Aitana Bonmatí volvió a romper la historia del fútbol al convertirse en la primera jugadora que conquista tres Balones de Oro consecutivos, un logro que reafirma el poder del FC Barcelona y del fútbol español en la escena mundial. Pero la gala en París no fue solo un festejo deportivo: la emoción se multiplicó cuando recibió el trofeo de manos de Andrés Iniesta, su ídolo de infancia.
“Fue totalmente inesperado recibir este histórico tercer Balón de Oro de Andrés Iniesta, quien fue mi referente junto con Xavi. Ellos nunca lo ganaron, pero me enseñaron su fútbol”, contó a L’Equipe.
Para Bonmatí, el galardón no solo le pertenece a ella, sino también a quienes la inspiraron con su magia dentro del campo. Tras la ceremonia, lo celebró en Sant Pere de Ribes, el estadio donde dio sus primeros pasos como futbolista.
Sin embargo, la jugadora no dejó que la emoción opacara su mensaje crítico: denunció la falta de profesionalización y apoyo real al fútbol femenino en España, a pesar de los títulos y el reconocimiento internacional. “Con todo lo que logramos en los últimos años, era hora de convertir nuestra liga en una de las mejores del mundo... Pero falta voluntad política real”, lamentó.
Pese al éxito, Bonmatí es crítica con la realidad del fútbol femenino nacional. Lamenta la falta de profesionalización y apoyo pese a los logros internacionales: “Es una pena, porque con todo lo que logramos en los últimos años, era hora de convertir nuestra liga en una de las mejores del mundo...”, señaló.
“Pero falta voluntad política real. No podemos dejar eso solo en manos de las organizaciones. No creo que LaLiga sea la mejor liga hoy en día”, advirtió. En ese sentido, propone reducir equipos y mejorar condiciones laborales como medidas imprescindibles para avanzar.
Equiparada a leyendas como Johan Cruyff, Michel Platini y Marco Van Basten, Bonmatí subraya la dificultad de abrirse camino como mujer en un entorno dominado por varones.
“Unirme a esta lista es único, especialmente porque soy la primera mujer en hacerlo. También estoy orgullosa porque el camino no siempre fue fácil. Tuve que luchar para hacerme un lugar como chica cuando jugaba con los chicos. El público no se da cuenta de todo lo que implica este tipo de trofeos”, afirmó.
A sus 27 años, reconoce la presión de mantenerse en la cima, pero su pasión y mentalidad la impulsan a seguir creciendo. Su trayectoria con el Barcelona y la selección es imponente: 78 partidos y 30 goles con la selección nacional, Mundial 2023, Liga de Naciones 2024, tres Champions League, seis campeonatos de España y siete Copas de la Reina.
En la última temporada, jugó 58 partidos, marcó 20 goles y repartió 16 asistencias. “Perder no es un fracaso. Vencimos a grandes equipos para llegar hasta aquí. Tu rival también merece el trofeo. Aceptar la derrota, reconocer que no estuviste a la altura ese día, ser humilde y felicitar a tu oponente es importante. Debemos valorar el camino recorrido, no solo la victoria”, destacó a L’Equipe.

Bonmatí asegura que gran parte de su fortaleza mental no nació en los estadios, sino en su casa. Reconoce que el entorno familiar fue su escuela de vida, el lugar donde aprendió principios que hoy la acompañan dentro y fuera del campo. “Mis padres me inculcaron valores fundamentales: el compromiso social, la igualdad de género y la lucha por una mayor justicia”, explicó con orgullo.
“Siempre vi a dos personas muy comprometidas con estas luchas, sensibles a las desigualdades y los conflictos en el mundo”, agregó.
Viendo a nuevas figuras como Vicky López, ganadora del Trofeo Kopa, Bonmatí percibe confianza y audacia, pero también cierta impaciencia: “Los jóvenes de hoy son más impacientes, buscan resultados inmediatos y a veces les cuesta aceptar ciertos procesos”.

“Sin embargo, todo lo que vale la pena requiere tiempo y trabajo”, añadió. Bonmatí remarca la importancia de la perseverancia y humildad para alcanzar el éxito sostenido.
Con ambición renovada, la centrocampista ya piensa en los siguientes retos internacionales, aunque su vínculo con el Barça se extiende hasta 2028. Reconoce que, tras tantos éxitos, surgen momentos de vacío, pero encuentra motivación en los grandes desafíos internacionales: la Champions League y el Mundial de Brasil en 2027.
Todo su recorrido y mentalidad reflejan la combinación de valores familiares, pasión y trabajo que la llevaron a la cima del deporte mundial.