
La noche del martes 23 de septiembre, las luces volvieron a encenderse en el set de Jimmy Kimmel Live! después de casi una semana de incertidumbre. El programa de ABC había sido suspendido indefinidamente el 17 de septiembre, luego de que el comediante generara polémica con comentarios en relación al asesinato del activista conservador Charlie Kirk.
En su retorno, Kimmel preparó una intervención de casi 18 minutos, mensaje en el que abordó la controversia que lo llevó fuera del aire.
Tras el programa, varias celebridades salieron en su defensa. Ben Stiller calificó su discurso de apertura como “un monólogo brillante” en una publicación en redes sociales.
El periodista Don Lemon coincidió: “Fue fantástico. Creo que acertó en el tono, y eso es de un profesional. Un verdadero profesional”, expresó en un video en Instagram, en el que criticó a quienes pedían el despido del presentador.
Stephen Colbert, cuyo programa fue cancelado recientemente tras criticar a Paramount, envió un mensaje desde la cuenta oficial de The Late Show: “Bienvenido de vuelta, hermano”.
Otras figuras, como Jamie Foxx, Melanie Griffith y Walton Goggins, también dejaron mensajes de aliento en la cuenta oficial de Jimmy Kimmel Live! en Instagram.
El conflicto comenzó el 15 de septiembre, cuando Kimmel hizo comentarios sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk.
En su monólogo de aquella noche, señaló que “la pandilla MAGA [estaba] desesperada por describir a este chico que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa que no fuera uno de ellos, y haciendo todo lo posible para sacar rédito político de ello”.
La broma sarcástica de Kimmel fue considerada una falta de respeto, y desató una reacción en cadena de ejecutivos y medios conservadores.
Según The Hollywood Reporter, el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, amenazó con reconsiderar las licencias de los afiliados de ABC si Disney no tomaba medidas. Bajo esta presión y temiendo una escalada política, la compañía suspendió indefinidamente el programa el 17 de septiembre.
Disney explicó en un comunicado que la decisión buscaba “evitar inflamar aún más una situación tensa en un momento delicado para nuestro país” y consideró que los comentarios habían sido “inoportunos y, por lo tanto, insensibles”.
No obstante, la medida desató críticas inmediatas desde Hollywood.
El lunes previo al regreso del comediante, la ACLU publicó una carta abierta firmada por más de 400 figuras, entre ellas Jennifer Aniston, Meryl Streep, Tom Hanks, Ben Affleck y Robert De Niro, en donde se calificaba la suspensión como “un oscuro momento para la libertad de expresión en nuestra nación”.
Al reaparecer frente a su público el 23 de septiembre, Kimmel inició un mensaje directo: “Este show no es importante. Lo que es importante es que vivamos en un país que nos permite tener un show como este”.
Durante su monólogo, el presentador agradeció a colegas, audiencia, y hasta a quienes no comparten sus ideas pero tomaron partido por defender su derecho a expresarlas.
Kimmel también aclaró sus declaraciones sobre el caso Kirk: “Nunca fue mi intención tomar a la ligera el asesinato de un joven. Tampoco fue mi intención culpar a un grupo específico por las acciones de un individuo obviamente perturbado”.
Reconoció que, aunque su mensaje pudo haber parecido “inoportuno o poco claro”, comprendía la molestia de quienes se sintieron aludidos.

El conductor, que habló con voz quebrada en ciertos puntos de su discurso, también recordó las palabras de Erika Kirk, viuda del activista, quien perdonó públicamente al asesino de su esposo.
“Ese es un ejemplo que deberíamos seguir. Me conmovió profundamente”, dijo Kimmel.
Sin embargo, el presentador también criticó la administración de Donald Trump, a quien responsabilizó de ejercer presión por su suspensión.
“El presidente de Estados Unidos dejó muy claro que quiere vernos a mí y a cientos de personas que trabajan aquí despedidos. Nuestro líder celebra que los estadounidenses pierdan sus medios de vida porque no soporta una broma”, afirmó.
Asimismo, Kimmel argumentó que su labor como comunicador es un ejercicio protegido por la Constitución.
Pero el regreso no estuvo exento de detractores. Algunos comentaristas conservadores lo acusaron de fingir sus lágrimas y de no disculparse lo suficiente.
Trump, por su parte, arremetió en Truth Social: “No puedo creer que ABC Fake News le devolviera el trabajo a Jimmy Kimmel. Su audiencia está desaparecida, y su ‘talento’ nunca existió”.