
La araña del rincón es marrón y pequeña, y se la suele encontrar en los hogares. Suele estar detrás de un mueble o un cuadro, o incluso dentro de los zapatos. Cuando aparecen en una prenda o en un calzado tienen una particularidad: pican al humano que esté cerca. Y, así, se han convertido en la especie que produce estos accidentes con mayor frecuencia en el país.
El daño que puede causar esta araña, o cualquier otra de su especie, y también las serpientes ha generado alerta a las autoridades sanitarias de Uruguay.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) del país registró 37 casos de mordeduras de serpientes (ofidismo) y arañas (araneismo) en lo que va del año, informó esta semana el diario local El País.

Hasta el 2 de agosto, el boletín epidemiológico del MSP reportó 15 picaduras de arañas y 22 de serpientes. Entre 2020 y 2022, en tanto, se habían reportado 45 mordeduras de arañas y 143 de serpientes.
Fernando Pérez Miles, biólogo y docente de la Sección Entomología de la Facultad de Ciencias, declaró a ese medio uruguayo que las arañas de rincón son las que registran las tasas más altas de picaduras. Le siguen la viuda negra, que suele estar en el campo, y la araña de los bananos, que en general aparece en cajas de frutas. Estas últimas dos especies son neurotóxicas.
El expertos señaló que, si una persona es picada, conviene no hacer nada sobre la herida. En caso de ser posible, es recomendable capturar a la araña en un frasco para afinar el tratamiento y consultar al médico cuanto antes.

Este tipo de picaduras suele impactar más en niños que en adultos.
En cuanto a las serpientes, hay cuatro que son peligrosas en el país: la crucera, la yara, la cascabel y la coral. Cualquiera de estas pueden causar la muerte de humanos. En general son más activas en épocas cálidas (septiembre a diciembre), declaró a El País Raúl Maneyro, biólogo, docente de la Facultad de Ciencias e integrante de la Comisión Nacional Asesora de Ofidismo (MSP).
Las yaras y las cruceras son las que producen la gran mayoría de los accidentes causados por mordeduras de serpientes en el país. Las primeras suelen estar en suelos superficiales (como sierras, cuchillas y cerros) y las segundas habitan en zonas bajas, como pajonales, humedales y bañados.
El experto dijo que quien es víctima de una mordedura de serpientes no debe hacer nada con la herida. Se recomienda no hacer un corte, ni succionar, ni aplicar barro o kerosene. Lo ideal es que la herida quede limpia para que se pueda pasar agua. Y se debe concurrir de manera inmediata a un hospital porque es complejo tratar el caso en el medio del campo.

Lo que se suele aplicar en casos como estos es el suero antiofídico, que ingresa por vía intravenoso. Este producto, que se utiliza para neutralizar el veneno, está presente en todos los hospitales.
Uno de los casos de mordeduras registrados este año terminó con la muerte de una mujer de 66 años. Ocurrió en La Barra (Maldonado), en febrero. De acuerdo al parte policial, la serpiente fue sacrificada en el lugar del ataque. La víctima fue trasladada en una camioneta por su pareja hacia San Carlos, mientras solicitaban asistencia a través del 911. En el trayecto, una ambulancia interceptó el vehículo y los médicos intentaron reanimarla, pero la mujer ya había fallecido.
Este caso representa un evento poco frecuente en Uruguay, donde, si bien las mordeduras de ofidios venenosos no son inusuales, los fallecimientos derivados de ellas son excepcionales. Según el centro de rescate y educación ambiental Alternatus Uruguay, el país solo registra dos muertes confirmadas por mordeduras de serpiente en los últimos 40 años: una en 1986 y otra en 2022.