
El ataque ocurrido el 17 de abril en la Universidad Estatal de Florida (FSU), que dejó dos muertos y al menos seis personas heridas, ha revelado un historial preocupante del sospechoso, Phoenix Ikner. Estudiante universitario e hijo de una agente del sheriff del condado de Leon, Ikner habría defendido teorías conspirativas, promovido ideas de supremacía blanca y mostrado comportamientos alarmantes durante sus estudios previos en Tallahassee Community College.
De acuerdo con testimonios recogidos, Ikner fue una figura controvertida en ambientes académicos. Compañeros de clase lo describieron como un estudiante abiertamente hostil, con posturas extremistas que incluían la negación de la legitimidad del presidente Joe Biden, comentarios racistas y referencias despectivas hacia figuras históricas afroamericanas.
Las autoridades indicaron que Ikner utilizó un arma registrada a nombre de su madre para llevar a cabo el ataque. La investigación sigue abierta, mientras la comunidad universitaria en Tallahassee trata de comprender cómo una persona con antecedentes ideológicos tan marcados pudo haber tenido acceso legal a un arma de fuego.
Phoenix Ikner era estudiante de política en la FSU y anteriormente cursó estudios en Tallahassee Community College. Fue identificado como el autor del tiroteo ocurrido en el campus universitario, cerca del sindicato de estudiantes, alrededor de las 11:50 a.m., según informó el jefe de policía del campus, Jason Trumbower. La policía respondió rápidamente, hirió al atacante y lo trasladó a un hospital local, donde permanece bajo custodia.
El sheriff del condado de Leon, Walter A. McNeil, confirmó que Ikner es hijo de una agente de esa oficina con 18 años de servicio. Ikner había sido parte del Consejo Asesor Juvenil del Departamento del Sheriff durante su adolescencia, una instancia comunitaria pensada para estrechar la relación entre la juventud local y la policía.
Según McNeil, Ikner participó en múltiples programas de capacitación de la oficina del sheriff. “Ha estado muy involucrado en la Oficina del Sheriff del Condado de Leon”, declaró.

Diversos testimonios recogidos por medios estadounidenses afirman que Ikner promovía ideas vinculadas con teorías conspirativas de extrema derecha. Lucas Luzietti, estudiante que compartió clase con él en Tallahassee Community College, relató a USA Today que discutieron en repetidas ocasiones debido a los comentarios racistas y conspirativos de Ikner en un curso sobre política federal.
Entre las afirmaciones más controversiales de Ikner se incluían expresiones como que “Rosa Parks estaba equivocada” y que la población negra “arruinaba su vecindario”. También sostenía que la elección del presidente Biden fue ilegítima.
“Recuerdo que pensé que este hombre no debería tener acceso a armas”, dijo Luzietti. “Pero su madre era policía y Florida no tiene leyes de bandera roja muy estrictas”, agregó. Las leyes de bandera roja permiten que un tribunal prohíba temporalmente el acceso a armas de una persona considerada peligrosa.
Las autoridades confirmaron que el arma usada por Ikner pertenecía a su madre, una oficial activa del sheriff del condado de Leon. De acuerdo con AP News, se trata de una pistola de servicio que había quedado en propiedad de la agente luego de una actualización del armamento oficial.
El sheriff McNeil aclaró que la madre del sospechoso es una empleada ejemplar, con una trayectoria de más de 18 años. No obstante, señaló que la familia tenía acceso a armas de fuego por su vínculo con el departamento. “Lamentablemente, su hijo tuvo acceso a una de sus armas”, dijo McNeil en una rueda de prensa.
Hasta el momento, no se ha informado si la agente será objeto de investigación interna por presunta negligencia en el almacenamiento del arma.

Sí. Reid Seybold, expresidente del club “Mesa Redonda Política” en Tallahassee Community College, afirmó que Ikner fue invitado a abandonar el grupo debido a sus opiniones supremacistas. “Nuestra única regla era no permitir nazis, coloquialmente hablando, y él promovía tanta retórica supremacista blanca y de extrema derecha que tuvimos que ejercer esa regla”, declaró Seybold a NBC News.
Seybold y otros estudiantes lo consideraban un participante problemático. Pese a que era activo en clase y dialogaba con algunos profesores, mantenía una actitud hostil en espacios colectivos. Tras su traslado a FSU, continuó con sus estudios en política, según informó el medio universitario FSU News.
Durante una entrevista previa, en el contexto de una protesta universitaria contra la toma de posesión de Donald Trump, Ikner fue citado diciendo: “Creo que es un poco tarde; él ya va a tomar posesión y no hay mucho que se pueda hacer a menos que uno se rebele abiertamente”.
El Departamento de Policía del campus de FSU continúa investigando los antecedentes personales y digitales de Ikner, así como las circunstancias que facilitaron su acceso al arma. También se analiza su historial académico y posibles vínculos con organizaciones extremistas o redes en línea.
Mientras tanto, la comunidad universitaria sigue recuperándose del ataque, y se han activado protocolos de apoyo psicológico para estudiantes y personal docente. El tiroteo en FSU se suma a una larga lista de ataques armados en campus universitarios en Estados Unidos, fenómeno que ha reactivado el debate sobre el control de armas y la salud mental en espacios educativos.