Por primera vez en dos décadas, la contienda electoral no tiene como protagonista al Movimiento al Socialismo (MAS). En su lugar, dos figuras de la centroderecha y la derecha, Rodrigo Paz Pereira y Jorge ‘Tuto’ Quiroga, se disputan el liderazgo de un país que busca desesperadamente un nuevo rumbo tras el final de un largo ciclo de hegemonía de la izquierda.
El descontento social tiene raíces profundas y tangibles. Una inflación anual que alcanza el 23%, la notoria escasez de combustibles en todo el territorio, una drástica caída de las exportaciones y un endeudamiento público creciente conforman el cóctel perfecto para la ansiedad ciudadana.
La caída del MAS como fuerza dominante explica este nuevo panorama. El partido llegó a las elecciones fracturado, debilitado por las profundas divisiones internas entre el presidente saliente, Luis Arce, y su antiguo mentor, Evo Morales. La inhabilitación definitiva de Morales por parte del Tribunal Constitucional selló el fin de su proyecto de retorno al poder.
Para analistas críticos como el periodista Virginio Lema, lo que Bolivia vivió en los últimos veinte años fue mucho más que un gobierno de izquierda; fue una “dictadura” en toda regla. Lema califica este periodo como un proceso deliberado de “destrucción masiva” que afectó no solo a la economía y a la política, sino también al tejido social del país.
Sostiene que el MAS ejecutó un proyecto ajeno a los intereses bolivianos, un “imperio socialista” que fracturó a la sociedad y erosionó sus cimientos institucionales.
Según Lema, la estrategia del MAS se basó en la división y el control. Acusa al régimen de haber convertido a Bolivia en un “narcoestado” y de haber implementado una persecución sistemática contra cualquier voz disidente.
Estas graves denuncias no son solo discursivas. Lema, junto a un equipo de periodistas, las ha incorporado meticulosamente en una obra de cuatro volúmenes titulada "La destrucción documentada de Bolivia".
Estos libros, publicados bajo el riesgo que implicaba hacerlo “en dictadura”, se presentan como la prueba de los crímenes del régimen, “con más de 250 muertes en 20 años”.
- Su país tuvo un proceso eleccionario por la presidencia en primera vuelta y ahora se alista para el balotaje en octubre, entre Rodrigo Paz y Jorge ‘Tuto’ Quiroga. ¿Cómo analiza esta contienda y el devenir de los bolivianos?
Creo que en Bolivia todavía hay una gran confusión. Bolivia vive una dictadura de la que todavía no nos hemos podido liberar, que nos ha llevado a un proceso de destrucción masiva, no solo de la economía y la política, pero también de la sociedad. En Bolivia hemos tenido unas diferencias muy marcadas desde el gobierno en estos últimos 20 años, donde nos han dividido y nos han hecho creer que hay bolivianos de primera y bolivianos de segunda; que los bolivianos de primera son los indios, mientras nosotros seguimos diciendo que en Bolivia hay una sola nación, es la nación boliviana. Que uno pueda nacer con un color de ojos y un color de piel diferente, no nos hace en absoluto diferentes. Eso hace que el país pueda tener una perspectiva mucho más amplia en el mundo en el que vivimos. Creo que el próximo gobierno tiene tareas profundas. La primera de ellas es desinstalar toda esta hermenéutica que se ha generado desde la lógica del socialismo del siglo XXI, con unas antenas en todo el mundo. Siempre nos han hablado de los ‘imperios’, pero es el imperio socialista el que han tratado de imponer en nuestro país. Frente a toda esa gran confusión, creo que hoy día los bolivianos estamos con la expectativa de lograr la unidad, la cohesión de liderazgos, y podemos lograr acabar con el MAS y esa va a ser seguramente la primera de las tareas del próximo gobierno.
- En ese escenario de ‘gran confusión’, como usted lo llama, ¿qué papel juega una figura tan nefasta para Bolivia y para la región como Evo Morales?
Evo Morales es el líder de esto que se ha llamado el socialismo del siglo XXI en Bolivia. Es el líder de la destrucción masiva de nuestro país. Es así como titulan las cuatro obras que nosotros venimos a presentar a Estados Unidos. Una destrucción masiva en el ámbito económico, político, social, cultural. Han destruido la institucionalidad en el país. Y este hombre representa lo peor que le ha pasado a nuestro país en 200 años de vida republicana. Ellos [el MAS] han llegado con la idea de la igualdad y lo que han hecho es justamente dividirnos. Ellos han llegado con la idea del progreso y lo que han hecho es destruir todas las opciones que podemos tener como país. Ellos tienen una gran responsabilidad y tienen que pagarla. Soy un convencido de que la primera tarea que tiene el próximo gobierno es asumir la reparación de la justicia de miles y miles de familias, más de 10.000, que han tenido que escapar de Bolivia. Hoy tenemos más de 330 presos políticos. Hay más de 250 muertos por la dictadura en los últimos 20 años. Entonces, es mucha la reparación histórica que se tiene que hacer, pero nosotros creemos que en Bolivia no debe haber venganza, pero debe haber justicia. Una justicia que nos permita mirar hacia adelante con una perspectiva que nos permita construir un futuro, sabiendo que a ese pasado no podemos volver nunca más.
- Algunos analistas consideran que el retorno a la democracia y a las mejoras sociales y económicas en un país tomado por una dictadura, como Cuba o Venezuela, podría tardar incluso más de 10 años. Bolivia, con un presidente de centroderecha o de derecha, como se perfilan las elecciones de segunda vuelta, ¿cuánto cree usted que tardaría en volver a la normalidad democrática?
Soy muy respetuoso de los procesos de cada pueblo, algunos con vicisitudes diferentes. Si usted pone a tres cubanos o a tres latinoamericanos para que vean una película, luego nos van a mostrar tres películas diferentes. Siento que a Bolivia la podemos reparar rápidamente. Para hacer eso, el próximo gobierno tiene una gran tarea, además de enterrar todo ese socialismo que le ha hecho tanto daño a nuestro país, y es lograr un gobierno de unidad nacional, que convoque a las mejores mujeres y los mejores hombres para que lleven adelante un proceso de consenso y de búsqueda de la libertad profunda de nuestra patria, en base a cosas que nosotros en el espacio que hemos desarrollado, El Búnker [proyecto mediático alternativo y ciudadano]. De la política boliviana se ha sacado a la familia. De la política boliviana se ha sacado a Dios. Y si usted tiene a un pueblo que no le teme a Dios y a un pueblo que no dobla rodillas, un pueblo que no respeta a la familia, entonces tenemos lo peor de los pueblos. Creemos que todo eso tiene que recuperarse, recuperar la vida y su esencia, la propiedad, la libertad. En la medida que eso hagamos, en Bolivia probablemente en tres, cuatro o cinco años vamos a comenzar a ver nuevamente a un país, que es la Bolivia que soñamos todos.
- En este proceso de retorno a la democracia en su país, ¿qué tan importante son estos cuatro volúmenes de la obra titulada ‘La destrucción documentada de Bolivia’?
Allí van a encontrar las huellas de la destrucción masiva del país. Van a encontrar todas las pruebas de cómo han ido destruyendo Bolivia en estos últimos 20 años. Son miles de QR que nada más sacándole una fotografía te llevan a la prueba documental de todo lo que ha hecho el socialismo del siglo XXI en el país.
- ¿Se había elaborado una obra documental de esta envergadura en Bolivia?
Que yo sepa, no y estoy seguro de que no. Creo que se han hecho muchos intentos, pero lo que a nosotros además nos llena de satisfacción es haber impreso estos libros, no cuando la dictadura se fue y contar la historia desde la comodidad de un escritorio; lo hemos hecho en dictadura, cuando nos perseguían, cuando golpeaban a los bolivianos. En cada uno de estos libros está la lista de todos los muertos en Bolivia en manos de la dictadura. Aquí hacemos una acusación formal a más de 350 delincuentes del MAS que han matado, han robado, han destruido a Bolivia, con nombres y apellidos.
El próximo gobierno, lo único que tiene que hacer es agarrar los libros de ‘La destrucción documentada de Bolivia’, pasárselos a un fiscal y decir, ‘Señor fiscal, investigue’, porque están ahí las pruebas de cómo nos han robado, cómo nos han mentido, cómo han matado y cómo han destruido a Bolivia.