Demócratas acusan a Trump de atacar a Irán “sin aprobación del Congreso” ¿Qué dice la Constitución?

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Estados Unidos realizó ataques al programa nuclear de Irán en las instalaciones de Fordo, Natanz e Isfahán, ante la amenaza que representaba debido a los vínculos de la República Islámica con grupos terroristas como Hamás. Hezbolá y los hutíes de Yemen.

Pero los presidentes de Estados Unidos gozan de un amplio margen de actuación a la hora de emprender operaciones militares en el extranjero si entienden que responden al interés nacional, en virtud de una Constitución que estipula que el visto bueno del Congreso sólo es necesario a la hora de "declarar la guerra".

El artículo II de la Constitución de Estados Unidos designa al presidente comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, una premisa a la que se han agarrado los mandatarios para lanzar operaciones más o menos prolongadas como las que ha autorizado Donald Trump para bombardear instalaciones nucleares de Irán este domingo.

En 1973, los legisladores aprobaron la Resolución de Poderes de Guerra para reafirmar su autoridad sobre la acción militar. Sin embargo, su eficacia siempre ha estado bajo disputa, dado que si el presidente decide emprender por su cuenta y riesgo una acción militar, una hipotética resolución en contra del Congreso acabaría sujeta a un veto presidencial, que sólo puede ser anulado por una mayoría de dos tercios de los votos en la Cámara de Representantes y el Senado.

Piden "explicaciones"

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, instó inmediatamente a Trump a que dé explicaciones ante el Legislativo. "Ningún presidente debería poder llevar a esta nación, de manera unilateral, a algo tan trascendental como una guerra con amenazas erráticas y sin estrategia", declaró.

"El republicano Trump debe rendir cuentas ante el Congreso y el pueblo estadounidense. El peligro de una guerra más amplia, prolongada y devastadora ha aumentado drásticamente", según Schumer al referirse a la la operación "Martillo de Medianoche" contra las tres instalaciones nucleares de Irán, una amenaza para EEUU, Israel y el mundo.

El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, también exigió que los responsables de la Administración Trump informen de manera "completa e inmediata" al Legislativo de lo ocurrido, así como de futuras operaciones, tras lo que describió como una "acción unilateral" contra las instalaciones de Fordo, Natanz e Isfahán.

"El presidente Trump, ha engañado al país acerca de sus intenciones, no ha solicitado autorización del Congreso para el uso de la fuerza militar y corre el riesgo de ver a Estados Unidos involucrado en una guerra potencialmente desastrosa en Oriente Próximo", según el demócrata Jeffries.

Los demócratas en la Comisión de Servicios Armados del Senado también han expresado su disconformidad con el bombardeo. "Lamentablemente, el presidente Trump no ha continuado la tradición bipartidista de informar periódicamente al Congreso sobre los principales eventos de seguridad nacional que afectan a los estadounidenses en todo el mundo", expresan en un comunicado.

"Los militares estadounidenses —con 40.000 tropas solo en Oriente Medio—, nuestros diplomáticos, sus familias y nuestros ciudadanos, sin duda asumirán un mayor riesgo con los acontecimientos de hoy", afirman los demócratas omitiendo la amenaza que representa Irán para Estados Unidos y el mundo.

El ala de extrema izquierda del partido demócrata, representada en figuras como la congresista Rashida Tlaib, de origen palestino, dijo que la acción militar de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares, en su opinión, es "una flagrante violación de la Constitución". En lugar de escuchar al pueblo americano, ha escuchado a ese criminal de guerra que es (el primer ministro israelí) Benjamin Netanyahu", dijo la congresista que se inclina por su defensa al grupo terrorista Hamàs.

Autorización para el "Uso de la Fuerza Militar"

La declaración de guerra reservada al Congreso representa, de hecho, una excepción dentro del comportamiento militar de Washington, ya que la última vez que Estados Unidos introdujo esta declaración formal fue en 1942, con motivo de la Segunda Guerra Mundial.

En 2001, después de los atentados del 11 de septiembre, el Congreso respaldó una Autorización para el Uso de la Fuerza Militar (AUMF, por sus siglas en inglés), con vistas a que el entonces presidente, George W. Bush, tuviese manga ancha para emprender su "guerra contra el terror".

Al año siguiente, se utilizó la misma fórmula para que Bush pudiese atacar Irak, lo que terminó sirviendo de base para la invasión lanzada en 2003 y a la que se sumaron otros países, entre ellos España.

Cambios legales

Las declaraciones de Trump ante un inminente ataque sobre Irán ya habían llevado a legisladores del Partido Demócrata a buscar y promover cambios legales que pudiesen poner coto a una potencial decisión bélica del comandante en jefe.

El senador Tim Kaine, compañero de fórmula de Hillary Clinton en las elecciones de 2016, presentó esta misma semana una iniciativa para intentar que, en caso de ataque a Irán, Trump tuviese que pedir el visto bueno de las dos cámaras del Congreso.

Dentro del Partido Republicano, que tradicionalmente tiene una posición más beligerante en temas de política exterior, son menos las voces que cuestionan las amenazas de Trump sobre Teherán. El congresista Thomas Massie, que ya había cuestionado abiertamente al presidente en temas fiscales, sí ha mostrado en cambio su recelo.

"No es nuestra guerra", proclamó recientemente en redes sociales. "Y si lo fuera, el Congreso debe tomar una decisión al respecto conforme a la Constitución", señaló.

Massie presentó una resolución que aspira a que sea bipartidista para prohibir "las hostilidades no autorizadas" sobre Irán. A él, sin embargo, sólo se han sumado por ahora legisladores del Partido Demócrata, entre ellos Kaine y representantes del ala más izquierdista como Alexandra Ocasio-Cortez.

Operación de precisión

En una primera explicación de la misión ante los medios de comunicación norteamericanos, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Dan Caine, explicaron los pormenores de una misión protagonizada principalmente por siete bombarderos B-2, encargados directos de atacar las instalaciones de Natanz, Isfahán y, sobre todo, Fordo, alcanzada por las bombas de alta penetración 'Massive Ordnance Penetrator' (MOP GBU-57), en el primer uso operativo en combate de esta clase de armamento.

EEUU atacó las tres plantas nucleares de Irán con bombarderos B-2 y misiles lanzados desde submarinos, afirmó en conferencia de prensa el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, sobre la operación "Martillo de Medianoche".

Se trató de ataques de precisión con bombarderos B-2 y bombas antibúnkeres que destruyeron las instalaciones nucleares Fordow, Natanz e Isfahán, puntos críticos del programa nuclear de Teherán. Para el gobierno de Estados Unidos, no se trata de una escalada, sino de una necesidad estratégica.

FUENTE: Con informaciòn de Europa Press

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