La población de Globe, en el condado de Gila, Arizona, enfrenta las consecuencias de un fenómeno meteorológico que alteró de forma súbita la vida local durante la madrugada del viernes.
En pocas horas, una intensa precipitación desencadenó el desbordamiento de ríos y arroyos, provocando una inundación repentina que arrastró vehículos y afectó el centro histórico de la ciudad.
El saldo inicial incluye al menos cuatro víctimas fatales y dos personas desaparecidas, según informó la agencia EFE.

Ander Polanco, identificado por la policía de Scottsdale, fue hallado tras un operativo de rescate cuando bajaron las aguas. Los otros tres fallecidos, confirmados por las autoridades del condado de Gila y AP, fueron encontrados en o cerca de vehículos, atrapados por la fuerza de la corriente.
La emergencia se agravó por la dispersión de aproximadamente 1.000 tanques de propano desde una planta industrial, lo que generó una situación de riesgo químico en el área céntrica. Los equipos de emergencia, bomberos y fuerzas de seguridad coordinaron la retirada de los cilindros para reducir el peligro, según ABC News. El acceso al área fue restringido hasta retirar los escombros y materiales peligrosos.

El consejo municipal de Globe declaró el estado de emergencia, calificando el episodio de devastador. El jefe de emergencias, Carl Melford, señaló que las prioridades incluyen la localización de desaparecidos, la asistencia a los damnificados y la evaluación de daños estructurales en hogares y comercios.
Habitantes relataron que debieron subir a los techos de sus viviendas para protegerse de la crecida y que algunas personas quedaron atrapadas en locales comerciales, como una mujer embarazada que logró escapar nadando, según testimonios recogidos por NBC News.
El balance de víctimas y daños permanece abierto, ya que la dimensión total del desastre continúa bajo monitoreo. Las alertas en Arizona siguen activas mientras avanzan las tareas de rescate y limpieza. La comunidad de Globe enfrenta la ardua recuperación tras un evento sin precedentes en la región.

Estos fenómenos meteorológicos extremos evidencian la vulnerabilidad de la región ante distintos tipos de emergencias naturales.
Durante el último mes, las autoridades y habitantes de la región ya habían experimentado inundaciones de características similares a las actuales, lo que evidencia la frecuencia con la que estos fenómenos afectan la zona.
La ciudad de Phoenix y gran parte del condado de Maricopa atravesaron una grave emergencia climática a fines de agosto, cuando una tormenta de polvo tipo haboob cubrió en pocos minutos extensas áreas urbanas y rurales.
Según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, el fenómeno registró ráfagas de viento de hasta 70 millas por hora (unos 113 kilómetros por hora) y precipitaciones que sumaron 0,29 pulgadas (unos 7,4 milímetros), generando el corte del suministro eléctrico en miles de viviendas, la suspensión de vuelos y la imposibilidad de transitar por rutas y autopistas.
El avance de la nube de polvo se produjo en horario pico, lo que agravó la situación de conductores forzados a detenerse por la escasa visibilidad, reducida por momentos a apenas 15 metros. Habitantes como Richard Filley de Gilbert describieron la fuerza del viento que derribó postes y permitió que el polvo ingresara en viviendas a través de puertas y ventanas.
Según datos de PowerOutage.us, más de 15.000 usuarios resultaron afectados por la interrupción del servicio eléctrico, en su mayoría en el condado de Maricopa. Las ráfagas derribaron árboles y estructuras, generando también fallos en semáforos que obligaron a la intervención de cuadrillas de mantenimiento y policías de tránsito en varios puntos de Gilbert y otros suburbios.
(Con información de AP y EFE)