Alianza de Israel con países árabes, objetivo clave para hora final de Irán

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El objetivo principal de ambas misiones responde a su propia sobrevivencia y la del Medio Oriente.

Esa coalición con sus vecinos sunitas, Arabia Saudita como el principal, es el propósito clave de Tel Aviv y es parte de una “alineación de circunstancias” que tiene a favor la ofensiva israelí “como nunca antes”, asegura el académico e integrante de la directiva del Instituto Interamericano para la Democracia con sede en Miami, Ricardo Israel.

Con ello, las fuerzas al mando del primer ministro Benjamín Netanyahu buscarían seguir cercando el régimen del ayatolá Alí, Jamenei, líder supremo de la República Islámica de Irán desde 1989.

“El futuro de Israel está con los países del mundo árabe y no con las Naciones Unidas ni Europa. No hay nada mejor que una alianza basada en intereses comunes sobre un país que quiere destruirlos a ambos”, asegura.

Cambio político Irán

En su análisis, el académico subraya que esa alianza estratégica es decisiva para el futuro de Israel, tras la sangrienta invasión de Hamas en su territorio, con el apoyo de Irán, ocurrida en octubre de 2023.

Y también para un cambio político que ponga fin al conflicto con Teherán, algo que, pronostica, ocurrirá, pero a la larga.

“Lo ha afirmado Netanyahu, ellos van por el cambio del régimen de Irán; no tienen nada en contra del pueblo iraní, pues la relación con este fue estupenda antes de que llegaran los ayatolás”.

Advierte que el fin del poder de Jamenei no será rápido. "Son regímenes tan terribles que hacen muy difícil que la gente se rebele. Por la misma razón que una dictadura como la de Venezuela no se va porque pierda una elección".

Sin embargo, ya ha comenzado.

Factores clave

El 15 de junio pasado, dos días después de iniciar los ataques sin precedentes, Israel destruyó la principal planta del complejo nuclear, el mayor centro de enriquecimiento de uranio ubicado en Natanz, según anunció el primer ministro Netanyahu.

También informó que durante el ataque aéreo acabó con el alto mando de la Guardia Revolucionaria Islámica, conformada por el jefe de Inteligencia del Cuerpo de la Guardia, el general de brigada Mohammad Kazemi, y a su adjunto, el general Hassan Mohaqiq. Y continúa contra el resto.

El académico no ve que Israel, con siete frentes, haya iniciado la guerra como “una continuación de la política por otros medios”, como indica la definición tradicional.

Por el contrario, el país apela a una “eficiente” ofensiva militar y a factores alienados a su favor, asegura. Y va con todo por su sobrevivencia, mientras se intensifican las hostilidades entre Tel Aviv y Teherán.

Según el doctor Ricardo Israel, los factores coincidentes son: un consenso político en Israel; el apoyo total de EEUU, pero sobre todo, el debilitamiento militar de Irán.

“El régimen iraní está debilitado, luego de los enfrentamientos con la fuerza israelí en abril y octubre de 2024, en los que perdió su fuerza aérea. Además, atraviesa serios problemas de insurgencias internas y dificultades económicas”.

EuropaPress_Aviones de combate de Israel.

Aviones de combate de Israel.

Aviones de combate de Israel.

Europa Press / FUERZAS ARMADAS DE ISRAEL

El académico también destaca el poderío militar israelí, si bien en 2024 logró penetrar con 100 aeronaves al espacio iraní, en este 2025 lo hizo con 200 aviones “y ninguno fue derribado”.

A estos factores suma la “destrucción de los movimientos terroristas de Hezbolá y Hamás. “El primero ha dicho que no intervendrá”, acota.

Pero hay un hecho decisivo, según el analista:

“Israel ordenó a su fuerza armada en 2024 preparase para el ataque. El primer borrador se hizo en septiembre y el definitivo en noviembre con fecha tentativa para abril, pero EEUU le pidió no atacar y le fijó un plazo de 60 días que la primera semana de junio se venció. Por eso Israel inició los ataques y con éxito”.

La ofensiva hasta ahora dominante es una más, según el analista. “De las ocho guerras que Israel ha tenido que enfrentar, todas las ha ganado”.

Alianza con países árabes

Para Israel, la alianza con los países árabes sunitas es “el elemento novedoso de mayor peso” en los incesantes ataques a Irán y en el fin de su régimen.

“El futuro de Israel es la alianza con los países árabes sunitas (Arabia Saudita, Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar, Omán, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Sudán, entre otros), porque son enemigos de los persas que son indoeuropeos”.

Entre sunitas, que representan el 90% de los musulmanes, encabezados por Arabia Saudita, y chiítas, por Irán, existe un histórico enfrentamiento de más de 1,300 años.

“Los países árabes aliados con Israel han resistido lo peor de la guerra de Gaza, pero han colaborado a través de Jordania y Arabia Saudita, porque Israel está rodeado de países árabes por los que obligatoriamente tendría que pasar, y colaboran con Israel, como EEUU”, agrega.

Siria, con nuevo presidente Ahmed al-Charaa, dijo que apoyará.

En este contexto, el respaldo abierto de China y de Venezuela a favor de Irán “no tiene mayor relevancia”, asegura el académico.

Sin embargo, Irán con el apoyo de Pekín, anunció que evalúa cerrar el estrecho de Ormuz, un paso fundamental para el abastecimiento de petróleo y gas, para involucrar a EEUU.

“Si eso ocurre y cierran el estrecho de Ormuz, la salida del Golfo en el que se ubica Irán en la costa norte, podrían acabar con el abastecimiento de crudo y gas. Fíjese el daño que causaron los hutíes (de Yemen) con algunos misiles contra barcos occidentales: el tema de si aumenta el petróleo o los ayatolás toman medidas desesperadas, no debe impedir que Israel siga presionando por el cambio del régimen”.

¿Fin del programa nuclear?

Mientras Netanyahu lidia con sus frentes, le queda, sin embargo, un objetivo pendiente, además de Hamas y de recuperar a rehenes: acabar con el programa nuclear, según el analista.

“Acabar con el plan atómico es la meta de gran importancia, porque el objetivo de Irán con ese programa, y lo ha dicho siempre, es acabar con Israel, y para el Estado esta es la tercera batalla por su supervivencia”.

La primera fue la guerra de la independencia en 1948 y la segunda ocurrió en 1967.

Explica que, a diferencia de esas experiencias bélicas contra programas nucleares, Irán no posee sus plantas de enriquecimiento de uranio en un mismo lugar, aunque los ataques de Israel afectaron a las de Natanz.

“Las tiene repartidas en todo su territorio y a tal profundidad que solo una potente bomba que pueda impactar en las profundidades, como la que posee EEUU, las podría destruir”, precisa. Tampoco Israel tendría capacidad para trasladarla debido a su peso y tamaño.

Pero asegura que Israel no sufrirá “una guerra de desgaste”.

Si puede extenderse o no la guerra en la región es un asunto crucial que dependerá “de si los ayatolás atacaran a países árabes o a bases militares de EEUU”. Y tendría alcance internacional solo en el caso extremo de “cerrar el estrecho de Ormuz y con ello la economía mundial e involucrando a EEUU”.

Mientras cualquier escenario parece probable, en la guerra entre Israel e Irán el primero tendría más desafíos y aciertos militares, pese a los cuestionamientos y el reto de llamar a elecciones internas más adelante.

“Israel, con objetivos más que plazos, va a seguir adelante y estoy seguro de que EEUU lo va a respaldar”.

FUENTE: Entrevista Ricardo Israel, analista internacional; con información de AFP

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