Botox y fillers: la búsqueda de la armonía

hace 8 horas 2

El Botox y los rellenos faciales (fillers) continúan siendo protagonistas en el mundo de la medicina estética, y 2025 no ha sido la excepción. Según el reconocido cirujano plástico Dr. David Shafer, estas técnicas no solo mantienen su relevancia, sino que se reinventan constantemente para adaptarse a nuevas indicaciones, perfeccionar resultados y ofrecer un enfoque más integral en el cuidado facial.

Durante más de 20 años, el Botox ha transformado la manera en que se aborda el envejecimiento facial.

“Cada año encontramos nuevas indicaciones porque las personas buscan formas creativas de usarlo. Lo interesante es que con Allergan se trabaja constantemente en obtener aprobaciones de la FDA, y eso legitima la investigación y los estudios clínicos”, explica Shafer.

Uno de los avances más recientes se centra en el cuello, específicamente en las bandas verticales que aparecen con la edad. La relajación de estos músculos no solo atenúa las líneas del cuello, sino que también mejora la definición de la mandíbula. 

“Al tratar estas zonas, logramos un efecto integral que impacta positivamente en la apariencia del rostro. La tendencia es lograr armonía en toda la zona facial, no solo eliminar arrugas puntuales”, señala el cirujano plástico con práctica en Nueva York.

“La tendencia es lograr armonía en toda la zona facial, no solo eliminar arrugas puntuales”, señala el Dr. David Shafer, con práctica en Nueva York./ Foto: Cortesía

Hoy los pacientes no buscan solo eliminar arrugas en la frente o alrededor de los ojos; desean un enfoque integral que contemple cuello, mandíbula y equilibrio facial general. Esto ha impulsado la popularidad de inyecciones en el músculo masetero, que no solo alivian problemas como el bruxismo, sino que afinan la forma del rostro y contribuyen a un contorno más armonioso.

La combinación de Botox y rellenos es otra tendencia en alza.

 “Muchos médicos aún no comprenden el potencial de esta integración. Entender la estructura del relleno permite que el rostro luzca más delgado y definido. Por ejemplo, si un paciente tiene mejillas poco armoniosas, al aplicarlo estratégicamente se logra un efecto estructural que mejora la apariencia general y da volumen donde se necesita”, explica el especialista.

Movilidad y naturalidad

Uno de los mitos más persistentes sobre el Botox es que paraliza el rostro. Shafer aclara: “Cuando se utiliza en exceso, puede afectar el movimiento y desequilibrar la armonía facial. Pero si se aplica en las dosis correctas, los resultados son naturales y duraderos. La clave está en la precisión y la sensibilidad del tratamiento”.

La educación y capacitación de los médicos es fundamental. Programas como ALEC ofrecen entrenamiento asistido por estudiantes y control de recursos para quienes realizan inyecciones, garantizando que los tratamientos se realicen de forma segura y eficaz.

 “Es vital que los pacientes sepan qué se les está aplicando y que los médicos tengan la formación adecuada”, enfatiza Shafer.

En cuanto a la duración del tratamiento, Shafer explica que la preocupación más común es que los efectos no sean lo suficientemente duraderos. Con variantes de acción más rápida próximamente disponibles, los pacientes podrán ver resultados más pronto y con mayor control sobre ajustes futuros.

La educación y capacitación de los médicos es fundamental a la hora de recurrir a estos tratamientos./Shutterstock

 “La duración de aproximadamente cuatro meses parece ser el punto óptimo: permite mantener los resultados sin comprometer la posibilidad de retoques”, asegura.

El panorama del Botox y los fillers en 2025 refleja un equilibrio entre innovación, conocimiento médico y demandas estéticas cada vez más sofisticadas. Con aplicaciones que van más allá de las arrugas y una integración estratégica de distintos tratamientos, los pacientes pueden lograr resultados naturales, armónicos y duraderos, mientras los médicos continúan perfeccionando sus técnicas y ampliando sus conocimientos.

“Estos tratamientos no solo mejoran la apariencia, sino que también aumentan la confianza y el bienestar de los pacientes. La clave está en un enfoque integral, la combinación de técnicas y la educación continua de los profesionales. La estética del futuro no se trata solo de verse bien, sino de sentirse bien de manera segura y armoniosa”, concluye Shafer.

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