MIAMI — Pocos nombres tienen un eco tan profundo en las aulas de clase en América Latina como el de Aurelio Baldor, el autor del célebre libro Álgebra de Baldor, obra que ha formado a millones de estudiantes y continúa vigente más de siete décadas después de su publicación.
Detrás de ese texto, sin embargo, se encuentra la historia de un educador brillante, un exiliado político y un símbolo de la perseverancia ante la adversidad.
Nacido en La Habana el 22 de octubre de 1906, Baldor dedicó su vida a la enseñanza y a la formación del pensamiento lógico en los jóvenes. Fundó el Colegio Baldor, una institución de prestigio en el Vedado habanero, que llegó a albergar a más de 3.000 alumnos. Su compromiso con la educación lo convirtió en una de las figuras más respetadas del ámbito académico cubano de mediados del siglo XX.
"Persecución del régimen"
Su trayectoria se vio abruptamente interrumpida con el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. El régimen de Fidel Castro marcó el inicio de la persecución contra numerosos intelectuales y empresarios, entre ellos Baldor, cuyo colegio fue expropiado. Según relatan varios biógrafos, su detención fue ordenada por Raúl Castro, aunque Camilo Cienfuegos intervino para evitar su arresto, reseñó el portal de noticias Señal Colombia tv.
Ante la hostilidad del nuevo régimen, Baldor optó por abandonar Cuba en 1960. Primero se refugió en México, y más tarde se estableció en Estados Unidos, donde reanudó su labor docente en el Saint Peter’s College de Nueva Jersey. Su pasión por la enseñanza y su disciplina académica lo acompañaron hasta su fallecimiento, ocurrido el 3 de abril de 1976 en Miami.
Aunque su legado más conocido es matemático, Baldor se graduó como abogado en la Universidad de La Habana. Su formación humanista se reflejó en su estilo pedagógico, centrado en la claridad, el razonamiento y el esfuerzo como base del aprendizaje.
Un legado que sigue vigente
El Álgebra de Baldor no solo consolidó su nombre, sino que cambió la forma de enseñar matemáticas en la región. Su estructura didáctica, con más de 6.000 ejercicios y ejemplos prácticos, convirtió al texto en un clásico de las aulas. Su famosa portada —con la figura del matemático árabe Al-Juarismi, considerado el padre del álgebra— se transformó en un ícono cultural.
A pesar de su éxito editorial, Baldor nunca recibió regalías por sus obras. Según versiones biográficas, tras su exilio, los derechos fueron adquiridos por una editorial mexicana, y posteriormente el régimen cubano habría reeditado sus textos sin reconocer su autoría original.
Décadas después, el Álgebra de Baldor sigue siendo uno de los libros más vendidos en plataformas digitales como Amazon, donde continúa entre los más consultados en la categoría de Ciencias y Matemáticas.
Más allá de su monumental aporte académico, Aurelio Baldor representa la historia de un exilio forzado que no logró apagar la vocación de un maestro. Su obra, nacida del rigor, la fe y la constancia, continúa educando a nuevas generaciones en toda América Latina.
FUENTE: Con información de Señal Colombia TV/ Cubanet/Redes Sociales