Benny Safdie vive un momento de consolidación profesional que lo posiciona en el centro de la conversación cinematográfica internacional. Tras el éxito de “The Smashing Machine”, su primer largometraje dirigido en solitario, el cineasta y actor recibió el León de Plata al Mejor Director en el Festival de Cine de Venecia.
Según relató en una entrevista exclusiva con Interview Magazine, el reciente reconocimiento lo sorprendió tanto como la ovación de 15 minutos que presenció en la sala. El artista de 39 años describió la experiencia como abrumadora y emotiva, marcada por la conexión silenciosa con el público y la sensación de estar inmerso en la historia viva del festival.
En diálogo con John Oliver, Safdie profundizó en el proceso creativo detrás de “The Smashing Machine”, una película que explora la vida del luchador de artes marciales mixtas (MMA) Mark Kerr.
El director confesó que la figura de Kerr lo cautivó por su complejidad. “Mark Kerr es un tipo extraño y hermoso. Es enorme, pero a la vez muy suave y reflexivo. Intenta comprender sus emociones como un psicoanalista, pero en el ring puede ser implacable. Me enamoré de su historia y quise entenderlo”, explicó en Interview Magazine.
Safdie subrayó la vulnerabilidad de Kerr fuera del cuadrilátero, un contraste que le resultó fascinante y que, en su opinión, conecta profundamente con la interpretación de Dwayne Johnson, protagonista del filme.

La fascinación del cineasta por los deportes de lucha va más allá de la superficie. Se interesó especialmente por la psicología de los luchadores y la hermandad que se forja en estos ambientes. Sobre esto, mencionó: “La única razón para hacerlo es la sensación que tienes dentro del ring. Peleas contra cuatro personas en una noche y te preguntas: ‘¿Qué lleva a alguien a hacer eso?’ Quería comprenderlo”.
Además destacó que, en la época en que se ambienta la película, las artes marciales mixtas eran vistas como una actividad marginal, incluso ilegal en algunos lugares, lo que obligaba a los luchadores a competir en el extranjero. “Eran auténticos forasteros, al inicio de algo que no sabían si prosperaría, pero lo hacían igual”, añadió.
El propio Safdie tiene una experiencia personal en el boxeo que influyó en su visión sobre la camaradería en los deportes de combate. A propósito de ello, compartió: “Boxeé un tiempo porque iba a interpretar a un boxeador, y ahí vi la cercanía entre todos. Es una sensación increíble ser bienvenido, y eso se vuelve adictivo”.
Aquella vivencia personal le permitió comprender la naturaleza inclusiva y solidaria de estos espacios, un aspecto que buscó reflejar en la película que encabezó desde su rol como director.
La colaboración con Dwayne Johnson fue otro de los puntos destacados por el entrevistado. El realizador percibió que Johnson, conocido como “The Rock”, se identificó profundamente con la historia de Kerr, llegando a imaginar cómo habría sido su vida si hubiera seguido un camino similar.
Safdie puso especial atención en la autenticidad de la caracterización, trabajando junto al maquillador Kazu Hiro para lograr un equilibrio entre la transformación física y la preservación de la identidad del actor. “No quería cambiar completamente su rostro. Optamos por una transformación sutil, para que siempre se pudiera ver a Dwayne a través del personaje”, explicó.
De este modo, el objetivo era que cualquier fragmento de la película pudiera percibirse como un momento real, con la textura y el ambiente de la época retratada.

El impacto emocional de la historia de Mark Kerr fue una preocupación central para la producción. El director expresó en Interview Magazine que buscó que tanto Kerr como su exesposa, Dawn Staples, se sintieran cómodos con el resultado.
“Quería que fuera una experiencia restaurativa para ellos. No iba a suavizar nada, pero sí deseaba que ver la película les ayudara a cerrar un ciclo”, afirmó. Además relató que, durante la presentación en Toronto, todos los involucrados se mostraron conformes con la obra.
En el tramo final de la entrevista, compartió la reacción de Kerr ante el renovado interés en su figura: el luchador expresó sentirse extraño por recibir atención después de años de anonimato, dudando de merecer ese reconocimiento.
Sin embargo, Benny Safdie defendió la importancia de valorar a quienes abrieron camino en el deporte, subrayando que el legado de Kerr y sus contemporáneos merece ser recordado y celebrado. Así, el director estadounidense reafirmó su convicción de que la memoria y el reconocimiento son actos de justicia para quienes forjaron la historia de las artes marciales mixtas.