River e Inter de Milán protagonizaron un áspero choque por la última fecha del Grupo E del Mundial de Clubes. Y la temperatura se elevó luego de la expulsión de Lucas Martínez Quarta y una vez que los italianos se pusieron en ventaja. En ese contexto, el más efervescente fue Marcos Acuña, bicampeón de América y campeón del mundo con la selección argentina.
El Huevo mantuvo un duelo permanente con Denzel Dumfries, con quien traía viejas cuentas desde el cruce por los cuartos de final de Qatar 2022, cuando la Albiceleste se enfrentó a Países Bajos en el estadio Lusail. Y todo recrudeció al final.
Ya con el resultado 1-0, Acuña se enojó con el banco de suplentes italiano y acusó a uno de sus integrantes de haberle dedicado algún improperio. Ni el árbitro Ilgiz Tantashev ni sus compañeros pudieron detenerlo. ”Está hablando, cagón", le gritó a su apuntado.
En tiempo de descuento, quedó enganchado en una acción con Dumfries, quien había intervenido en el primer sofocón. El ex Ferro y Racing se levantó, le lanzó una especie de cabezazo y volaron los empujones. En esa refiega, el que terminó viendo la roja fue Gonzalo Montiel. Pero no todo quedó ahí.
Es que, cuando la pelota siguió rodando, el neerlandés pareció invitarlo a pelear fuera del campo. Y Acuña aceptó. Cuando sonó el pitazo final, Dumfries salió corriendo directo hacia el vestuario. Y el lateral lo siguió, con la intención de cumplir lo prometido. ¿La consecuencia? Los dos planteles, incluidos los cuerpos técnicos, se lanzaron a separarlos. El neerlandés se marchó a camerinos, mientras que al Huevo tuvieron que atenazarlo entre varios. Hasta Cristian Chivu, DT del Inter, se sumó al sprint para evitar una gresca peor.
Una vez que lograron frenar al Huevo, volvió la camaradería. Hubo saludos de Lautaro Martínez con sus compañeros de Selección y hasta un diálogo con Marcelo Gallardo, en el que lo felicitó por sus formas. “Le dije que me gusta su juego, cómo encara los partidos, solo eso”, contó el Toro.
“Entiendo las pulsaciones de los futbolistas, pero el final empañó un poquito, no es la imagen que queremos dar. Fue la gresca entre dos futbolistas con las pulsaciones altas y genera que todos se metan, que haya barullo. Por suerte se calmó rápido. No es nuestro estilo”, lamentó el técnico argentino en conferencia de prensa.
Durante el encuentro, en cuanto a lo estrictamente futbolístico, Acuña le ganó el duelo a Dumfries, al que no lo dejó desbordar, cuando es uno de los futbolistas más peligrosos del ataque del Neroazzurro. El lateral, además, protagonizó un cierre ante una chance clara de Lautaro Martínez: su toque terminó dando en el palo y la pelota la atajó Franco Armani.
El neuquino, de 33 años, fue uno de los jugadores más parejos del equipo en el Mundial de Clubes. Justo en un puesto en el que River busca un refuerzo (hay negociaciones en curso por Román Vega, de Argentinos Juniors). Su rendimiento es una buena señal para Gallardo, que sabe que puede contar con él.

