
El colapso de una vieja casona en el distrito del Rímac interrumpió la mañana del jueves 23 de octubre con un estruendo que alarmó a todo el vecindario. A las 10 de la mañana, una pared de la vivienda ubicada en la cuadra cinco de la avenida Francisco Pizarro cedió sin previo aviso. En cuestión de segundos, una estructura de quincha y madera que había soportado el paso de los años se vino abajo, dejando como saldo la muerte de un trabajador de la construcción.
El inmueble, de dos niveles y recientemente vendido, se encontraba en proceso de remodelación. De acuerdo con los testigos, dos obreros laboraban en su interior. Uno de ellos se había retirado por unos minutos cuando la pared colapsó, sepultando al otro bajo los escombros. “Se escuchó un ruido fuerte, como una explosión, y luego solo vimos una nube de polvo”, relató una vecina a medios locales.
A los pocos minutos llegaron las unidades del Cuerpo General de Bomberos, alertadas por los residentes del lugar. Los socorristas removieron los restos de madera y adobe, pero solo confirmaron la muerte del trabajador. Las autoridades policiales acordonaron la zona, mientras los curiosos observaban el derrumbe que volvió a poner en evidencia el riesgo que representan las antiguas construcciones del centro histórico del Rímac.
El alcalde del distrito, Néstor de la Rosa, se trasladó al lugar junto a personal de Fiscalización y Defensa Civil para coordinar las acciones inmediatas. Desde el sitio, explicó que la obra no contaba con autorización municipal para ejecutar remodelaciones. “Hoy se ha perdido una vida. Se trata de una casona antigua y privada, donde se estaban realizando acondicionamientos sin permiso. Eso es lo que hemos podido verificar”, declaró la autoridad edil.

La tragedia encendió las alertas entre los habitantes de la quinta contigua al derrumbe, donde viven cerca de 23 familias. Temen que otras estructuras cedan en cualquier momento. “Así como esta casa, hay muchas en el centro histórico que están a punto de caerse”, expresó un funcionario municipal durante la transmisión en vivo desde el lugar del siniestro.
El funcionario recordó que este tipo de colapsos no es un hecho aislado. En los últimos años, se han registrado derrumbes similares en diferentes zonas del centro histórico. En todos los casos, las construcciones afectadas compartían las mismas características: materiales frágiles, intervenciones no autorizadas y falta de mantenimiento.

De la Rosa indicó que los trabajos dentro del inmueble siniestrado se desarrollaban sin los permisos correspondientes. “Vamos a clausurar el lugar, como corresponde. Es una obra sin autorización y, además, se trata de una zona con valor patrimonial donde cualquier intervención debe pasar por evaluaciones técnicas”, precisó.
El alcalde también reconoció las dificultades que enfrenta su municipio para fiscalizar todas las intervenciones clandestinas. Explicó que algunos propietarios realizan remodelaciones durante la noche y luego retiran los desechos de manera informal. “Hay mucho criollismo. Muchos hacen construcciones en la madrugada, sacan el desmonte sin permiso. Eso pasa regularmente”, señaló.
Durante la inspección, los fiscalizadores hallaron costales con restos de escombros listos para ser retirados de la vivienda. Los vecinos confirmaron que ese material se acumulaba desde días atrás. Algunos afirmaron que los trabajos tenían como objetivo acondicionar un espacio comercial, aunque la Municipalidad aún evalúa esa versión.
El incidente volvió a evidenciar la fragilidad de las edificaciones que forman parte del centro histórico del Rímac, muchas de las cuales superan el siglo de antigüedad. Las construcciones de adobe, quincha y madera, levantadas en una época en que no existían normas antisísmicas, se encuentran hoy en situación de alto riesgo.
Mientras la Policía y el equipo de Defensa Civil realizan las pericias correspondientes, el municipio del Rímac evalúa nuevas medidas de seguridad en la zona. Los vecinos, entre tanto, piden una respuesta urgente que evite que una tragedia como esta vuelva a repetirse en el corazón del distrito histórico.