
Ana de Armas regresa con fuerza a la gran pantalla en Ballerina, el tan esperado spin-off de la exitosa saga John Wick, que llegará a los cines el 6 de junio. En una entrevista exclusiva con Elle, la actriz cubana se adentra en los retos físicos y emocionales que implicó su participación en este proyecto de alto voltaje.
Además, reflexiona sobre su relación con la fama, el impacto de las críticas y la evolución de los personajes femeninos en la industria de Hollywood. Sin pelos en la lengua, De Armas ofrece una visión íntima de su presente tanto personal como profesional.
Ballerina representa una apuesta ambiciosa dentro del exitoso universo cinematográfico de John Wick, que ha conquistado a millones de espectadores en todo el mundo.
Según informó Elle, Ana de Armas se sintió cautivada desde el primer momento: “Como fan, en cuanto me ofrecieron el personaje y me contaron la idea que tenían sobre el guion, cómo querían mezclar las dos historias, Ballerina con el mundo de John Wick, todo me pareció muy orgánico y que tenía sentido”, expresó.
Aunque ya contaba con experiencia en películas de acción, este proyecto implicó un desafío superior. “Lo que llevé a cabo en Ballerina no se puede comparar con nada de lo anterior”, confesó la actriz a Elle.
La presión de continuar una historia con una base de seguidores tan sólida fue uno de los principales retos: “Asumirlo me asustaba un poco. Pero estaba en muy buenas manos, con un equipo excepcional, y eso me dio seguridad”.
Ana de Armas nació en La Habana en 1988 y dio sus primeros pasos en la interpretación en su país natal. Posteriormente, se trasladó a España, donde alcanzó la popularidad gracias a su papel de Carolina en El Internado. Su carrera internacional despegó cuando se mudó a Estados Unidos, participando en producciones como Sin tiempo para morir, Blade Runner 2049 y Blonde, por la que recibió una nominación al Oscar como mejor actriz en 2023.
En ese sentido, en la nueva portada de la revista Elle, Ana de Armas subrayó su vocación por seguir aprendiendo: “Me queda mucho por hacer. Sigo formándome con cada proyecto al que me enfrento y con la gente con la que lo comparto”.

Aunque su residencia es itinerante entre Londres, Madrid y Estados Unidos, De Armas conserva un fuerte vínculo emocional con España: “Es mi segundo hogar. Estoy redescubriendo Madrid... Me alucina más que nunca”.
El ascenso internacional de Ana de Armas ha ido acompañado de una atención constante a su vida personal. En conversación con Elle, la actriz reconoció que los comentarios públicos a veces le han afectado: “Me han dañado a veces, pero he entendido que lo hacen cuando dejas que lleguen a ti”.
Para De Armas, saber filtrar las críticas es crucial: “Estamos en un tiempo donde se nos ha ido de las manos comentar, dar opiniones a la ligera, y hacer bullying... Todo de una manera bastante dañina, tóxica e innecesaria”.
Además, defendió la necesidad de marcar límites claros entre su vida pública y privada: “Tiene que haber una barrera que sea bastante visible para los demás y para uno mismo”.
Durante su trayectoria, Ana de Armas ha sido testigo de una evolución en la forma en que se representan los personajes femeninos en Hollywood. En palabras recogidas por Elle, afirmó: “Ha habido un cambio significativo en lo que el público encuentra interesante y atractivo sobre los personajes femeninos”.
Aunque reconoce que persisten ciertas prácticas basadas en la imagen y la edad, percibe una mayor conciencia sobre el valor real de los personajes.
Desde Londres, donde se encuentra actualmente rodando una nueva película, Ana de Armas confirmó a Elle que tiene varios proyectos en desarrollo, aunque prefirió no dar detalles: “No puedo hablar de él, pero será cine. Hasta ahí puedo leer”. También expresó su interés por volver a trabajar en español y reveló que está desarrollando un proyecto para televisión.

Para ella, la elección de nuevos roles se basa, principalmente, en el equipo creativo: “Lo importante es el director de la historia, más que el personaje o cualquier otra cosa”.
Ana de Armas atraviesa un momento de plenitud personal y profesional. Con una mirada enfocada en el futuro y una firme determinación por preservar su intimidad, sigue conquistando la industria cinematográfica sin perder de vista sus raíces y convicciones.