El curioso lago ‘petrificado’ en el que la vida y la muerte se encuentran: es letal para la mayoría de los animales menos para los flamencos

hace 4 días 5
Lago Natron, en Tanzania (AdobeLago Natron, en Tanzania (Adobe Stock).

En un planeta repleto de paisajes imposibles y enigmas todavía por desvelar, existen rincones que parecen sacados de un relato fantástico, donde la naturaleza muestra su cara más sorprendente y misteriosa. Entre volcanes, desiertos y selvas, algunos de estos lugares atesoran historias que cautivan a exploradores y científicos a partes iguales, fundiendo leyenda y realidad bajo cielos de otro mundo. El lago Natron, situado en el norte de Tanzania, es uno de esos escenarios, un espejo mineral de reflejos rojos y rosados donde la vida y la muerte se encuentran en la frontera de lo imaginable. Aquí, la belleza y el riesgo se entrelazan, y cada visitante siente el vértigo de estar ante uno de los secretos mejor guardados del continente africano.

Este enclave se extiende en una de las zonas más activas y singulares del planeta: el Gregory Rift, en el corazón del Gran Valle del Rift de África Oriental. Al pie del volcán Ol Doinyo Lengai, cuyos antiguos flujos de lava vigilan la orilla sur, este lago salado sorprende tanto por sus formas cambiantes como por los tonos vibrantes de sus aguas, capaces de transformar el paisaje con la sucesión de las estaciones. Con menos de tres metros de profundidad en sus zonas más hondas, el lago es en realidad una superficie dinámica: su anchura varía según el nivel de las lluvias estacionales, principalmente concentradas entre los meses de diciembre y mayo.

Las temperaturas en el lago superan con facilidad los 40 °C y, en los periodos más calurosos, no es raro que el termómetro alcance los 60 °C. En ese ambiente hostil, el agua dulce se evapora rápidamente, dejando tras de sí una sopa densa de sodio, trona y carbonato de calcio, todos ellos arrastrados tanto desde los manantiales subterráneos como desde los viejos flujos volcánicos. Como consecuencia, la alcalinidad se dispara y el pH puede superar incluso el nivel 12, acercándose al de la lejía o el amoníaco.

Lago Natron, en Tanzania (AdobeLago Natron, en Tanzania (Adobe Stock).

Con ese cóctel químico, el lago Natron es puro veneno para la mayoría de seres vivos: basta un sorbo o un chapuzón para que los animales sufran quemaduras en piel y ojos. Aquellos que mueren en las orillas —aves, murciélagos u otros cuerpos— se momifican por efecto de las sales, quedando calcificados y conservados de manera casi artística en la orilla. Esta imagen que se hizo mundialmente famosa en 2013 tras las inquietantes fotografías de Nick Brandt, llegando a ser denominado como el ‘lago petrificado’.

Sin embargo, mientras para la mayoría la orilla es frontera fatal, la vida siempre encuentra vías de escape sorprendentes. En las aguas surgen bacterias y cianobacterias halófilas que, mediante la fotosíntesis, producen pigmentos rojizos y anaranjados. El resultado es el asombroso aspecto “sangrante” del Natron: tonos rojos intensos en las zonas más profundas, anaranjados en las menos profundas y costras rosadas en la superficie, pintando un paisaje de otro planeta.

Y es que, pese a lo hostil del entorno, el lago Natron es santuario vital para una de las especies más icónicas del África oriental: el flamenco enano (Phoeniconaias minor). Este lago es el mayor centro reproductor de la especie en el mundo, y se calcula que el 75 % de toda la población global eclosiona aquí, lo que supone entre 1,5 y 2,5 millones de aves solo en el África Oriental (según la Tanzania Wildlife Management Authority).

Las patas de los flamencos, adaptadas con una piel especialmente gruesa y escamosa, les permiten soportar la química del lago y anidar en pequeñas islas que emergen durante la estación seca, a salvo de casi todos los depredadores. Los polluelos crecen en este entorno protector, alimentándose de las cianobacterias, cuyos pigmentos les confieren el característico tono rosado que identifica a la especie.

Esta laguna alpina se enclava en un entorno de gran belleza, pero esconde unas propiedades únicas y muy curiosas

No todos los animales de la zona se atreven con el Natron. Mientras los flamencos y algunas tilapias sobreviven en sus aguas, muchas especies eligen los humedales vecinos, donde la vida es menos arriesgada. Otras aves, avestruces, búfalos, ñus y una enorme variedad de fauna permanecen cerca, conscientes de los límites letales de este lago extraordinario.

Leer artículo completo