El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, sufrió una importante derrota en referendo que se celebró este domingo luego de que el “No” se impusiera en las cuatro preguntas planteadas a la población.
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Un hombre lee los resultados del referendo del 17 de noviembre en Ecuador. Foto:AFP
El jefe de gobierno ecuatoriano había planteado en la consulta popular la convocatoria a una Asamblea Constituyente con la finalidad de redactar una nueva Constitución que reemplace a la carta magna vigente, que data de 2008 y se elaboró durante la presidencia de Rafael Correa.
Las otras reformas que Noboa buscaba aprobar con dicho proceso eran eliminar la prohibición de bases militares extranjeras, la eliminación de financiación a las organizaciones políticas y la reducción del número de miembros de la Asamblea Nacional.
Luego de que el cómputo parcial indicara que el “No” se había impuesto, Noboa aceptó los resultados indicando que su “compromiso no cambia”.
“Estos son los resultados. Consultamos a los ecuatorianos y ellos han hablado. Cumplimos con lo prometido: preguntarles directamente. Nosotros respetamos la voluntad del pueblo ecuatoriano”, señaló Noboa en la red social X.
Un revés en el corto plazo
La consulta popular en Ecuador se realizó en medio de un clima de polarización y división política que en primer término supone una clara derrota para el proyecto político inmediato de Daniel Noboa, aunque esta tiene matices, según indicaron los especialistas consultados por El Comercio.
Mauricio Alarcón-Salvador, abogado ecuatoriano y director de Ciudadanía y Desarrollo, apunta que el hecho de que Noboa se pronunciara únicamente a través de una publicación en X es indicador de que “ha aceptado a regañadientes” los resultados del referendo y que no los esperaba. Más allá del tuit citado líneas arriba, hasta el cierre de esta nota el mandatario ecuatoriano no había vuelto a referirse sobre el tema ni había aparecido ante cámaras declarando.
“Considerando que Noboa había dicho que este era un tema fundamental para dotar a su gobierno de herramientas que le permitan hacer su trabajo, la derrota es un golpe durísimo”, comenta Alarcón-Salvador.
Julio Echevarría, analista político y sociólogo ecuatoriano, coincide en que es una derrota clara, apuntando a la diferencia porcentual que hubo entre el ‘Sí’ y el ‘No’ en casi todas las regiones de Ecuador. Pese a que una encuesta de Click Report le otorgaba a Noboa una aprobación del 60 % hacia finales de octubre, el voto favorable a sus propuestas solo se impuso en la provincia de Tungurahua.

Jornada de votación del referendo en Ecuador el 16 de noviembre de 2025. Foto:AFP
Considerando que Noboa había dicho que este era un tema fundamental para dotar a su gobierno de herramientas que le permitan hacer su trabajo, la derrota es un golpe durísimo
Sin embargo, esto no significa que dichos planteamientos queden completamente relegados, pues el Poder Ejecutivo tiene herramientas para llevarlos al escenario nuevamente.
“Los temas consultados y que no fueron aprobados probablemente puedan volver a presentarse o tramitarse en el mediano plazo a través de reformas o enmiendas en la Asamblea Nacional, donde el gobierno tiene mayoría”, explica Echevarría.
“El gobierno no ha tenido la capacidad de transmitir con claridad los contenidos de la consulta. No ha tenido una estrategia de convencimiento acerca de las virtudes que adjudicaban a su propuesta y más bien ha optado por una línea de polarización con la oposición, en este caso con Revolución Ciudadana y ha convocado únicamente a votar por el ‘sí’ sin mayor argumentación ni línea de convencimiento. La estrategia comunicacional ha sido ha fallado rotundamente”, agrega el sociólogo.
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¿Una derrota insalvable?
La oposición ecuatoriana celebró los resultados y Luiza González, dirigente de Revolución Ciudadana, indicó que “la patria había derrotado al odio y la prepotencia”.
“El Ecuador ha dicho no a un gobierno prepotente, autoritario, que busca aplastar a los ecuatorianos, a los ciudadanos y hacer de Ecuador una extensión de la corporación”, dijo la portavoz del correísmo al medio digital Only Panas.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), sumamente crítica con la gestión del presidente ecuatoriano, también recibió de buen grado la respuesta ciudadana señalando que esta “había demostrado su fortaleza y convicción”.
“El pueblo ecuatoriano le dijo no a Noboa y no a una consulta que amenazaba derechos. El Paro Nacional y la movilización social revelaron la verdadera intención del gobierno, y el país respondió con dignidad”, publicó el colectivo en X.
Pese a que en primera instancia se podría considerar que el tropiezo de Noboa en el proceso de consulta es una victoria para el bloque de oposición, los analistas consultados por este diario consideran que el correísmo no tendría demasiado margen de capitalización sobre la victoria del “No”.
“De ninguna manera esto representa un triunfo del correísmo, pues la ciudadanía no lo reconoce como tal. El pueblo ecuatoriano es tan consciente del tema que cuando Revolución Ciudadana salió a festejar hasta con bailes la reacción fue sumamente negativa. La campaña del ‘no’ vino mayoritariamente de sectores sociales y no de los actores políticos”, indicó Mauricio Alarcón-Salvador.
“Si es que leemos con atención, podemos ver que detrás del ‘No’ existe una postura que no necesariamente es del correísmo. Tiene que ver con la emergencia de una postura crítica, especialmente en la población joven, sectores medios e indígenas que han sido muy sensibles frente a dos líneas en las que el gobierno no ha tenido una clara definición: la transparencia y el perseguir a los delitos que han afectado con los derechos humanos”, señaló por su parte Julio Echevarría.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, votando en el referendo. Foto:AFP
Este último punto ha sido particularmente complejo para el gobierno de Noboa y ha sido relacionado por sus críticos a su gestión de la seguridad interna, uno de los grandes ejes de la agenda del gobernante.
Incidentes como fue la muerte de Ismael y Josué Arroyo, Nehemías Arboleda y Steven Medina, cuatro niños de Guayaquil que fueron presuntamente torturados y asesinados por militares que los detuvieron acusándolos de ser criminales, le han valido durísimos cuestionamientos al presidente de Ecuador. El caso se encuentra en investigación fiscal y la opacidad inicial del gobierno en torno a la denuncia han empañado el discurso de Noboa con respecto a la lucha contra la delincuencia.
El contexto en el que se desarrolló el reciente proceso de consulta está marcado por una ola de violencia y criminalidad que ha crecido de forma constante a lo largo de la última década, al punto de que durante el primer semestre de este año el país sudamericano registró un incremento del 47 % en la cifra de homicidios con respecto a ese mismo periodo en 2024, según cifras del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado.
Pese a ello, el discurso de combate frontal a los grupos delictivos ha logrado que un sector importante de la población valore de forma positiva el trabajo de Noboa en materia de seguridad. Encuestadoras como Click Report señalan que más de la mitad de los ecuatorianos aprueba su trabajo en dicho apartado.
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Elementos como este podrían ser un punto de partida para que Daniel Noboa replantee su estrategia de cara a la ciudadanía, debido a que cuenta con una posición fuerte en diversos estamentos del Estado, lo que hace que el resultado del referendo no ponga en riesgo su capacidad de gobernar.
“Esto es una oportunidad para que Noboa demuestre que, por ejemplo, a través de la Asamblea Nacional y con la mayoría con la que ha venido actuando, puede promover cambios sensatos, puede aprobar leyes que no sean dadas de baja después por la Corte Constitucional. Puede incluso aprobar reformas constitucionales como las que quería hacer en el proceso constituyente. Tiene los votos, tiene cómo hacerlo”, sostiene Alarcón-Salvador.
Una opinión similar tiene Julio Echevarría, quien insiste en que puntos de la agenda de Noboa como la cooperación militar son “factibles” y pueden sacarse adelante “independientemente del resultado de la consulta”; sin embargo, esto dependerá del aprendizaje obtenido por el Poder Ejecutivo.
“El presidente Noboa no está ni siquiera medio camino de su gobierno y puede hacer de esta derrota la oportunidad de un cambio de timón que fortalezca en su línea de gobierno. Puede ser positivo para el gobierno porque es una llamada de atención, una obligación de poner el ojo sobre temas que no eran relevantes para el gobierno y que resulta que son muy importantes para la ciudadanía”, argumenta el politólogo ecuatoriano.
Esto es una oportunidad para que Noboa demuestre que, por ejemplo, a través de la Asamblea Nacional y con la mayoría con la que ha venido actuando, puede promover cambios sensatos, puede aprobar leyes que no sean dadas de baja después por la Corte Constitucional
Los especialistas apuntan que lo anterior podría desencadenar algunos cambios en los ministerios y otras instancias del Poder Ejecutivo, pero que es pronto para afirmar si el presidente optará por medidas de ese tipo. Desde su perspectiva, pese a que en el sentido más simple se hable de una derrota de Noboa en el referendo, los procesos de este tipo y el actual contexto ecuatoriano hacen que a largo plazo sea impreciso hablar de “ganadores” o “perdedores” en la política local debido a la cantidad de variables en juego. Fuera de ese espectro es más probable que pueda haber otros sectores que saquen provecho.

Las fuerzas de seguridad de Ecuador patrullan durante el referendo. Foto:AFP
“En términos puntuales podríamos decir que el resultado favorece a ciertos actores vinculados al delito transnacional, que va a tener mejores posibilidades para seguir en su estrategia de desestabilización, de copamiento de espacios de poder”, menciona Echevarría.
Independientemente de que el referendo pueda parecer indivisible de rostro del presidente ecuatoriano, la votación no necesariamente es por sí sola un indicador de rechazo a su figura.
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“Evidentemente ha perdido el gobierno y han ganado la ciudadanía y los movimientos que apoyaron al ‘No’, pero tampoco debemos dejar por fuera que hubo movimientos ciudadanos que se alinearon a favor de la propuesta de Noboa. No es blanco y negro”, señala Alarcón-Salvador.
Guillermo Vera Ayala - GDA El Comercio
hace 2 horas
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