
El incendio Madre, iniciado el miércoles 2 de julio por la tarde en una zona remota del condado de San Luis Obispo, se ha expandido velozmente hasta abarcar más de 14.160 hectáreas, consolidándose como el mayor incendio forestal registrado en California durante 2025.
Las autoridades han emitido órdenes de evacuación, cerrado tramos de la carretera estatal 166 y movilizado significativos recursos para contener el avance de las llamas. El fuego, no obstante, permanece con solo 5% de contención.
El siniestro surgió en la región montañosa del Bosque Nacional Los Padres, situada entre la Costa Central y el Central Valley. El Departamento de Transporte estatal confirmó el cierre de una sección de la State Route 166, una vía clave que conecta la zona costera con el sur del Valle de San Joaquín. Cerca de 190 residentes debieron evacuar sus hogares y se mantienen alertas en localidades cercanas al área afectada.
“El fuego ha experimentado un crecimiento exponencial en menos de 24 horas debido a las condiciones actuales de clima, terreno y vegetación”, señaló el Servicio Forestal de los Estados Unidos.

Por su parte, la oficina del gobernador Gavin Newsom afirmó que el estado trabaja “en comando unificado con socios federales y locales para proteger vidas, propiedades y comunidades”. El operativo desplegado abarca aeronaves, topadoras y equipos de bomberos de Cal Fire así como de entidades federales y municipales.
Hasta ahora no se registran daños en infraestructuras, pero el incendio amenaza unas 50 propiedades rurales, según datos de Cal Fire. Tampoco se reportan heridos y la causa del fuego sigue bajo investigación. Colaboran con las brigadas la Oficina del Sheriff de San Luis Obispo y la Bureau of Land Management, sumando recursos para enfrentar la emergencia, de acuerdo con NBC News.
El humo generado por el incendio ha afectado especialmente a los condados de Santa Bárbara y Ventura, donde el Servicio Meteorológico Nacional mantiene una vigilancia de la calidad del aire.

Imágenes satelitales difundidas a última hora del miércoles mostraban la nube de humo desplazándose hacia Santa Bárbara. Videos difundidos por el Servicio Forestal exhiben montañas envueltas en llamas bajo un cielo cubierto de humo.
Las autoridades meteorológicas advierten que el riesgo de incendios será alto durante el verano en California. “Se anticipa un calor excepcional que podría dar lugar a incendios más grandes de lo habitual”, advierte el pronóstico regional.
El estado aún se recupera de los devastadores focos de enero en Los Ángeles, cuando los incendios Palisades y Eaton dejaron 30 muertos, arrasaron con más de 9.590 hectáreas y 5.677 hectáreas respectivamente, destruyeron más de 12.000 estructuras y forzaron la evacuación de unas 200.000 personas.

Este verano, los recortes presupuestarios aplicados a agencias federales dedicadas a la prevención y gestión de incendios dificultan la tarea de los equipos locales y estatales, según reporta The New York Times en un análisis publicado este jueves.
Mientras los bomberos tratan de frenar el avance hacia zonas pobladas y áreas protegidas como el Monumento Nacional Carrizo Plain, otras decenas de incendios de menor magnitud permanecen activos en el estado. Por ejemplo, en el sur, el Wolf Fire ha quemado más de 955 hectáreas desde el 29 de junio en el condado de Riverside. Esa emergencia está contenida en un 55%.
El avance del Madre Fire vuelve a exponer la complejidad de los desafíos que enfrenta California frente a incendios cada vez más intensos, producto de condiciones climáticas extremas y menos recursos públicos para responder a emergencias y recuperar áreas afectadas. “La prioridad sigue siendo proteger la vida y las comunidades aledañas mientras se lucha por frenar el avance del fuego”, indicó Cal Fire en su más reciente comunicado.