
La abogada de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Mariel Colón, afirmó que el exlíder del Cártel de Sinaloa enfrenta “cambios extraños y preocupantes” en su estado mental debido al severo régimen de aislamiento en el que permanece desde su traslado a la prisión de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado, Estados Unidos.
En entrevista con el periodista de espectáculos Javier Ceriani, Colón relató su experiencia tras nueve años de trato profesional con Guzmán Loera y señaló que los efectos del encierro en la cárcel más segura de todo Estados Unidos han sido notorios y se hacen severos cada vez más.
“Obviamente yo no soy psicóloga, no soy psiquiatra, no soy profesional de la salud, así que no voy a expresar algo aquí que sea incierto o que no esté del todo estudiado, probado, porque profesional de la salud no soy, pero sí que lo llevo conociendo nueve años... lo veía antes todos los días y desde que se fue a Colorado voy dos veces al mes a verlo y hablo con él semanalmente por teléfono. Sí te puedo decir que he notado cambios que son un poco extraños y pues son un poco preocupantes”, puntualizó al ser cuestionada si es cierto que el capo padece alucinaciones.

Según la abogada, los cambios en el estado mental de su defendido se deben al aislamiento total, a la falta de contacto humano y a la privación de estímulos externos.
“El gobierno americano lo tiene en unas condiciones de confinamiento que son inhumanas, que no lo dejan salir de su celda. Se pasa 24 horas al día, 7 días a la semana completamente solo, aislado, que no tiene ni siquiera el privilegio de poder ver la luz del sol. Entonces es que no hace sentido, la verdad“, afirmó
La abogada detalló que el régimen en ADX Florence impide que Guzmán trabaje o acceda a actividades educativas y limita la posibilidad de tener materiales de lectura.
“Él no puede ir a la biblioteca de la prisión. No puede trabajar, no puede confraternizar con otros presos, no puede confraternizar con los guardias, o sea, ellos le dan la comida en una puertecita, ahí (en su celda) él come, ahí él se baña, él no sale de esas cuatro paredes”, describió.

Puntualizó que solamente puede recibir libros si ella misma se los envía y que de hecho no cruza una sola palabra con los guardias. El único contacto humano que tiene es cuando lo esposan para poder ir al cuarto de visitas con su abogada.
Acerca de las demandas que el quipo de abogados busca para el exlíder del Cártel de Sinaloa, indicó que únicamente buscan “un trato más humano” y recalcó que “si ya tiene que pasar una persona el resto de su vida preso pues mínimo que por lo menos tenga acceso a respirar aire fresco unas cuantas veces a la semana, a ver la luz del sol, a tener acceso quizás a programas en la cárcel que a otros presos sí tienen derecho a tener”.
La defensora también detalló que el cofundador del Cártel de Sinaloa tiene un acceso muy restringido a información y solo recibe noticias a través de canales televisivos de Univisión y Telemundo. Confirmó también que está enterado de la situación de sus hijos Ovidio y Joaquín Guzmán López, detenidos en EEUU.
Sobre el entorno familiar del padre de Los Chapitos, la abogada se refirió a la esposa del capo Emma Coronel, quien, tras cumplir una condena en Estados Unidos, está enfocada en rehacer su vida y en la crianza de sus hijas gemelas. “Emma está enfocada en crear ese nuevo futuro y sacar adelante a sus niñas”, aseguró en la entrevista y ventiló que actualmente está desarrollando unos negocios que más tarde dará a conocer.

Han pasado más de ocho años desde que Joaquín Guzmán Loera fue extraditado a Estados Unidos, donde permanece bajo el régimen más estricto de la prisión federal ADX Florence cumpliendo su cadena perpetua.
Guzmán Loera, de 68 años, enfrenta un régimen extremo bajo las Medidas Administrativas Especiales (SAMs), programa con el que el sistema penitenciario estadounidense limita y vigila estrictamente la comunicación de ciertos internos considerados especialmente peligrosos.
En otra entrevista que Mariel Colón concedió a Ángel Hernández de Milenio, indicó que la defensa basa su solicitud en dos argumentos principales: el deterioro físico y mental causado por la reclusión sin contacto humano ni exposición a la luz natural, y el hecho de que los supuestos riesgos de fuga, que motivaron tal aislamiento, se han reducido casi por completo.
En éste último punto se destaca que su antiguo socio, Ismael “El Mayo” Zambada, y al menos dos de sus hijos ya se encuentran detenidos en EEUU, lo que disminuye el riesgo de fuga argumentado por las autoridades para mantenerlo en reclusión extrema.

Según se ha documentado, el encierro ha impactado de manera directa en la salud física y mental del antiguo narcotraficante. Documentos judiciales y peritajes forenses a los que Infobae ha tenido acceso demuestran que, desde el encierro federal en México, Guzmán ya presentaba síntomas como hipertensión, ansiedad, insomnio, alucinaciones auditivas, reducción cognitiva e incluso pérdida de memoria inmediata.
Estas afectaciones persistieron y se agravaron con el régimen estadounidense. Durante su estancia en ADX Florence, familiares han reportado empeoramiento del cuadro médico: calambres musculares, dolores de cabeza, presión arterial elevada, episodios depresivos y estrés constante.