Christopher Walken, uno de los actores más icónicos y singulares de Hollywood, ha compartido detalles sobre los desafíos que enfrenta en los rodajes y los secretos detrás de su método interpretativo.
En una entrevista para la Colección Legado de la Fundación SAG-AFTRA, el actor confesó que los momentos previos y posteriores a las tomas son cruciales para su desempeño, y señaló que elementos como la claqueta y las órdenes de “¡Acción!” y “¡Cortén!” pueden ser sus mayores obstáculos.
“Los buenos directores saben que estas palabras son los principales enemigos de un actor frente a la cámara”, afirmó Walken, quien también destacó la importancia de la espontaneidad en su trabajo.
De acuerdo con la entrevista, Walken explicó que los directores más experimentados suelen permitir que la cámara siga rodando antes y después de las tomas, lo que facilita a los actores entrar y salir de sus personajes de manera más natural.
“La mayoría de las escenas empiezan mucho antes de comenzar”, señaló el actor, quien también expresó su descontento con el momento en que el encargado de la claqueta interrumpe justo antes de que deba actuar. “Yo siempre le digo: ‘Despacio... No hagas eso justo antes de que tenga que actuar’”, añadió.

Con más de cinco décadas de trayectoria, Christopher Walken ha dejado una huella imborrable en la industria cinematográfica gracias a su único estilo y su capacidad para interpretar personajes complejos y memorables. Aunque no alcanzó el nivel de fama mediática de contemporáneos como Robert De Niro o Al Pacino, su presencia en pantalla es inconfundible.
Walken comenzó su carrera en el cine con papeles secundarios, destacando en producciones como Annie Hall (1977), de Woody Allen, donde interpretó al inquietante hermano del personaje de Diane Keaton.
El reconocimiento internacional llegó poco después con su papel en El cazador (1978), dirigida por Michael Cimino, donde encarnó a Nick, un joven soldado cuya experiencia en la guerra de Vietnam lo lleva al borde de la locura. Este trabajo le valió el Oscar al Mejor Actor de Reparto, consolidando su reputación como uno de los actores más versátiles de su generación.
Durante las décadas de 1980 y 1990, Walken continuó construyendo una filmografía diversa y prolífica. En 1983, protagonizó La zona muerta, dirigida por David Cronenberg y basada en la novela homónima de Stephen King, donde interpretó a un hombre que despierta de un coma con la capacidad de prever el futuro.
Dos años después, se unió a la franquicia de James Bond en Panorama para matar (1985), dirigida por John Glen, donde dio vida al villano Max Zorin.
En los años 90, Walken se destacó en papeles que exploraban personajes excéntricos, solitarios o moralmente ambiguos. En El rey de Nueva York (1990), de Abel Ferrara, interpretó a Frank White, un mafioso que busca instaurar un nuevo orden criminal tras salir de prisión. Más tarde, en Batman vuelve (1992), de Tim Burton, encarnó a Max Schreck, un empresario corrupto cuyo nombre rinde homenaje al actor que interpretó al conde Orlok en Nosferatu (1922).
Otros títulos destacados de esta época incluyen Amor a quemarropa (1993), de Tony Scott, Pulp Fiction (1994), de Quentin Tarantino, y Sleepy Hollow (1999), nuevamente bajo la dirección de Burton, donde interpretó al aterrador Jinete sin Cabeza.
Con el inicio del siglo XXI, Walken continuó demostrando su talento en producciones de alto perfil. En Atrápame si puedes (2002), de Steven Spielberg, interpretó a Frank Abagnale Sr., el padre del personaje de Leonardo DiCaprio, un papel que levalió su segunda nominación al Oscar al Mejor Actor de Reparto. Este reconocimiento reafirmó su capacidad para aportar profundidad emocional a sus personajes, incluso en roles secundarios.

Más recientemente, Walken ha participado en proyectos como Dune: Parte Dos (2024), dirigida por Denis Villeneuve, donde interpreta al Emperador, una figura clave en el conflicto por el control del planeta Arrakis. Este papel marca su regreso a las grandes producciones de ciencia ficción, un género en el que ha dejado una marca significativa a lo largo de su carrera.