El Peronismo residual no tiene la menor idea de sus orígenes

hace 3 horas 45
Braden o PerónBraden o Perón

“Por razones políticas, ideológicas, geográficas y estratégicas, nosotros no podemos entrar a favor del comunismo. De modo que, descartado eso, ya determinamos en dónde está nuestro centro de gravedad en la acción: en el frente occidental. Lo que se avecina será una lucha entre el frente occidental y el oriental. Como nosotros estamos en uno de ellos, tenemos determinado allí el gran espacio donde vamos a actuar”. (Juan Domingo Perón, Conducción Política, 1951)

¿Estas ideas geopolíticas de Perón aparecieron de repente en 1951 frente al conflicto de Corea o estaban presentes desde 1943 y todos se hicieron los distraídos, incluso el Coronel?

Negro sobre blanco

En enero de 1943 el agregado cultural de los Estados Unidos promovió el primer acto político de la Unión Democrática. Se realizó en Córdoba. Fue en enero inmediatamente después de la muerte del general Justo, número puesto para las elecciones de 1944. En la oportunidad, Griffith, así se apellidaba, dijo en la capital mediterránea, frente a militantes del comunismo, la UCR y la Democracia Progresista, que los EE.UU. contribuirían a la consolidación de la Unión Democrática para llegar a una unidad entre todas ellas para embarazar la acción del presidente Castillo. ¿Cuál era la acción del Presidente Castillo? Se supo al mes siguiente, en febrero precisamente, proclamar la candidatura de Patrón Costa. ¡Que notable EE.UU. poniéndose al frente de una fórmula progre para embarazar una candidatura conservadora! Una extraordinaria lección que los nacionalistas y la izquierda jamás entendieron.

Los Demócratas y el gobierno argentino

Griffith era un Demócrata de extrema izquierda identificado por aquellos años con el vicepresidente Wallace (1941/45) quien para las elecciones de 1948 creó el partido Progresista con el apoyo del partido Comunista norteamericano. El embajador norteamericano en la argentina Spruille Braden estaba en la misma lógica política. Para que el lector interprete claramente el pensamiento de esta gente veamos lo que decía Wallace cuando EE.UU. (su país) en 1947 inició la Guerra Fría: “Hoy la democracia es una ambición universal. El gobierno soviético no se enorgullece ya de constituir una dictadura del proletariado y su comunismo es una forma más elevada de democracia. El gobierno soviético basa su aspiración a ser considerado democrático en la completa igualdad que existe en Rusia entre las minorías y los sexos en la igualdad de derechos y oportunidades en el orden económico y social de que gozan todos los ciudadanos soviéticos” (Revista del Colegio Libre de Estudios Superiores. S. Bagú. Mayo 1948)

Bueno, este sector no consideraba al comunismo un problema, por el contrario, el problema para ellos era el nazismo, al que habían derrotado, pero se les antojaba que estaba vivo en la Argentina. La cara brutal del nazismo criollo era el entonces coronel Juan Perón. Partícipe de los movimientos que produjeron el golpe de 1943.

Razones del golpe

El Presidente Castillo había señalado a Patrón Costa como su heredero. Claro, para ganar se hacía inevitable el fraude, por aquellos años tan generalizado. El Ejército sin Justo no estaba con ánimos de seguir tolerando las trampas. De modo que si impedía el fraude, ganaba la izquierda, la Unión Democrática. El nudo se cortó con un espadazo y vino el golpe. El único que lamentó el cuartelazo fue el Partido Comunista.

Durante los dos años de gobierno militar el acoso norteamericano fue feroz. En realidad el acoso de la izquierda demócrata al Ejército Argentino, conceptuado como el huevo de la serpiente. El ataque continuó, luego, contra Perón quien aprovechó la bolada al leer el conflicto en ritmo antiimperialista, enfrentando a Braden en esos términos. Y todos, absolutamente todos, los futuros peronistas repitieron como loros barranqueros el brulote.

Fue incorrectamente leído el conflicto por la enorme influencia que el nacionalismo había adquirido a lo largo de la década de 1930. Había hecho suya la idea de Lenín manifestada en su libro de 1916 “El Imperialismo etapa superior del capitalismo” Raúl Scalabrini Ortiz, puntal del revisionismo radical nacionalista, copió sin citar un párrafo entero del libro de Lenín, sin inmutarse. También la CEPAL influyó mucho, puesto que hablaba de naciones centrales ricas y naciones periféricas pobres que por acción de las primeras vivían en el atraso. Era el clima de época.

Mientras tanto la izquierda en la Argentina

La izquierda argentina representada por la Unión Democrática (P. Comunista, P. Socialista, D. Progresista y Radicales) entendió correctamente el problema: ellos eran la izquierda y Perón el nazi-fascismo, aquí corresponde una aclaración, no hay nazismo ni fascismo en Perón, pero por las circunstancias y por sus adversarios ocupó el espacio de la derecha, institucional y democrática, antítesis del nazismo.

Confusión mediante, la izquierda argentina se unió a la izquierda norteamericana, que eran gobierno, para impedir el triunfo del Coronel. Para ellos continuaba el conflicto ideológico-político de la segunda guerra. En 1946 la Unión Soviética y EE.UU. eran aún aliados. Perón aprovechó la bolada y transformó el conflicto en un tema de soberanía. Braden o Perón, tan acomodada a la cultura de aquellos años.

La Argentina de hoy

Los errores conceptuales del progresismo argentino le caben de igual forma a los sectores liberales que acompañan al gobierno actual. Alardean y proclaman a viva voz su condición de derecha y sin embargo anatematizan en los peores términos al gobierno de Perón. No vale la pena citarlos porque su mirada intelectual es muy corta. Y hoy no son el problema. La dificultad es otra.

Decía Sarmiento que los asnos cocean y rebuznan, burlándose de sus oponentes. Y vaya si tenía razón. Lo han hecho toda la vida y lo siguen haciendo. El candidato del kirchnerismo en la Provincia de Buenos Aires es un fiel representante de los equus asinus. Ochenta años después rebuzna y cocea como los del 46 y repite la fórmula Patria o Colonia. Antiimperialismo al palo. Vuelve a ocurrir lo mismo en otras circunstancias, con otros hombres y distintos partidos. La derecha norteamericana representada claramente por Trump ha puesto todo y más para sostener a una derecha argentina que no está claramente representada por Milei, dado sus errores conceptuales, sus actitudes políticas y su absoluto desconocimiento de la historia argentina. Resulta que Milei ha llegado al mismo punto que Perón y no lo sabe. En vez de mirar para adentro, a Roca, Justo o Perón habla de figuras desconocidas de nombres impronunciables. A no desmayar, lamentablemente es lo que hay frente al progresismo.

Leer artículo completo