
Por Rafael Cores
29 Ago 2025, 16:15 PM EDT
QUEENS, NY – Desde 2021, Carlos Alcaraz no falla a su cita neoyorquina a finales de agosto. El US Open es uno de sus torneos favoritos: aquí se dio a conocer al gran público cuando con sólo 18 años derrotó al número 3 del mundo en aquel momento, Stefanos Tsitsipas; y aquí ganó su primer Grand Slam en 2022.
“En la pista me gusta mucho el ambiente”, comentó el español en rueda de prensa después de derrotar al italiano Luciano Darderi en tercera ronda por 6-2, 6-4 y 6-0.
Pero fuera del Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, en Corona Park, donde se juega el US Open, el murciano de 22 años no disfruta tanto del ajetreo de la Gran Manzana.
“Este es el Grand Slam más estresante”, aseguró Alcaraz, coincidiendo con su compatriota Jaume Munar, que había comentado lo mismo un día antes.
“Al final la ciudad… Hay mucha gente, mucho tráfico, todo va a velocidad por dos, lo cual puede estresarte un poco”, reconoció Alcaraz.
Ya no pasa desapercibido
Ganador de cinco “grandes”, el español está construyendo una rivalidad de leyenda con el italiano Jannik Sinner. Son la nueva cara del tenis masculino tras las retiradas de Roger Federer y Rafael Nadal, con permiso de Novak Djokovic, aún en activo.

Alcaraz es una celebridad que ya transciende el mundo del tenis. Y él lo siente también en Nueva York, quizá la ciudad donde es más fácil para un famoso pasar desapercibido. Hasta que uno se convierte en superestrella.
“Siento que este año en la calle me conocen más”, reconoció el murciano, que presenta un nuevo look desde el pasado domingo.
“No puedo caminar o desplazarme todo lo que quería, pero luego en el torneo todo es muy agradable y la gente me trata muy bien”, matizó.
“El tenis es puro business”
El US Open es conocido por el alto de precio de las entras en el “mercado secundario”, es decir, en la reventa. Este viernes, por ejemplo, un “ground pass” -sin acceso a asiento en el estadio principal- se revendía por $370 dólares. Preguntado por ello, Alcaraz admitió que el tenis es un negocio.
“Es una realidad que el tenis es business, esto es puro business”, comentó. “El tema de las entradas es oferta demanda. Que me gustarían que no fuesen tan caras… Es una pena poner un público que solo pueda llegar a ese precio de entradas. Pero al final es lo que hay y yo no puedo obligar a nadie a bajarlas”.
Alcaraz continuará el domingo su camino en busca de su segundo US Open ante el francés Arthur Rinderknech, número 82 del mundo.
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