
Al menos ocho personas fueron asesinadas en Haití tras una serie de ataques perpetrados por pandillas armadas que intentan afianzar su dominio sobre zonas todavía bajo control del gobierno y de grupos comunitarios, según informó el jueves un portavoz de la Policía Nacional de Haití.
Lionel Lazarre, portavoz del cuerpo policial, declaró a Radio Caraïbes que dos soldados y cuatro civiles armados que colaboraban con las autoridades murieron en Kenscoff, una localidad ubicada en las afueras de la capital que hasta hace poco era considerada pacífica. Otros dos soldados y un número aún no confirmado de civiles fueron abatidos en Pacot, un barrio de Puerto Príncipe.
La noche del miércoles, el gobierno haitiano reportó además la muerte de al menos cuatro personas, entre policías y civiles armados, en el sector de Canapé-Vert, uno de los pocos barrios de la capital que no se encuentran bajo control de las bandas delictivas.
Videos difundidos en redes sociales muestran escenas de extrema violencia, incluyendo hombres armados mutilando cuerpos y mostrando cabezas humanas como trofeos. En una de las grabaciones se escucha a un agresor gritar: “Capturamos a los perros”.

Ergens St. Pierre, agente de policía y líder comunitario en Canapé-Vert, lamentó los hechos en una entrevista concedida al medio Tripotay Lakay. “El pueblo de Canapé-Vert está llorando mucho”, expresó. “Murieron por iniciativa personal, para que los criminales no vengan y se apoderen de su área”.
El consejo presidencial de transición y la oficina del primer ministro de Haití condenaron los ataques en comunicados separados, en los que también reconocieron que hubo varios heridos. “La oficina del gobierno reafirma que la lucha contra la inseguridad sigue siendo su máxima prioridad”, indicó el Ejecutivo.
Las bandas armadas, que según estimaciones controlan al menos el 85% de Puerto Príncipe, han intensificado sus ofensivas en zonas que hasta ahora se consideraban relativamente seguras, lo que ha provocado una escalada en los enfrentamientos entre pandilleros, fuerzas del orden y civiles organizados.
A principios de año, más de 260 personas fueron asesinadas en ataques similares en Kenscoff y Carrefour, de acuerdo con la misión política de la ONU en Haití.

Frente a la creciente violencia, la policía haitiana ha recibido apoyo de una misión internacional liderada por Kenia y respaldada por las Naciones Unidas, que busca frenar el avance de las bandas. No obstante, el despliegue enfrenta dificultades por falta de recursos y efectivos: hasta ahora solo se han desplegado unos 1.000 agentes, menos de la mitad de los 2.500 contemplados inicialmente.
En 2024, más de 5.600 personas fueron asesinadas en Haití, mientras que la violencia ha provocado el desplazamiento de más de un millón de personas, según cifras de la ONU.
La situación en Haití continúa deteriorándose ante la incapacidad del Estado para contener la expansión de las bandas criminales, que avanzan sobre zonas clave con extrema violencia. Mientras la población civil recurre a formas de autodefensa, el despliegue internacional avanza lentamente y sin los recursos prometidos, en medio de una crisis humanitaria agravada por el desplazamiento masivo y la destrucción del tejido social.
(Con información de AP)