
La reciente entrevista entre Jake Shane y Dylan O’Brien, publicada en el canal de YouTube de Shane, ofrece un retrato poco habitual del actor conocido por su papel en Teen Wolf. En un ambiente relajado, ambos abordan la película independiente Twinless, el recorrido profesional de O’Brien y cuestiones personales como la salud mental, la autenticidad y las diferencias generacionales.
Desde el inicio, la charla destaca por su tono íntimo. Shane, seguidor de O’Brien desde la época de Teen Wolf, inicia la conversación refiriéndose a su regreso de Nueva York y a la energía de Los Ángeles, lo que genera un clima de confianza que permite a O’Brien mostrarse cercano y reflexivo.
El encuentro deviene en un espacio donde ambos comparten anécdotas personales, desde la astrología hasta la vida cotidiana, y tratan temas como la ansiedad, el consumo de cannabis y la dificultad de equilibrar la vida pública y privada.

Uno de los ejes centrales es Twinless, la película dirigida y coprotagonizada por James Sweeney. O’Brien relata cómo se involucró tras leer el guion en 2020 y conversar con Sweeney de manera virtual.
Señala que “la película fue rechazada por todos los estudios de la ciudad”, hecho que, según describe, suele anticipar un posible éxito futuro.
A pesar de los obstáculos, expresa su orgullo por el resultado y destaca la relevancia de la empatía y la reflexión sobre la soledad en la cinta. “Twinless es una película que invita a la empatía y a reflexionar sobre la soledad”, aseguró O’Brien.
Respecto a la recepción del público, O’Brien detalla que fue positiva, aunque reconoce que el personaje principal, Dennis, despierta debate por su complejidad moral. La discusión sobre el perdón, la vulnerabilidad y la dificultad para encajar en los moldes sociales ocupa buena parte de la charla.

O’Brien enfatiza el valor de la autenticidad tanto en la actuación como en la vida personal: “La autenticidad es fundamental, incluso si a veces no encajo en los estándares de la industria”, señaló.
El recorrido profesional de O’Brien también tiene un espacio destacado. Rememora sus inicios en la serie Teen Wolf, el asombro ante su éxito y la falta de experiencia previa en la actuación. Explica cómo sus primeros pasos creativos se dieron con videos caseros en YouTube bajo el nombre de Movie Kid, originados en la soledad y la búsqueda de expresión.
Narra además su breve y fallida incursión en la industria musical como asistente, anécdota que ilustra su capacidad de adaptación y sentido del humor.
Las referencias a la cultura pop, desde Jersey Shore y Snooki hasta Lena Dunham y la serie Girls, muestran la influencia de estos referentes en ambos protagonistas del diálogo.
La salud mental y la autenticidad se convierten en un hilo conductor. Shane y O’Brien comparten experiencias sobre TDAH y TOC, así como su relación con la terapia.
O’Brien revela que acude a terapia desde los 25 años y que la salud mental es un eje clave en su vida adulta: “La salud mental y la terapia fueron claves en mi vida adulta”, afirma en el intercambio publicado en YouTube.
Ambos coinciden en las dificultades para ser auténticos ante la presión constante de la exposición pública y las redes sociales. O’Brien afirma: “Prefiero mantenerme alejado de los entornos digitales que no aportan bienestar”.
Explica que nunca usó Instagram y que su relación profesional con X (Twitter) fue breve, mientras señala que la percepción pública de su carácter le resulta ajena.

La conversación aborda también las diferencias entre millennials y Generación Z. Shane expresa admiración por los millennials, mientras que O’Brien reconoce cierta inseguridad sobre su pertenencia generacional.
El intercambio de anécdotas sobre televisión, música y hábitos cotidianos revela tanto las particularidades de cada grupo como los puntos comunes, entre ellos la honestidad y la preferencia por relaciones directas y sinceras.
O’Brien subraya que la franqueza es una forma de amabilidad y que privilegia los vínculos donde las emociones se comunican abiertamente, aunque no siempre sean comprendidos.

En el tramo final, ambos reflexionan sobre los aprendizajes obtenidos y la importancia de las conversaciones profundas.
O’Brien confiesa que, con el tiempo, dejó de disfrutar los grandes eventos para valorar más los encuentros uno a uno, donde es posible dialogar sobre temas significativos. Esta preferencia, compartida por Shane, resume el tono de la entrevista: un testimonio sobre la búsqueda de sentido, la salud mental y la autenticidad en la vida contemporánea.
El encuentro entre Jake Shane y Dylan O’Brien en YouTube se consolida como un espacio donde la promoción de Twinless cede protagonismo a la exploración de experiencias personales y generacionales.