
La historia de John Lennon y su salida de The Beatles sigue generando debates, interpretaciones y análisis, especialmente cuando la voz que aporta nuevos matices es la de su hijo, Sean Ono Lennon. En una entrevista reciente con BBC Radio 6 Music, recogida por NME, Sean abordó las verdaderas razones por las que su padre terminó arrastrando un notable resentimiento hacia la banda que cambió para siempre la historia de la música popular.
Su testimonio arrojó luz sobre un proceso complejo, marcado por luchas internas, la búsqueda de identidad artística y desencantos provocados por las exigencias del estrellato mundial.
Según Sean Ono Lennon, la imagen del John Lennon desencantado con The Beatles no responde a una simple pérdida de interés por la música o por la creación artística. El hijo del legendario músico explicó: “Creo que siempre fue rebelde dentro de ese marco, pero aun así resentía tener que ser un Beatle. Quería pasar página y convertirse en un artista radical y activista junto a mi madre”.
Estas declaraciones tomaron cuerpo durante el estreno del documental One To One: John & Yoko, una pieza que rescata imágenes inéditas del emblemático show benéfico realizado por la pareja en el Madison Square Garden, así como su vida juntos en Greenwich Village durante la década de los setenta. El testimonio de Sean subraya la tensión permanente entre el deseo de libertad creativa de su padre y “la maquinaria del pop”, un sistema que imponía límites y moldeaba identidades.

Uno de los puntos críticos que alimentó el resentimiento de John Lennon fue el tibio recibimiento que obtuvo el álbum Some Time in New York City en 1972. Registrado junto a Yoko Ono, el disco se alejó de los sonidos característicos de los Beatles y, según Sean, representaba “un espíritu proto-punk” y un enfoque más directo que desconcertó a la audiencia.
“Creo que las canciones son geniales, pero estaban menos pulidas de lo que la gente esperaba, y el mensaje político era muy directo. Cuando no vendió, fue un golpe duro para ellos”, afirmó Sean Ono Lennon sobre este trabajo. Las críticas negativas y la frialdad comercial golpearon a la pareja, que por ese entonces buscaba abrir nuevas sendas creativas.
El fracaso comercial de este proyecto fue más que una simple cuestión de ventas: representó una decepción ante la incomprensión del público y la crítica hacia un Lennon abiertamente político, combativo y menos interesado en los cánones del éxito fácil.
Tras el desencanto sufrido con Some Time in New York City, John Lennon experimentó un proceso de transformación artística. La grabación de Mind Games en 1973 significó un alejamiento del activismo frontal para explorar nuevamente temáticas menos controversiales, como el amor y las reflexiones más abstractas que siempre habían impregnado parte de su obra.
Sean Ono Lennon explicó este giro con claridad: “Se dieron cuenta de que ese camino no era divertido para ellos y quisieron volver a hacer música con otra energía”. Para John, el principal conflicto residía en la pesada herencia de ser un Beatle, una identidad que lo perseguía incluso cuando intentaba reinventarse. La necesidad constante de encajar en las expectativas del público le generaba una insatisfacción profunda, que se trasladó en parte a la forma en la que fue percibiendo su pasado dentro de la banda.

Aunque para millones de personas The Beatles representan la cima de la creatividad colectiva, para John Lennon el fenómeno tuvo un costo personal considerable. El éxito masivo transformó lo que inicialmente era “un juego de amigos y músicos” en una responsabilidad aplastante, que exigía mantenerse dentro de los moldes del pop y privaba de un margen amplio para la experimentación.
Según su hijo, el verdadero conflicto de John “fue con las exigencias de ser un Beatle y lo que eso conllevaba: una identidad que lo perseguía cuando buscaba reinventarse como artista”.
El deseo de forjar un camino propio, lejos de las imposiciones y los recuerdos recurrentes de su etapa más gloriosa, se convirtió en una batalla diaria. Sean Ono Lennon, desde su lugar de hijo y también de artista, reconoce que la incomprensión, los fracasos comerciales y las luchas internas marcaron el ánimo de su padre y su manera de mirar retrospectivamente la experiencia Beatle.