La sonda Lucy, lanzada por la NASA en 2021, sobrevoló el 20 de abril de 2025 el asteroide Donaldjohanson, un objeto rocoso ubicado en el cinturón principal de asteroides entre Marte y Júpiter. Durante el acercamiento, la nave pasó a tan solo 960 kilómetros de la superficie del asteroide, alcanzando una velocidad relativa de más de 48.000 kilómetros por hora. El evento permitió captar imágenes de alta resolución que revelan una estructura sorprendente y compleja del objeto celeste, según informó la agencia espacial en un comunicado.
El asteroide Donaldjohanson presenta una forma que ha sido comparada con un cacahuate o una pesa de gimnasio, con dos lóbulos conectados por un cuello estrecho. Las imágenes procesadas por el instrumento L’LORRI (Lucy Long Range Reconnaissance Imager) muestran que uno de los lóbulos es visiblemente más pequeño, aunque ambos comparten una circunferencia similar. La superficie del asteroide es gris clara, con cráteres de bordes suaves distribuidos de manera desigual: el lóbulo mayor concentra la mayor cantidad de impactos visibles.
Una de las revelaciones más destacadas es que el asteroide es más grande de lo que los científicos anticipaban. A partir del análisis preliminar de las primeras imágenes recibidas, Donaldjohanson mide aproximadamente 8 kilómetros de largo y 3,5 kilómetros en su punto más ancho. Su tamaño excede el campo de visión de la cámara L’LORRI, lo que impidió registrar el cuerpo completo en una sola toma. Se espera que en el transcurso de una semana se complete la descarga de datos para obtener una visión global del objeto.

Este acercamiento no estaba destinado al objetivo principal de la misión Lucy, sino que funcionó como un ensayo general para los encuentros planeados con los asteroides troyanos de Júpiter, programados entre 2027 y 2033. En una etapa previa, la nave ya había probado sus capacidades con el sobrevuelo del asteroide Dinkinesh, pero en esta ocasión los científicos ejecutaron una serie de observaciones densas para maximizar la recolección de datos. Según explicó la NASA, esta práctica fue crucial para calibrar el rendimiento de los instrumentos en un entorno real de operación.
Durante el sobrevuelo, además de las imágenes captadas por L’LORRI, la nave también recolectó datos mediante los instrumentos L’Ralph (espectrómetro infrarrojo y cámara multiespectral) y L’TES (espectrómetro térmico infrarrojo), diseñados para estudiar la composición y temperatura superficial del asteroide. La información obtenida por estos sensores será procesada en las próximas semanas. El procesamiento de datos permitirá profundizar en la estructura interna, historia de colisiones y otros aspectos claves para comprender la formación de los planetas en el sistema solar.

Donaldjohanson pertenece a una clase de objetos conocidos como binarios de contacto, formados cuando dos cuerpos menores colisionan y quedan fusionados. Aunque los científicos ya sospechaban de esta configuración debido a variaciones de brillo detectadas en observaciones anteriores, lo que sorprendió al equipo fue la forma del cuello estrecho que conecta ambos lóbulos, descrito como dos conos de helado invertidos uno dentro del otro. “El asteroide Donaldjohanson tiene una geología sorprendentemente complicada”, afirmó Hal Levison, investigador principal de la misión Lucy en el Southwest Research Institute (SwRI), citado por la NASA.
El asteroide Donaldjohanson recibe su nombre en honor al paleontólogo que descubrió el fósil de Lucy hace 50 años en Etiopía, mientras que la misión espacial también rinde homenaje a ese hallazgo y al tema de los Beatles “Lucy in the Sky with Diamonds”. La sonda lleva a bordo una placa con fragmentos de letras de canciones y frases grabadas en un disco de diamante sintético, utilizado como parte de sus instrumentos científicos.
La misión Lucy es la decimotercera del programa Discovery de la NASA, coordinada por el Centro de Vuelo Espacial Goddard en Maryland. El diseño y construcción de la nave estuvo a cargo de Lockheed Martin Space, mientras que la navegación está en manos de Goddard y KinetX Aerospace. El SwRI lidera el equipo científico, la planificación de observaciones y el procesamiento de datos. Otros participantes incluyen el Johns Hopkins Applied Physics Laboratory, responsable del diseño del L’LORRI, y la Universidad Estatal de Arizona, que construyó el L’TES.