Terciopelo, flores y brillos: cuáles fueron los looks más icónicos de la Semana de la Moda de Londres

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Naomi Campbell deslumbró en laNaomi Campbell deslumbró en la pasarela con un look escultural y detalles florales REUTERS/Isabel Infantes)

Del 18 al 22 de septiembre, la Semana de la Moda de Londres presentó una edición marcada por propuestas audaces y llamativas. Uno de los diseñadores destacados fue Richard Quinn, que redefinió el glam sobre la pasarela. ¿Qué looks definieron este icónico evento?

Las modelos llevaron vestidos largos de terciopelo negro caracterizados por el contraste de texturas y colores. Naomi Campbell dio inicio al evento con una prenda de silueta entallada. La parte superior ofrecía una estructura casi escultórica, dominada por un gran adorno blanco en forma de flor sobre el pecho y paneles de tela blanca en los hombros.

El terciopelo reflejaba la intensa luz diurna, lo que acentuaba el contraste entre el negro y el blanco y potenciaba el impacto visual del conjunto.

Campbell desfiló con un porte sereno, maquillaje que resaltaba sus pómulos y cabello liso. Detrás, otras modelos replicaron el efecto entre fondos oscuros, apliques florales y destellos, acompañadas por una orquesta elevada sobre el escenario y rodeadas de una hilera de flores naturales.

Los lazos y las floresLos lazos y las flores XXL centraron la atención en los conjuntos más sofisticados de la semana (REUTERS/Isabel Infantes)

El glam alcanzó su punto máximo mediante propuestas llenas de brillos, cristales y detalles florales que captaban la luz.

Vestidos en tonos marfil con escote recto atrajeron todas las miradas gracias a cristalitos dispersos y una gran rosa blanca central, complementados por largos guantes de terciopelo negro que intensificaron el contraste.

El backstage reveló el trabajoEl backstage reveló el trabajo artesanal detrás de corsés, encajes y tul decorado con apliques luminosos (REUTERS/Isabel Infantes)

En el camerino, la atención al detalle siguió presente: corsés blancos cubiertos de pequeñas flores luminosas, mangas cortas con aplicaciones translúcidas y vestidos largos con incrustaciones de cristal en hombros y mangas.

Los lazos y las flores de gran tamaño centraron la atención, mientras la luz artificial enfatizaba el carácter tridimensional de los diseños.

Vestidos en tonos marfil yVestidos en tonos marfil y negro destacaron por sus aplicaciones brillantes y formas gráficas (REUTERS/Isabel Infantes)

El marfil y el negro sirvieron de columna vertebral para varias piezas en las que, mediante tul y lazos, se delinearon siluetas gráficas.

Sobresalió un vestido de escote recto en marfil, con un panel vertical de tul negro descendiendo desde el busto hasta el suelo, lo que generó profundidad visual.

La gran rosa sobre el pecho y los guantes largos negros reforzaron la estructura cromática.

El equilibrio entre la sobriedadEl equilibrio entre la sobriedad y el exceso visual definió la propuesta de Richard Quinn en Londres (REUTERS/Isabel Infantes)

Las texturas y detalles minuciosos estaban en cada cambio de conjunto, mientras otros looks mantenían este equilibrio por medio del lazo y la flor como símbolos de refinamiento inmediato.

Uno de los puntos altos de la pasarela fue un vestido largo azul oscuro, de manga larga y bordados florales en blanco y rosa.

Los estampados florales y elLos estampados florales y el volumen ofrecieron una visión romántica y etérea de la moda contemporánea (REUTERS/Isabel Infantes)

Ajustado en la cintura, la falda adoptaba un volumen arquitectónico, realzado por solapas blancas rígidas que formaban un lazo central sobre el torso.

Sin accesorios, con cabello peinado hacia atrás, la prenda exponía la fuerza de las líneas y las proporciones, y convertía la ornamentación floral en una extensión fluida de la forma.

En backstage, la colección develó la minuciosidad artesanal del glam refinado. Modelos vestidas en blanco y marfil exhibieron corsés, encajes y tules decorados con apliques brillantes.

Los detalles artesanales como cristalesLos detalles artesanales como cristales y bordados resaltaron la sofisticación de la colección (REUTERS/Isabel Infantes)

Elementos geométricos y flores de gran escala compartieron protagonismo con cristales y lazos cuidadosamente ubicados.

También se pudieron ver vestidos midi de polleras acampanadas, con aplicaciones brillantes en degradé desde el lavanda hasta el negro en el dobladillo, todo sobre tul.

El degradé de cristales otorgóEl degradé de cristales otorgó dinamismo y color a los atuendos sobre el tul (REUTERS/Isabel Infantes)

Una flor blanca y un lazo al cuello remataron el enfoque ornamental, mientras el movimiento de los cristales otorgaba dinamismo a cada diseño.

La presencia de flores naturales y la orquesta como escenografía aumentó el nivel de sofisticación y la experimentación visual entre brillo, color y silueta.

La vertiente más romántica del glam apareció en vestidos amplios de tejidos ligeros y estampados florales de gran tamaño.

Un modelo blanco destacó por enormes flores rosadas y volantes, que evocaban una capa en movimiento y aportaban un aire etéreo, mientras mangas largas y muchas capas sumaban al efecto voluminoso.

Guantes largos y cuellos anchosGuantes largos y cuellos anchos completaron la estética teatral de la colección (REUTERS/Isabel Infantes)

Otros atuendos exploraron motivos azulados, bordes en contraste, cuellos anchos, lazos en negro y flores de tela como punto focal, acompañados de guantes y pendientes, todo intensificado bajo la luz clara del desfile.

La colección sumó piezas de gran impacto visual. Se lució un vestido rojo de falda amplia, panel frontal de tul negro y detalles blancos sobre el torso, coronado con una flor de gran tamaño y guantes largos negros.

Los caftanes con aplicaciones vibrantesLos caftanes con aplicaciones vibrantes y los vestidos rojos añadieron teatralidad al cierre de la pasarela (REUTERS/Isabel Infantes)

En paralelo, un caftán con flores moradas y cuello adornado con aplicaciones brillantes reforzaba la riqueza visual de la pasarela, que se llenó de colores pastel y estampados.

El cierre del evento apostóEl cierre del evento apostó por el exceso moderno y la inspiración romántica en cada prenda (REUTERS)

El show culminó con vestidos que alternaban grandes volúmenes y siluetas entalladas en blanco, negro y marfil. Destacaron faldas satinadas, cuerpos con apliques brillantes y lazos estratégicos.

Uno de los looks presentó una falda con bordados verticales y perlas, parte superior en tul drapeado y flor negra al centro.

Modelos cortos repletos de cristales y diseños en encaje sostuvieron la estética teatral del cierre, reforzada por la luz natural, la música en vivo y la presencia de flores naturales. La pasarela se despidió entre la inspiración romántica y el exceso visual contemporáneo.

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