El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar.
(REUTERS/Heino Kalis)El resultado neto de CaixaBank en los primeros nueve meses del año reflejó un crecimiento del 3,5% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, alcanzando un beneficio de 4.397 millones de euros, gracias a un aumento significativo en la actividad en el ámbito comercial dentro de un contexto de tipos de interés moderados en los primeros tres trimestres del ejercicio, según la documentación presentada por la entidad este viernes ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La llamativa cifra de crecimiento en el beneficio, sin embargo, se reduce al considerar un reconocimiento lineal del gravamen extraordinario al sector bancario del año anterior, imputado íntegramente en el primer trimestre de 2024. Si, en cambio, el pago del impuesto especial a la banca se hubiera repartido de manera proporcional a lo largo de todos los meses del año, en lugar de solo en el primer trimestre, el incremento de las ganancias de 2025 respecto a 2024 habría sido solo del 0,6%
El volumen de nueva financiación registrada por CaixaBank durante ese intervalo ascendió a 61.255 millones de euros, cifra que representa un aumento del 20% respecto al año anterior. Dicha expansión estuvo acompañada por subidas en áreas clave: las hipotecas crecieron un 39%, el crédito a empresas avanzó un 16% y el crédito al consumo se elevó un 12%. Estas cifras dan cuenta de un entorno operacional marcado por la respuesta positiva de los clientes en distintos segmentos productivos.
Dentro de la evolución de la actividad, el crédito bruto a clientes subió hasta 376.691 millones de euros, lo que representa un avance del 4,3% en el año. En paralelo, los recursos de clientes se situaron en 720.242 millones de euros, con una mejora del 5,1% respecto al cierre del ejercicio pasado.
En el apartado de gestión del riesgo, la entidad informó que la ratio de morosidad retrocedió hasta el 2,3%, apoyada en la reducción de 889 millones de euros en créditos dudosos a lo largo de 2025. Asimismo, la cobertura de la morosidad mejoró hasta situarse en el 72%, tres puntos porcentuales por encima del dato de cierre del año precedente. El coste del riesgo se mantuvo moderado, con un indicador del 0,24% en los últimos doce meses.
Los activos líquidos totales de CaixaBank alcanzaron los 173.883 millones de euros. El Liquidity Coverage Ratio (LCR) se redujo al 199%, todavía superando holgadamente el mínimo regulatorio del 100% pese a caer desde el 207% registrado al final de 2024. Por su parte, el Net Stable Funding Ratio (NSFR) se estableció en el 148% a 30 de septiembre, también por encima de los niveles exigidos y frente al 146% del cierre del año anterior.
Junto a la presentación de resultados, CaixaBank ha anunciado que pondrá en marcha un nuevo programa de recompra de acciones propias por un máximo de 500 millones de euros, respaldado por la autorización regulatoria y supervisado por un banco de inversión externo. El objetivo es reducir el capital social mediante la amortización de las acciones adquiridas, siguiendo el acuerdo aprobado en la Junta General de Accionistas de abril de 2025 o, en su caso, el de la Junta de 2026. El programa no podrá superar el 10% del capital social total y tendrá una vigencia máxima de seis meses desde su lanzamiento, con la posibilidad de finalizar anticipadamente si se alcanza el importe máximo o por otras causas justificadas. Las compras no superarán el 25% del volumen diario medio de acciones y se realizarán en los principales mercados bursátiles europeos.
Oficinas de CaixaBank. (Europa Press)Paralelamente, el Consejo de Administraciónn del banco ha aprobado el pago de un dividendo a cuenta de 0,1679 euros brutos por acción, equivalente al 40% del beneficio neto del primer semestre, a pagar el 7 de noviembre de 2025.
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