
El nombramiento del cardenal Robert Francis Prevost como el nuevo papa León XIV, el primer pontífice de origen estadounidense, ha provocado reacciones inmediatas en el más alto nivel político de Estados Unidos. Desde la Casa Blanca hasta el Congreso, líderes de diversas tendencias expresaron su reconocimiento a este momento histórico para la nación y la Iglesia católica. La designación de Prevost, de 69 años, con nacionalidades estadounidense y peruana, rompe el antiguo tabú que impedía que un estadounidense ocupara el papado.
El presidente Donald J. Trump fue el primero en manifestarse. A través de un mensaje en Truth Social, más tarde republicado por la Casa Blanca en X junto con fotografías de Prevost, declaró: “Felicitaciones al cardenal Robert Francis Prevost, quien acaba de ser nombrado papa. Es un gran honor saber que es el primer papa estadounidense. ¡Qué emoción y qué gran honor para nuestro país! Espero con ansias reunirme con el papa Leo XIV. ¡Será un momento muy significativo!”. El mensaje destacó el orgullo nacional y anticipa una futura reunión entre el mandatario y el pontífice.
El vicepresidente JD Vance también expresó su respaldo. En su cuenta oficial en X escribió: “Felicitaciones al papa Leo XIV, el primer papa estadounidense, por su elección. Estoy seguro de que millones de católicos estadounidenses y otros cristianos rezarán por su éxito al dirigir la Iglesia. ¡Que Dios lo bendiga!” (@JDVance). Su declaración refleja el entusiasmo de sectores conservadores y el respaldo del gobierno a la nueva etapa del Vaticano.
Prevost, natural de Chicago, vivió y trabajó en Perú durante años como misionero y posteriormente como arzobispo de Chiclayo. En 2015 adquirió la ciudadanía peruana, consolidando una identidad binacional que, según AP, contribuyó a su aceptación entre los cardenales electores. Su papel como líder de la orden agustina y prefecto del Dicasterio para los Obispos le otorgó una proyección internacional clave para su elección.
El papa Francisco confió a Prevost responsabilidades de alto perfil, incluidas la presidencia de la Comisión Pontificia para América Latina y la incorporación histórica de mujeres en los procesos de nominación episcopal. Estas reformas, consideradas entre las más relevantes del pontificado de Francisco, y su cercanía con el pontífice argentino fueron factores determinantes en su elección, informó AP.
El ascenso de Prevost podría redefinir las relaciones entre el Vaticano y Estados Unidos, donde reside una de las comunidades católicas más influyentes. Además, su vínculo con América Latina promete una atención renovada a esta región, que concentra el mayor número de fieles católicos del mundo. “No importa cuántos problemas tenga, mantiene el buen humor y la alegría”, recordó el reverendo Fidel Purisaca Vigil, excolaborador de Prevost en Chiclayo, según declaraciones recogidas por AP.
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