El Congreso de Estados Unidos aprobó este viernes, en una votación nocturna, el plan del presidente Donald Trump para rescindir 9.000 millones de dólares previamente asignados por el gobierno federal, dirigidos principalmente a ayuda exterior y medios públicos. La votación final en la Cámara de Representantes se saldó con 216 votos a favor y 213 en contra, con apoyo únicamente republicano. El proyecto ya había sido aprobado en el Senado y ahora será enviado a la Casa Blanca para la firma presidencial.
“Hoy, estamos cumpliendo una vez más con la promesa de responsabilidad fiscal y eficiencia gubernamental”, declaró el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, poco después de la votación.
El paquete de recortes, aprobado por mayoría republicana en ambas cámaras, fue presentado como una acción inicial dentro de un plan más amplio de ajuste fiscal promovido por la Administración Trump.
“Republicanos han intentado hacer esto durante 40 años y fracasaron...Pero ya no. ¡Esto es enorme!“, escribió Trump en su red Truth Social tras conocer el resultado.
Los recortes afectan principalmente a programas de asistencia humanitaria y desarrollo internacional. Entre ellos se incluyen fondos destinados a países afectados por conflictos armados, enfermedades, crisis alimentarias y desastres naturales. En total, se cancelan aproximadamente 7.900 millones de dólares en programas de ayuda exterior y 1.100 millones de dólares destinados a la Corporación de Radiodifusión Pública (CPB), que canaliza recursos a más de 1.500 estaciones locales de radio y televisión.
El senador Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, criticó la medida. “Es un día oscuro para cualquier estadounidense que dependa de la radiodifusión pública durante inundaciones, huracanes, tornados y otros desastres”, dijo en una declaración tras la votación.
Uno de los puntos más controvertidos del proyecto fue la inclusión inicial de un recorte de 400 millones de dólares al programa mundial contra el VIH/SIDA (PEPFAR), ampliamente reconocido por haber salvado más de 26 millones de vidas desde su creación. Este recorte fue finalmente retirado tras la presión de varios senadores republicanos moderados, lo que permitió conservar los fondos para el programa.
La votación marca la primera vez en décadas que un presidente logra hacer uso exitoso de una solicitud formal de rescisión, un mecanismo que permite al Ejecutivo proponer la cancelación de fondos previamente aprobados por el Congreso. Esta herramienta había sido invocada en el pasado, pero rara vez había resultado en recortes efectivos.
El impulso detrás de esta política forma parte del legado del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), una iniciativa de ahorro fiscal liderada inicialmente por Elon Musk tras la elección de Trump. Musk abandonó el proyecto en mayo de este año tras diferencias públicas con el presidente, pero su plan inicial contemplaba reducir el gasto federal en un billón de dólares anuales. Los 9.000 millones recortados ahora representan solo una fracción de ese objetivo.

Los recortes se producen poco después de que el mismo Congreso, aprobara un paquete doméstico de gasto y recortes de impuestos impulsado por Trump que, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, aumentará la deuda pública en más de 3 billones de dólares en la próxima década.
El líder demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, denunció que el Congreso está “cediendo su autoridad presupuestaria” al permitir que la Casa Blanca cancele asignaciones ya aprobadas.
“En lugar de proteger la salud, la seguridad y el bienestar del pueblo estadounidense, los republicanos de la Cámara han vuelto a respaldar sin cuestionamientos la legislación de rescisión extrema e imprudente de Donald Trump”, señaló en una declaración conjunta con otros líderes demócratas.
Los legisladores demócratas también advirtieron que esta votación podría complicar futuras negociaciones presupuestarias. En particular, indicaron que si se aprueban más paquetes de recortes similares, estarán menos dispuestos a cooperar en los acuerdos necesarios para mantener el gobierno financiado más allá del próximo año fiscal.
“Esta votación deja en claro que los republicanos están decididos a llevar al país hacia un doloroso cierre del gobierno más adelante este año”, dijeron los líderes demócratas en su comunicado.

A pesar de estar en minoría, los demócratas conservan poder de negociación en el Senado, donde se requieren 60 votos para aprobar cualquier proyecto presupuestario y los republicanos cuentan solo con 53 escaños. Esto podría convertirse en un obstáculo si la Casa Blanca busca ampliar sus recortes mediante nuevas solicitudes de rescisión.
La Casa Blanca ha dejado abierta la posibilidad de enviar futuros paquetes similares. Russ Vought, director de la Oficina de Administración y Presupuesto, explicó que este primer paquete fue deliberadamente limitado para facilitar su aprobación. “Estamos felices de hacer grandes esfuerzos para lograr esto”, dijo durante un encuentro con periodistas. “Probablemente, venga otro paquete de rescisión pronto”, añadió.
El uso de esta herramienta presupuestaria marca un cambio en el equilibrio de poderes entre el Congreso y el Ejecutivo, y anticipa nuevas tensiones fiscales en el marco de la campaña electoral de 2024.
(Con información de The Associated Press)