
La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) alertó sobre un preocupante incremento en el tráfico y consumo de metanfetamina en Estados Unidos, señalando un repunte significativo en las incautaciones de esta droga y advirtiendo sobre su presentación en forma de píldoras que simulan medicamentos como Adderall o MDMA, dirigidas especialmente a adultos jóvenes.
“Lo que hemos visto recientemente, me asusta”, declaró el administrador interino de la DEA, Robert Murphy, durante una entrevista exclusiva con el corresponsal jefe de Justicia de ABC News, Pierre Thomas. Según Murphy, se estima que las incautaciones de metanfetamina podrían duplicarse este año respecto a 2024, luego de que, en la primera mitad de 2025, ya se han confiscado cerca de 70.000 libras (más de 31 toneladas) de la sustancia.
“En los primeros seis meses de este año ya superamos lo que incautamos el año pasado, y proyectamos que vamos a duplicarlo”, aseguró Murphy. El funcionario advirtió que la forma en que la metanfetamina está llegando a los consumidores está evolucionando peligrosamente.

Uno de los factores más alarmantes identificados por la DEA es la transformación de la metanfetamina en forma de píldoras que imitan medicamentos populares entre los jóvenes. Según explicó Murphy, esta presentación reduce el estigma asociado a las drogas inyectables y facilita su venta bajo el disfraz de fármacos conocidos como Adderall, utilizado para tratar el TDAH, o MDMA, comúnmente identificado como éxtasis.
“Todos los medicamentos que quieren nuestros chicos universitarios y menores, en realidad están recibiendo metanfetamina y no lo saben”, dijo Murphy. La preocupación radica en que estos consumidores creen estar tomando un estimulante recetado o una droga recreativa específica, sin saber que el contenido real es una sustancia altamente adictiva y potencialmente mortal.
El administrador de la DEA explicó que esta tendencia no sólo pone en riesgo a quienes buscan estos productos de forma ilegal, sino que hace prácticamente imposible que el consumidor promedio pueda distinguir entre una píldora real y una falsificada. “Casi todo lo que estamos incautando ahora es falso”, afirmó. ABC News reportó que los agentes de la DEA han tenido dificultades para identificar visualmente las drogas genuinas, lo que implica que los usuarios comunes tienen aún menos probabilidades de hacerlo.

De acuerdo con datos compartidos por Murphy, la DEA ya ha confiscado cerca de 70.000 libras de metanfetamina en lo que va del año, acercándose al total anual de 2024. “La metanfetamina es, por mucho, la droga más codiciada. Es lo que la gente quiere”, explicó. El aumento sostenido en la demanda está siendo aprovechado por organizaciones criminales que no sólo aumentan la producción, sino que perfeccionan sus métodos de distribución.
Como reflejo de la creciente preocupación, la DEA tiene previsto realizar una rueda de prensa esta semana para centrar la atención pública en el auge de esta droga. Según Murphy, hay un “enfoque enorme” por parte de los cárteles en convertir la metanfetamina en pastillas, lo cual representa una evolución en las estrategias de comercialización del narcotráfico en EEUU.
Murphy aseguró que los cárteles mexicanos tienen el control completo del negocio de la metanfetamina en Estados Unidos. “Controlan la producción, el contrabando, la distribución en Estados Unidos y, obviamente, la recolección del dinero y su regreso a México”, detalló. Esta estructura vertical ha permitido una eficiencia alarmante en el flujo de drogas a través de la frontera.
Además, los métodos utilizados por los traficantes han evolucionado de manera creativa y sofisticada. Desde ocultar píldoras de metanfetamina entre cebollines o cargamentos de apio, hasta disimular envíos dentro de cajas de pepinos, los cárteles aprovechan la amplitud de sus recursos logísticos. En una operación reciente durante la semana del 4 de julio, la DEA descubrió cientos de cajas de pepinos que contenían varios cientos de libras de metanfetamina, valoradas en casi 4 millones de dólares.
En otro caso, en mayo de este año, las autoridades federales y la Oficina de Investigación de Kansas arrestaron a seis personas que transportaban metanfetamina líquida en el tanque séptico de un autobús charter que rara vez llevaba pasajeros. La sospecha surgió precisamente por la falta de viajeros en el vehículo.
“Están limitados únicamente por su imaginación, y tienen una imaginación muy amplia”, dijo Murphy. Calificó la lucha contra el narcotráfico como “un juego del gato y el ratón”, donde los contrabandistas siempre buscan nuevas formas de burlar la vigilancia fronteriza.
A pesar de una disminución general en las muertes por sobredosis en Estados Unidos, las cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indican que los fallecimientos relacionados con la metanfetamina se han reducido mucho menos que los provocados por otras sustancias. Según las estadísticas más recientes, las muertes por sobredosis en general cayeron un 27% durante el último año.
Sin embargo, mientras las relacionadas con opioides como el fentanilo bajaron en más de un tercio, las muertes vinculadas con psicoestimulantes como la metanfetamina solo disminuyeron un 22%. Este contraste revela que, a pesar de los avances en algunas áreas de la lucha contra las drogas, la metanfetamina representa una amenaza persistente y resistente a las estrategias actuales de control.
“Comprar una píldora en la calle hoy en día es jugar con tu vida”, advirtió Murphy en su entrevista con ABC News. El funcionario reiteró que la DEA está intensificando los esfuerzos para contener la propagación de esta droga, pero subrayó que la naturaleza cambiante del mercado ilegal requiere una vigilancia constante y una respuesta inmediata.