El primer ganador de ‘The Biggest Loser’ reveló el lado oscuro de perder peso por dinero: “Nos explotaron”

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El documental de Netflix mostrará los límites físicos que algunos concursantes alcanzaron en el reality show. (Créditos: YouTube/Netflix)

Un nuevo documental de Netflix ha reabierto el debate en torno a uno de los reality shows más duros y polémicos de la televisión estadounidense: The Biggest Loser.

La producción, titulada Fit for TV: The Reality of the Biggest Loser, estrenada el 15 de agosto, ofrece una mirada íntima a lo que realmente significó para los concursantes someterse a un programa que prometía transformar vidas, pero que dejó profundas cicatrices físicas y psicológicas.

Durante más de una década, el formato enfrentó a personas con obesidad en una competencia extrema cuyo objetivo era perder la mayor cantidad de peso posible para ganar un premio de 250 mil dólares.

"The Biggest Loser" ofrece un"The Biggest Loser" ofrece un premio de 250 mil dólares a quien pierda más peso. (Captura de video)

Sin embargo, detrás de la aparente superación personal se escondían métodos cuestionables: dietas restrictivas de menos de mil calorías al día, rutinas de ejercicio extenuantes y presiones emocionales que muchos ahora califican de explotación.

Ryan Benson, ganador de la primera temporada en 2004, es una de las voces más críticas en el documental. Durante el programa perdió 126 libras (57.15 kilos), un logro que le otorgó reconocimiento inmediato. No obstante, lo que parecía una victoria se convirtió pronto en un calvario.

Perdí el enfoque en estar sano. Todo se convirtió en ganar”, confesó Benson en una entrevista con la revista People.

El exconcursante recuerda cómo, en los días previos a la gran final, llegó a privarse casi por completo de agua para reducir aún más su peso en la báscula. “Los médicos me dijeron que tenía sangre en la orina por la deshidratación”, relató.

Ryan Benson aseguró que llevóRyan Benson aseguró que llevó su cuerpo al limite cuando participó en "The Biggest Loser". (Captura de video)

El efecto rebote no tardó en llegar. Apenas cinco días después de la final, recuperó más de 30 libras (15 kilos) solo al rehidratarse. Con el tiempo, su peso superó en 350 libras (más de 158 kilos) al que tenía antes de entrar al programa.

“Nos explotaron. No sé qué esperaban, pero hubo momentos en los que sentí que querían que fracasáramos”, aseguró.

Más allá del impacto físico, el golpe emocional fue devastador. Ryan Benson reconoce que el fracaso público tras recuperar peso intensificó los problemas de autoestima que ya arrastraba.

“Cualquiera que lucha con su peso carga con problemas, pero enfrentarlo de forma tan pública lo magnifica. Te sientes culpable de no haber mantenido lo que lograste frente a millones de personas, incluso 20 años después”, confesó.

Ryan Benson admito sentirse culpableRyan Benson admito sentirse culpable por no mantener el peso al que llegó en "The Biggest Loser". (Captura de video)

Hoy, a sus 56 años, el exconcursante busca una vida más equilibrada. Padre de tres hijos, asegura que su objetivo ya no es el número en la báscula, sino una relación más sana con su cuerpo.

“Ahora intento hacerlo de manera saludable, con apoyo emocional y rutinas realistas”, explicó.

La producción y los entrenadores, entre ellos el carismático pero polémico Bob Harper, defendieron en su momento el enfoque agresivo como un recurso televisivo.

“Todos sabemos que la dieta es lo más importante para perder peso, pero eso es aburrido en televisión. Lo que no es aburrido es vernos en el gimnasio gritando. Eso inspira. Eso es buen entretenimiento”, admitió Harper en el documental.

Bob Harper defendió la posturaBob Harper defendió la postura del programa para atraer al público. (Captura de video)

Sin embargo, varios testimonios revelan que los concursantes llegaban a consumir apenas 800 calorías diarias, mientras quemaban hasta seis mil calorías en el gimnasio.

En lugar de promover hábitos sostenibles, el show se convirtió en una carrera contrarreloj por ofrecer imágenes espectaculares al público, con el riesgo permanente de colapsos físicos y daños irreversibles.

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