Con una apuesta por el “bajo costo extremo”, Aldi se ha posicionado como una de las cadenas de supermercados más competitivas en Estados Unidos, dejando atrás a gigantes como Walmart, Target y Costco en el terreno del ahorro.
Así lo destaca un reciente informe de Forbes, que señala a esta marca de origen alemán como la opción más asequible del mercado para los consumidores.
La táctica de Aldi para vencer a sus competidores
La clave de Aldi está en su forma de operar. A diferencia de otras cadenas que dependen de marcas reconocidas, Aldi basa cerca del 90% de su catálogo en productos propios. Esto le permite tener control sobre los costos y ofrecer precios más bajos sin sacrificar la calidad.
Pero la estrategia va más allá del surtido: también se refleja en los detalles. Por ejemplo, el carrito de compras requiere una moneda de 25 centavos, reembolsable al devolverlo.
Asimismo, los productos se exponen en las mismas cajas en las que llegan, eliminando el uso de estanterías tradicionales. Además, el personal es reducido al mínimo necesario, lo cual también contribuye a mantener los precios bajos.
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Crecimiento rápido y lealtad del cliente
La expansión de Aldi en EE.UU. ha sido constante desde su llegada en 1976, pero fue en la última década cuando realmente pisó el acelerador. En 2011 tenía poco más de 1,100 tiendas; para 2025, la cifra ronda las 2,500 y se proyecta que supere las 3,000 antes de que termine el año.
Este crecimiento va de la mano con un notable aumento en el tráfico de clientes. Según datos de eMarketer, las visitas a las tiendas aumentaron un 12% solo en el último trimestre de 2024. La fórmula parece funcionar: precios bajos, experiencia práctica y una propuesta diferente han logrado fidelizar a un público cada vez más amplio.
El factor sorpresa: la ‘Aisle of Shame’
Aldi no solo compite por precio. Una parte esencial de su estrategia es el llamado Aldi Finds, una sección especial ubicada al centro de cada tienda, que varía semana a semana. Allí se pueden encontrar desde pequeños electrodomésticos y muebles, hasta ropa para mascotas y herramientas.
Este pasillo, apodado con humor por los clientes como la Aisle of Shame, no solo despierta la curiosidad, también impulsa compras no planeadas que, según Forbes, representan hasta el 20% de los ingresos anuales de la compañía.
Por último, la practicidad. Las tiendas Aldi suelen ser modestas en tamaño, alrededor de 1,670 metros cuadrados, casi la mitad del promedio de otros supermercados. Esta escala más reducida no solo disminuye costos operativos, sino que hace más ágil la experiencia de compra para el cliente.
La empresa sigue fiel a los valores que marcaron su nacimiento en la Alemania de la posguerra. Sus fundadores, los hermanos Theo y Karl Albrecht, crearon el modelo con una misión clara: ofrecer productos esenciales de calidad a precios accesibles. Esa misma filosofía guía hoy su operación en Estados Unidos.