
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este viernes que “ya no considera necesaria” una reunión con el mandatario chino Xi Jinping y advirtió sobre un posible “incremento masivo” de los aranceles a productos provenientes de China como respuesta a lo que calificó de “prácticas comerciales muy hostiles” por parte de Beijing.
El anuncio se produjo mediante un extenso mensaje en la red Truth Social, mientras Trump se dirigía a un chequeo médico en un hospital militar cerca de Washington. Sus declaraciones añadieron tensión al vínculo entre Washington y Beijing e incrementaron la volatilidad entre los operadores bursátiles de Wall Street, preocupados por una nueva escalada en la guerra comercial entre ambos países.
En su publicación, Trump acusó a China de imponer restricciones a la exportación de tierras raras, materiales esenciales para la fabricación de dispositivos tecnológicos, y condenó la reciente decisión del régimen chino de comunicar a distintos países una nueva normativa para limitar la exportación de estos elementos. “¡Están sucediendo cosas muy extrañas en China! Se está volviendo muy hostil”, escribió el mandatario estadounidense. Según Trump, “una de las políticas que estamos barajando en este momento es un aumento enorme de los aranceles sobre los productos chinos”, en respuesta a los anuncios sobre tierras raras y a otros elementos de la industria tecnológica.
El presidente, que hasta la semana pasada calificó de estratégica una posible reunión con Xi en la inminente cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), indicó en su mensaje que ahora “parece que no hay motivos para hacerlo”. La cumbre está prevista para celebrarse en Corea del Sur entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre.
Trump aseguró que no ha dialogado con Xi sobre la situación y explicó que la nueva postura de Beijing tomó por sorpresa tanto a él como a otros líderes internacionales. Además, destacó que varios países se han puesto en contacto con su administración para expresar “enojo” por la “gran hostilidad comercial de China, que surgió de la nada”.

En su intervención, Trump sostuvo que China había comenzado a enviar cartas a naciones de todo el mundo informando sobre controles a la exportación de “todos y cada uno de los elementos de producción relacionados con las tierras raras”, lo que, según su análisis, congestiona los mercados y dificulta la vida de prácticamente todos los países afectados. “De ninguna manera se debe permitir que China mantenga al mundo ‘cautivo’, pero ese parece haber sido su plan desde hace bastante tiempo”, enfatizó. La preocupación gira en torno a la posición dominante de China en la producción y procesamiento de estas materias primas, cruciales no solo para la industria electrónica, automotriz y de energías renovables, sino también para el hardware militar.
El mandatario estadounidense señaló que su gabinete evalúa distintas contramedidas, entre ellas el aumento de aranceles, y aseguró: “Por cada producto que logren monopolizar, nosotros tendremos dos”. Declaró también que “Estados Unidos tiene posiciones de monopolio mucho más sólidas y de mayor alcance que las de China”, aunque según Trump no ha utilizado estas herramientas hasta el momento. “Nunca pensé que llegaría a esto, pero quizá, como con todo, ha llegado el momento”, manifestó el presidente a través de Truth Social.
Las tensiones se han intensificado desde que en abril se agudizó la guerra comercial, a pesar de que el 18 de septiembre ambos mandatarios aprobaron por vía telefónica un acuerdo preliminar para permitir a TikTok operar en Estados Unidos y acordaron reunirse a fines de octubre en el marco de la APEC en Corea del Sur.
Por su parte, el Ministerio de Comercio de China comunicó el jueves la ampliación de los controles de exportaciones y tecnologías relacionadas con tierras raras, bajo el argumento de la seguridad nacional. Beijing ha estipulado que los operadores extranjeros deberán obtener una licencia de exportación específica antes de comercializar estos elementos fuera del país y que, en principio, no serán aprobadas solicitudes para fines militares o importadores incluidos en listas de control, restricciones que también afectan sectores como la producción de chips y tecnologías potencialmente duales.
Un portavoz del organismo aseguró que la decisión busca “salvaguardar mejor la seguridad e intereses nacionales” y que China está dispuesta a cooperar con organismos internacionales para mantener la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales. Las nuevas reglas contemplan excepciones para exportaciones con fines humanitarios y para quienes cumplan las normativas, así como el compromiso de China para fortalecer el diálogo bilateral y multilateral sobre control de exportaciones.
El funcionario chino también subrayó que la imposición de controles a la exportación de tierras raras es una práctica internacional común. Aseguró que la intención de estos cambios es evitar que artículos controlados sean destinados a organizaciones y usuarios involucrados en actividades militares, inclusive proliferación de armas y acciones terroristas, y que Beijing considera estos movimientos una respuesta a “daños significativos o amenazas potenciales” a la seguridad nacional.
(Con información de AFP, EFE y EP)