
Un nuevo podcast ha vuelto a poner en el centro de la discusión las experiencias de las concursantes de America’s Next Top Model (ANTM), el icónico programa de competencia de modelos que se transmitió entre 2003 y 2018. A través de entrevistas con ex participantes, productores y miembros del equipo, se exponen testimonios que revelan el costo emocional y profesional que significó para muchas jóvenes haber estado en el show.
En el primer episodio, la presentadora Bridget Armstrong compartió fragmentos de entrevistas que incluyen la voz de Lisa D’Amato, ganadora del ciclo cinco. La modelo aseguró que, tras su victoria, su carrera se vio profundamente afectada en lugar de beneficiada.
“No pude conseguir una agencia. Me dijeron: ‘No podemos contratarte para nada’. Los clientes que normalmente atendía, como Neutrogena o Crest, no querían verme después del programa”, expresó.
La modelo agregó con crudeza: “Me destruyeron completamente”, refiriéndose a cómo la exposición mediática terminó cerrándole puertas en lugar de abrirlas. Su testimonio es uno de los más contundentes en el podcast, pero no el único.
El caso de D’Amato no fue aislado. En el podcast también aparece Gina Turner, quien participó en el ciclo final del reality. La modelo relató que incluso cuando agentes reconocían su potencial, el simple hecho de haber estado en America’s Next Top Model era visto como un obstáculo.

“Una agente me dijo que sabía que estaba en el programa y que le encantaba mi look, pero que la agencia no suele asociarse con chicas de ANTM porque es demasiado molesto para muchos clientes”, contó Turner. Su declaración refleja una realidad compartida por varias ex concursantes que no lograron traducir la exposición televisiva en una carrera estable dentro de la industria.
Durante sus 15 años al aire, America’s Next Top Model coronó a 24 ganadoras y fue un formato innovador dentro de los realities de competencia. Sin embargo, con el paso del tiempo, la producción y su presentadora, Tyra Banks, han sido objeto de crecientes cuestionamientos.
Críticas previas han señalado la manera en que el programa sometía a las participantes a situaciones extremas en nombre del entretenimiento, desde cambios radicales de imagen hasta comentarios duros del jurado. Al cumplirse el 20.º aniversario de ANTM en 2023, varias ex concursantes aprovecharon para denunciar públicamente el impacto negativo que vivieron.
D’Amato, en particular, comparó su experiencia con el Experimento de la Prisión de Stanford, un estudio psicológico sobre abuso de poder y manipulación. Además, reveló en redes sociales que Tyra Banks la había bloqueado, lo que intensificó el debate sobre la responsabilidad de la presentadora y del equipo de producción.
La paradoja de America’s Next Top Model es que, mientras fue un trampolín hacia la visibilidad mediática, para muchas significó un freno en su carrera. La exposición masiva no siempre se tradujo en contratos ni campañas, y en algunos casos, fue vista como un estigma dentro del competitivo mundo del modelaje.

Expertos en entretenimiento han explicado que la televisión de reality tiende a crear personajes en lugar de impulsar trayectorias profesionales reales, lo que puede dejar a los participantes atrapados en una imagen difícil de superar. En el caso de ANTM, esa dinámica se ve reflejada en los testimonios que hoy emergen con fuerza.
Las denuncias sobre el impacto emocional del reality se enmarcan en una conversación más amplia sobre la responsabilidad de los medios de entretenimiento frente a los concursantes que participan en ellos. Realities como Survivor, The Bachelor o Love Island también han enfrentado controversias similares, en las que se cuestiona hasta qué punto las cadenas priorizan el espectáculo por encima de la salud mental de los participantes.
En los últimos años, varias productoras han implementado protocolos de apoyo psicológico para quienes participan en este tipo de formatos, reconociendo el riesgo que supone la exposición pública masiva y la presión constante. Sin embargo, para las concursantes de ANTM, estas medidas llegaron demasiado tarde.
A más de dos décadas del estreno de America’s Next Top Model, las historias de D’Amato, Turner y otras participantes muestran que la huella del programa sigue viva. Lo que en su momento se promocionaba como una oportunidad única para alcanzar el éxito en el modelaje terminó, en muchos casos, dejando una sensación de pérdida, frustración y trauma.