WASHINGTON — Los principales funcionarios de inmigración del gobierno de Estados Unidos defendieron el domingo el uso de tácticas de detención por parte de agentes federales enmascarados y armados.
Un trabajador del campo murió en California después de resultar herido tras huir de una redada en una granja de cannabis. Horas antes, un juez de distrito ordenó el cese de las "patrullas itinerantes" contra migrantes presuntamente irregulares en Los Ángeles, solo basándose en criterios como su aspecto o la lengua que usa.
El principal responsable migratorio de Trump, Tom Homan, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, presentaron el caso en los programas de entrevistas del domingo, justo un día después de que Homan asegurara que la administración iba a acatar la decisión del juez, pero que tiene intención de apelarla.
Noem calificó la decisión del juez de "ridícula" y "política".
"Siempre construimos nuestras operaciones sobre el conocimiento de individuos que necesitábamos atacar porque eran criminales", dijo Noem en Fox News.
Trump, que hizo campaña con la promesa de deportar a millones de migrantes irregulares, ha tomado una serie de medidas encaminadas a acelerar las deportaciones.
Los Ángeles, una de las conocidas como "ciudad santuario", en la que un 35,4% de los casi cuatro millones de habitantes son extranjeros, según el último censo oficial, ha estado en el punto de mira de Trump desde su regreso a la Casa Blanca, en enero pasado.
En la ciudad de California se produjeron las primeras grandes protestas contra las redadas hace un mes, que luego se replicaron en cientos de ciudades de Estados Unidos. La violencia desatada obligó a la Casa Blanca a enviar efectivos de la Guardia Nacional tras la destrucción y saqueos en centros comerciales por parte de manifestantes.
FUENTE: Con informaciòn de AFP