natural de gran belleza. El municipio, enclavado entre Vic y Olot, en pleno Collsacabra y rodeado por la riera de Rupit, ofrece a los visitantes la posibilidad de disfrutar de frondosos bosques y caminos rurales, ideales para quienes buscan desconectar durante un fin de semana. A pesar de no figurar entre los destinos más conocidos de Cataluña, esta circunstancia lo convierte en una opción atractiva para quienes desean descubrir nuevos lugares y fomentar el turismo nacional.
Rupit y Pruit. (Adobe Stock)El núcleo urbano de este pueblo destaca por su marcado carácter medieval, visible en sus calles empedradas y en las casas rústicas que datan de los siglos XVI y XVII. Entre sus elementos más singulares se encuentran el puente colgante de madera y la iglesia barroca de Sant Miquel. El propio Ayuntamiento describe el entorno como un espacio privilegiado, donde abundan los bosques, las grutas, las tumbas prehistóricas y los saltos de agua, y donde se puede disfrutar del silencio y la tranquilidad que ofrece la naturaleza.
Desde 1977, Rupit y Pruit forman un único municipio que ha sabido mantenerse alejado de la masificación turística, apostando por un turismo responsable y sostenible. Además del reciente reconocimiento de la Organización Mundial del Turismo, el municipio ha recibido otros galardones de relevancia internacional y autonómica. Entre ellos, el premio al Pueblo con Encanto de Cataluña, otorgado por la Agencia Catalana de Turismo, el premio al cielo nocturno de calidad concedido por la Generalitat de Cataluña (ECNQ), y la distinción como Destino Biosphere.
Rupit y Pruit. (Adobe Stock)Rupit i Pruit reúne en muy poco espacio algunos de los rincones más pintorescos de Cataluña, lo que permite organizar la visita por categorías claras. Para empezar, su elemento más simbólico es el puente colgante de Rupit, construido en 1945 para cruzar la riera. Antes de adentrarte en las calles medievales, tendrás que atravesarlo y sentir cómo se balancea—siempre respetando la indicación de no más de diez personas al mismo tiempo—, una pequeña aventura previa al pueblo en sí.
La segunda gran categoría es el casco histórico, un entramado de calles empedradas y casonas de piedra de los siglos XVI al XVIII. Aquí merece la pena pasear sin rumbo, descubriendo fachadas con escudos antiguos, balcones de madera y rincones tan fotogénicos como la calle Fossar, la plaza Mayor o la antigua herrería. No puede faltar una visita a la iglesia de Sant Miquel, con su retablo barroco de Sant Esteve, una de las joyas del municipio.
Por último, Rupit es también un punto de partida perfecto para rutas de senderismo, desde la popular excursión al Salt del Sallent hasta paseos más tranquilos como la ermita de Santa Magdalena o la iglesia románica de Sant Joan de Fàbregues. Naturaleza y Edad Media, todo en un mismo pueblo.
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