Cuáles son los rasgos de personalidad de quienes realizan bullying en la escuela

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Quienes realizan bullying no aceptanQuienes realizan bullying no aceptan bien los fracasos ni las críticas, y pueden usar la agresión como forma de desahogo (Diario Del Sur)

El acoso escolar, conocido también como bullying, se ha convertido en una de las problemáticas más preocupantes en las instituciones educativas del Perú. De acuerdo con el Ministerio de Salud (Minsa), miles de niños y adolescentes son víctimas de este tipo de violencia cada año, lo que afecta gravemente su salud física, emocional y psicológica. Según datos del Seguro Social de Salud (EsSalud), los casos de ansiedad, depresión y baja autoestima relacionados con el acoso escolar han aumentado en los últimos años, especialmente tras el retorno a las clases presenciales.

El bullying no solo causa daños visibles, como lesiones o aislamiento social, sino también secuelas a largo plazo que pueden afectar el desarrollo académico y la salud mental de los menores. Por ello, cada primer jueves de noviembre se conmemora el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, una fecha que busca visibilizar este problema y promover entornos educativos más seguros y respetuosos.

Entender este fenómeno requiere analizar sus diferentes aristas, y una de las más importantes es conocer qué lleva a un estudiante a convertirse en acosador. Identificar los rasgos de personalidad de quienes ejercen violencia puede ser una herramienta clave para prevenir y detener el bullying en las aulas.

Los casos de ansiedad, depresiónLos casos de ansiedad, depresión y baja autoestima relacionados con el acoso escolar han aumentado en los últimos años (Freepik)

Los acosadores escolares no son todos iguales, pero la psicología ha identificado ciertos patrones comunes en su comportamiento y personalidad. Generalmente, los niños o adolescentes que ejercen bullying presentan dificultades para manejar sus emociones, baja empatía y una necesidad constante de control o poder sobre los demás.

Entre los rasgos más frecuentes de quienes realizan bullying en la escuela se encuentran los siguientes:

  • Baja empatía: tienen dificultad para ponerse en el lugar del otro o entender el impacto de sus acciones. Suelen minimizar o justificar el daño que causan.
  • Inseguridad encubierta: aunque aparenten fortaleza o liderazgo, muchos acosadores esconden una autoestima frágil y usan la violencia para sentirse superiores o aceptados.
  • Búsqueda de poder o reconocimiento: disfrutan de dominar o intimidar a otros para ganar estatus o atención dentro del grupo escolar.
  • Impulsividad y falta de autocontrol: tienden a reaccionar con agresividad ante la frustración o los conflictos.
  • Carencia de límites claros en casa: algunos provienen de entornos familiares donde hay violencia física o verbal, o donde no se establecen normas y consecuencias coherentes.
  • Escasa tolerancia a la frustración: no aceptan bien los fracasos ni las críticas, y pueden usar la agresión como forma de desahogo.

Además, hay que diferenciar entre el acosador activo, quien lidera las agresiones, y el pasivo o seguidor, que participa o apoya por presión del grupo. Ambos forman parte del ciclo del bullying y requieren orientación psicológica.

Los menores con una autoestimaLos menores con una autoestima baja o poca red de apoyo son más propensos a sufrir acoso de manera reiterada (Jovani Pérez|Infobae México)

Los acosadores tienden a elegir víctimas que perciben como diferentes o vulnerables. En muchos casos, los niños o adolescentes que sufren bullying destacan por algún rasgo físico, de personalidad o social que los hace blanco de burlas.

Las víctimas suelen ser estudiantes tímidos, reservados o con dificultades para integrarse al grupo. También son comunes los casos de acoso hacia quienes sobresalen académicamente, pertenecen a una minoría étnica, religiosa o sexual, o tienen alguna discapacidad. Según EsSalud, los menores con una autoestima baja o poca red de apoyo son más propensos a sufrir acoso de manera reiterada.

El acoso no siempre es físico. En la actualidad, el cyberbullying, el acoso a través de redes sociales o plataformas digitales, ha crecido de manera alarmante. Este tipo de violencia puede ser incluso más dañina, ya que se difunde rápidamente y deja a la víctima sin un espacio seguro.

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