El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el miércoles una orden ejecutiva que implementa un arancel adicional del 40% sobre los productos brasileños, elevando los aranceles comerciales totales al 50%, según anunció la Casa Blanca.
El gobierno dijo que los aranceles del 50% entrarán en vigor en siete días.
Trump había amenazado a la mayor economía de Latinoamérica con esta medida como castigo por lo que ha calificado de “cacería de brujas” contra su aliado de extrema derecha, el expresidente Jair Bolsonaro.
La orden afirma que las autoridades brasileñas han llevado a cabo una persecución política y una serie de medidas que atentan contra los derechos humanos y la libertad de expresión, enfocándose en el caso del ex presidente Jair Bolsonaro y millares de sus simpatizantes. El documento acusa directamente a miembros del gobierno brasileño y, en particular, al juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, de utilizar su posición para intimidar, censurar y enjuiciar a opositores, incluyendo ciudadanos y residentes estadounidenses.
La administración de Trump señala que, desde 2019, de Moraes ha emitido centenares de órdenes para censurar a críticos políticos, ha impuesto fuertes multas y ha amenazado con excluir a empresas estadounidenses del mercado brasileño. El comunicado agrega que, en al menos un caso, se congelaron los activos de una compañía estadounidense en Brasil. Además, denuncia el uso de procesos penales contra estadounidenses y residentes en Estados Unidos, como Paulo Figueiredo, por declaraciones realizadas fuera del país sudamericano.

El gobierno estadounidense argumenta que estas acciones perjudican directamente a empresas tecnológicas de Estados Unidos, que se han visto presionadas para modificar sus políticas de contenido y entregar datos sensibles de usuarios estadounidenses. De acuerdo con la Casa Blanca, las prácticas del gobierno de Brasil comprometen tanto las operaciones comerciales como la política de Washington de defensa de elecciones libres y derechos fundamentales.
Como parte de su respuesta, la administración Trump anunció la revocación de visados estadounidenses a de Moraes, a otros jueces de la Corte Suprema y a sus familiares inmediatos. Según el comunicado, esta medida sigue la directiva “America First Policy”, que establece que la política exterior de Estados Unidos debe priorizar los intereses y la seguridad de sus ciudadanos. El 28 de mayo de 2025, el secretario de Estado, Rubio, implementó restricciones de visado para individuos extranjeros implicados en censurar la libertad de expresión protegida por la ley estadounidense.
La Casa Blanca conecta estas decisiones recientes con la estrategia de apoyo a las empresas estadounidenses y la defensa de los “derechos de libre expresión” como elementos centrales de su política internacional. La declaración enfatiza que el uso de aranceles ha sido una herramienta previa de la administración Trump para responder a amenazas externas y que las nuevas tarifas buscan proteger la soberanía, la economía y los principios democráticos de Estados Unidos.
Las medidas aumentan la presión comercial y diplomática entre Estados Unidos y Brasil, en un contexto de tensiones crecientes sobre el uso de la censura, el control sobre las redes digitales y los derechos civiles y políticos.