La cumbre anual del G20, celebrada en Johannesburgo, adoptó una declaración conjunta que aborda dos de los desafíos más urgentes de la agenda internacional: la protección de la cadena de suministro de minerales críticos y el llamado a una paz justa, integral y duradera en los principales conflictos armados del mundo.
El documento, aprobado este sábado bajo la presidencia sudafricana, refleja el compromiso de las principales economías globales con el multilateralismo y la cooperación en un escenario internacional marcado por tensiones geopolíticas y crisis humanitarias.
En la declaración, los líderes del G20 manifestaron su determinación de trabajar “por una paz justa, integral y duradera en Sudán, la República Democrática del Congo, los Territorios Palestinos Ocupados y Ucrania”, guiados por los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
El texto identifica estos cuatro escenarios como los conflictos más graves del momento y reafirma la centralidad del derecho internacional y la resolución pacífica de disputas como ejes de la acción colectiva del grupo.
El compromiso con la paz se articula en torno a la necesidad de evitar el uso de la fuerza y de promover soluciones negociadas, en línea con los valores fundacionales de la ONU. La declaración subraya que la Carta de las Naciones Unidas “sigue siendo el punto de orientación central para analizar y abordar las disputas, evitar el uso de la fuerza y comprometernos con la resolución pacífica de los conflictos”, según explicó el portavoz de la presidencia sudafricana.
En paralelo, el G20 acordó reforzar la protección de la cadena de suministro global de minerales críticos, esenciales para la economía mundial y la transición energética. El texto advierte sobre los riesgos derivados de “tensiones geopolíticas” y “medidas comerciales unilaterales” que podrían afectar la disponibilidad de estos recursos estratégicos.
Los líderes señalaron que buscan garantizar que la cadena de valor de los minerales críticos pueda resistir mejor las interrupciones, ya sean causadas por conflictos políticos, restricciones comerciales contrarias a las normas de la Organización Mundial del Comercio, pandemias o desastres naturales.
La preocupación por la dependencia de China en este sector y la necesidad de diversificar las fuentes de suministro han sido temas recurrentes en las discusiones del foro.
El proceso de adopción de la declaración estuvo marcado por el trabajo previo de los equipos ministeriales y los representantes de los Estados miembros, quienes lograron cerrar el documento final en la víspera de la cumbre.
Según el portavoz presidencial sudafricano, Vincent Magwenya, la decisión de aprobar la declaración como primer punto del día respondió a la voluntad de asegurar el consenso y avanzar en el resto de la agenda con una base común.
Magwenya destacó que el texto fue adoptado por la unanimidad de todos los países presentes, lo que, en sus palabras, “demuestra el compromiso que los miembros del G20 tienen con el multilateralismo como principio para la colaboración y la cooperación”.
La cumbre está marcada por la ausencia de varios líderes clave. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, boicoteó el encuentro, alegando preocupaciones sobre la situación de los afrikáners (sudafricanos blancos descendientes de colonos neerlandeses) en Sudáfrica, una acusación rechazada por Pretoria.
Finalmente, la representación estadounidense se limitó a la presencia del encargado de negocios de la embajada en la ceremonia de traspaso de la presidencia rotatoria del G20, que Estados Unidos asumirá a partir del 1 de diciembre.
Tampoco asistieron el presidente de China, Xi Jinping; el mandatario de Argentina, Javier Milei; el presidente de Rusia, Vladimir Putin; ni la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
A pesar de estas ausencias, la declaración fue adoptada por una abrumadora mayoría de los Estados miembros y contó con la participación de unos 40 líderes, incluidos los de países invitados como España.
hace 2 horas
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