Lo que parecía una tarde tranquila en la ciudad de Warren en Michigan se transformó en una escena crítica cuando múltiples llamadas al 911 alertaron a las autoridades sobre un hombre que intentaba lanzarse desde un paso elevado de la autopista I-696. El incidente ocurrió cerca del final del turno de varios oficiales del Departamento de Policía de Warren, durante el domingo de Pascua, en la intersección con Groesbeck. Según CBS News, la rápida respuesta de los agentes y su entrenamiento en técnicas de desescalada fueron claves para evitar una tragedia.
“Hay un hombre en la reja, no sé si va a saltar, no sé qué está haciendo”, dijo una de las personas que llamó a emergencias al presenciar al individuo adherido en la valla de seguridad del paso elevado. Al llegar al lugar, los oficiales encontraron al sujeto —un hombre de 32 años— sentado sobre la reja, con una clara intención de arrojarse al vacío.
Las imágenes captadas por las cámaras corporales de los agentes muestran cómo, desde el primer momento, los policías implementaron estrategias de intervención en crisis. Se acercaron con cautela, evitaron movimientos bruscos y buscaron establecer un diálogo directo con el hombre. Su objetivo era lograr una conexión emocional que permitiera evitar el suicidio.

El teniente John Gajewski, portavoz del Departamento de Policía de Warren, explicó que la respuesta de los oficiales fue una aplicación directa del entrenamiento que han recibido para manejar situaciones de alto riesgo emocional. Según CBS News, este entrenamiento incluye ejercicios basados en escenarios donde los agentes enfrentan situaciones simuladas con actores que representan diferentes tipos de crisis, con un enfoque en el desarrollo de habilidades comunicativas, empatía y control emocional.
“Nuestros oficiales bajaron de los patrulleros y de inmediato entraron en modo de intervención en crisis, desescalada, inteligencia emocional y empatía humana”, afirmó Gajewski. Durante aproximadamente cinco minutos, los policías mantuvieron una conversación con el sujeto, tratando de conocer su nombre, sus emociones y sus motivos, sin presionarlo ni juzgarlo. Todo el intercambio se realizó con un tono sereno y respetuoso, como si se tratara de un diálogo entre adultos iguales, no entre una autoridad y una persona detenida.
El teniente destacó que este tipo de respuesta no es improvisada, sino fruto de una preparación específica que busca evitar el uso de la fuerza cuando la comunicación puede salvar vidas. “Hacemos ejercicios basados en escenarios donde los oficiales enfrentan distintas situaciones con actores, y se enfocan en perfeccionar sus habilidades de comunicación”, señaló.

En las grabaciones, se observa cómo los oficiales no solo intentan disuadir al hombre de saltar, sino que también buscan que se sienta escuchado. Le preguntan su nombre, tratan de comprender lo que está sintiendo y le aseguran que no está solo. El enfoque no fue policial en el sentido tradicional, sino más humano. Esa conversación fue lo que, según Gajewski, terminó marcando la diferencia.
“Los oficiales lograron desarrollar una conexión con este hombre, hablándole como adulto a adulto, no como en una detención de tránsito. Es un ejemplo de cómo el trabajo en equipo y el entrenamiento pueden salvar una vida”, sostuvo el teniente.
Los agentes, actuando en conjunto y sin perder la calma, lograron que el hombre desistiera de sus intenciones. Finalmente, accedió a bajar de la reja sin necesidad de intervención física. Fue atendido en el lugar por personal médico y posteriormente trasladado a un hospital cercano, donde fue sometido a una evaluación de salud mental.

Luego del suceso, el Departamento de Policía de Warren confirmó que el individuo recibió atención médica inmediata para valorar su estado emocional. Según información recogida por CBS News, tras ser evaluado por profesionales de salud mental, el hombre fue dado de alta y ya se encuentra nuevamente en su hogar.
Este incidente subraya la importancia de contar con fuerzas policiales capacitadas en la gestión de crisis emocionales. En vez de recurrir al uso de la fuerza, los oficiales de Warren demostraron que la empatía, el respeto y el entrenamiento en desescalada pueden evitar tragedias silenciosas como los intentos de suicidio. La escena, aunque breve, revela el impacto que una intervención adecuada puede tener en la vida de una persona en estado de desesperación.
El Departamento de Policía de Warren señaló que este caso representa un ejemplo del compromiso de sus oficiales con la comunidad, no solo como autoridades del orden, sino como seres humanos preparados para responder en los momentos más críticos.