
El Cardenal Robert Francis Prevost fue elegido como nuevo líder de la Iglesia Católica bajo el nombre de papa León XIV, convirtiéndose en el primer pontífice de nacionalidad estadounidense en ocupar el trono de San Pedro.
La elección fue anunciada tras la aparición de la tradicional humareda blanca desde la chimenea de la Capilla Sixtina, que marcó el consenso del cónclave de cardenales reunido en el Vaticano. Además del carácter espiritual y simbólico del cargo, el nuevo Papa tendrá acceso a una remuneración considerable.
De acuerdo con estimaciones del profesor Daniel Rober, especialista en estudios católicos de la Sacred Heart University, consultado por Fortune, el salario mensual asciende a 30.000 euros (aproximadamente 33.800 dólares), lo que representa un ingreso anual de 405.600 dólares.
Aunque esta cifra se encuentra en línea con la de altos mandatarios y líderes académicos de élite, la figura del pontífice ha estado tradicionalmente asociada con la humildad.

Según la misma fuente, el fallecido papa Francisco rechazó este salario durante su pontificado y solicitó que los fondos se destinaran a obras de caridad. “Vivió como jesuita durante décadas antes de ser obispo y mantuvo ese estilo de vida austero durante el resto de su vida”, explicó Rober a Fortune.
El salario de León XIV se aproxima al de otros altos cargos públicos y académicos. El presidente de los Estados Unidos percibe una remuneración base de 400.000 dólares anuales, más 170.000 dólares destinados a cubrir actividades oficiales, desplazamientos y entretenimiento.
También dispone de acceso gratuito a Air Force One, Marine One y seguridad permanente del Servicio Secreto, lo que representa un ahorro significativo en costos personales.

Por su parte, los rectores de universidades en Estados Unidos suelen recibir entre 250.000 y 372.000 dólares anuales, aunque en algunas instituciones, como Northwestern University, University of Vermont y Purdue University, las cifras alcanzan los 400.000 dólares. En universidades de élite como Harvard o Stanford, las remuneraciones superan el millón de dólares anual, según datos de Fortune.
El informe también menciona a figuras empresariales como Elon Musk y Mark Zuckerberg, cuyos sueldos formales son simbólicos o inexistentes, pero que obtienen ingresos por beneficios accionarios y compensaciones indirectas que incluyen aviones privados, seguridad personal y otros privilegios.
Más allá del salario, León XIV contará con beneficios únicos ligados al liderazgo del Vaticano, institución que representa a más de mil trecientos millones de fieles en todo el mundo.
Su residencia oficial será el Palacio Apostólico, una estructura de mantenimiento completamente financiado por el Estado vaticano. Todas sus necesidades diarias, incluyendo alimentación y vestimenta litúrgica personalizada, estarán cubiertas.

Entre los recursos disponibles se encuentra el Papamóvil y una flota de vehículos para desplazamientos oficiales. El sistema de salud del Vaticano proporciona atención médica gratuita, acceso a una farmacia privada y cobertura sanitaria permanente.
La seguridad personal del Papa está a cargo de la Guardia Suiza Pontificia, que asegura su protección tanto dentro como fuera del Estado vaticano. Estos beneficios se extienden más allá de su periodo de servicio activo.
En caso de retiro, como lo hizo en su momento Benedicto XVI, el Papa emérito recibe una pensión mensual de 2.500 euros (alrededor de 3.300 dólares). Además, se le garantiza una residencia dentro del Vaticano, alimentación, asistencia doméstica y todos los gastos personales cubiertos por la Santa Sede.
Estas condiciones consolidan al papado como un cargo no solo de profundo significado religioso, sino también como una posición dotada de garantías económicas y logísticas excepcionales. Aunque aún no se ha confirmado si León XIV aceptará el salario completo, su acceso a un entorno libre de necesidades materiales está asegurado.