Chloë Sevigny, ícono del cine independiente y de la moda, se prepara para un nuevo hito profesional con el estreno de After the Hunt en el Festival de Venecia 2025.
La actriz prioriza en la actualidad proyectos que no comprometen su bienestar personal, como expresó en una entrevista con Vogue, en la que analizó su trayectoria, los cambios culturales en la industria y la influencia de la autenticidad en su vida profesional y personal.
Explicó al medio que ahora valora propuestas que le permitan mantener su bienestar emocional y pasar tiempo con su familia sin sacrificar la profundidad artística. “Ahora elijo proyectos que me cuiden", aseguró.
Desde sus inicios en la escena underground de Nueva York en los 90, Sevigny construyó una reputación basada en la autenticidad y la rebeldía. Su salto a la fama llegó con “Kids”, que la posicionó como referente del cine alternativo y la cultura skate.

Con más de 80 proyectos, la actriz mostró preferencia por historias independientes y personajes complejos, al margen de las grandes producciones de Hollywood. Su trabajo en Boys Don’t Cry le valió nominaciones a los Oscar y los Globos de Oro. En 2010, recibió un Globo de Oro por la serie Big Love.
En la actualidad, Sevigny compagina su vida familiar junto a Siniša Mačković y su hijo con una carrera activa en cine y televisión, evidenciada en su reciente nominación al Emmy por Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez, según detalló a Vogue.
El estreno de After the Hunt, dirigida por Luca Guadagnino, marca un nuevo reto en su carrera. La película, con un elenco liderado por Julia Roberts, Andrew Garfield y Ayo Edebiri, aborda temas actuales como el abuso de poder, la cultura de la denuncia y los conflictos generacionales.
El guion, escrito por Nora Garrett, examina la desprotección de las víctimas y los matices del beneficio personal en distintos contextos generacionales.
Sevigny interpreta a una delegada universitaria de principios tradicionales, un papel que le presentó la oportunidad de explorar perspectivas alejadas de las suyas y que, según comentó a Vogue, resultó desafiante y atractivo por su profundidad.
La actriz explicó que la preparación para este personaje no implicó una investigación intensiva, ya que las discusiones sobre el movimiento #MeToo y las denuncias forman parte de su entorno diario.
“Hoy en día, la gente sigue intentando aprender a comportarse correctamente y tiene miedo de decir algo inapropiado”, afirmó Sevigny en la entrevista. Recordó que, en sus primeros años, los límites eran más difusos: “De jovencita, la gente se pasaba mucho de la raya. Por supuesto que he recibido comentarios que no eran ni políticamente correctos ni respetuosos con mi sexualidad”.
Aunque reconoce avances en la concienciación y la implementación de normas, como reuniones previas sobre conducta y cláusulas para evitar situaciones incómodas, observa que la cultura masculina aún predomina en los altos cargos de poder.
En la moda, Sevigny fue imagen de casas como Miu Miu, Louis Vuitton, Proenza Schouler y JW Anderson. Recientemente protagonizó la campaña otoño-invierno 2025 de Saint Laurent junto a Kate Moss.
Su estilo, caracterizado por la fusión de alta costura y piezas vintage, la convirtió en una figura de culto e inspiración para nuevas generaciones. En su diálogo con Vogue, Sevigny enfatizó su interés por diseñadores emergentes como August Barron, Glenn Martens y Dilara Findikoglu, y resaltó su admiración por Simone Rocha, con quien mantiene una relación cercana y cuyas creaciones planea vestir en Venecia.
Subrayó la importancia de dar visibilidad a mujeres creadoras en la industria y manifestó su deseo de que reciban mayor reconocimiento.
El balance entre vida profesional y familiar adquirió un significado distinto para Sevigny en años recientes. Participa en proyectos independientes y colabora con cineastas jóvenes, pero también acepta papeles más orientados al público masivo, como en la serie “The Five-Star Weekend”.

A medida que avanza su carrera, Sevigny concluyó con que sus prioridades cambiaron. Presenta una visión que refleja la experiencia adquirida tras décadas de actividad en la cultura contemporánea.