“Reírnos, en definitiva, de nosotros mismos, de nuestras propias torpezas emocionales”. Con esta declaración, Javier Fesser resume el espíritu de Custodia repartida, su primera incursión en la serie televisiva. El director, conocido por títulos como Campeones y Camino, se adentra en el formato capitular para explorar el divorcio de una pareja en la cuarentena, combinando comedia y drama desde una perspectiva costumbrista y realista. La noticia central: Custodia repartida narra la historia de Cris (Lorena López) y Diego (Ricard Farré), quienes, tras separarse de mutuo acuerdo, intentan mantener la cordialidad por el bienestar de su hija de cinco años, pero se ven obligados a regresar a casa de sus padres, desencadenando una serie de situaciones inesperadas.
La serie, creada por Juanjo Moscardó Rius y María Mínguez, surge de experiencias personales. Moscardó relató a Infobae España: “Me separé y tenía un hijo, así que me fui a casa de mis padres en lo que pensaba que iba a ser una pequeña temporada, que terminó siendo más larga de lo esperado. Y ahí es cuando me di cuenta de que había un material de partida. Contar esas pequeñas cosas cotidianas que a veces son surrealistas cuando vuelves a vivir con tus padres con más de cuarenta años”. Esta premisa se traslada a la pantalla a través de ocho episodios, donde la convivencia intergeneracional y las diferencias de clase social se convierten en el eje de la trama.

En Custodia repartida, la vida de Cris y Diego se fragmenta tras la separación. Ella, absorbida por su trabajo como jefa en una empresa de ingeniería, y él, autónomo con pocos clientes y sin salario fijo, no pueden permitirse vivir solos ni cuidar de su hija por separado. La única salida es mudarse de nuevo con sus respectivos padres. Los abuelos, interpretados por Adriana Ozores y Francesc Orella (Merlí), reciben con entusiasmo a sus hijos y nieta, pero la convivencia pronto revela tensiones y dificultades. La serie muestra cómo lo que comienza como una separación amistosa se complica al enfrentarse a la realidad cotidiana.
El contraste entre las familias de los protagonistas añade profundidad al relato. Diego proviene de un entorno acomodado, lo que le permite afrontar el divorcio con menos dificultades económicas, mientras que Cris pertenece a una familia trabajadora y debe plantearse si renunciar a su posición profesional para conciliar la maternidad. La ficción aprovecha estos matices para ofrecer una visión fresca y realista de los desafíos de la conciliación familiar y laboral.

El reparto principal lo completan Aten Soria, Fernando Sansegundo, Lucía de Gracia y Clara de Ramón. La serie destaca por la autenticidad de sus personajes, algo que el propio Fesser subrayó en su entrevista con Infobae España: “Los personajes eran muy de verdad, me apetecía mucho explorar sus conflictos y había temas de actualidad que daban la oportunidad de abordarlos desde una perspectiva diferente. Tenía una razón de ser y, ahora mismo tanto como director, pero también como espectador, solo le pido a una película, una serie o un libro que cuenten historias que me enseñen y me aporten algo, que me transformen de alguna manera”.
Custodia repartida no busca innovar de forma radical, sino captar la realidad “a pie de calle”, según Fesser, quien insistió en la importancia de encontrar el equilibrio entre drama, comedia y absurdo.

La serie se compone de ocho capítulos y está disponible en Disney+.