
El presidente Volodimir Zelensky y el nuevo primer ministro canadiense, Mark Carney, se reunieron este sábado en Roma y debatieron mecanismos concretos que permitan elevar la presión sobre Rusia y conseguir que se comprometa a negociar con seriedad un acuerdo de paz.
“La prioridad clave es presionar a Rusia para que tome medidas reales hacia el fin de la guerra”, comenzó apuntando Zelensky en sus redes sociales, al término del encuentro en Italia, a donde ambos viajaron con motivo de la ceremonia de inicio del papa León XIV.
Así, entre otras acciones, los mandatarios coincidieron en que una de las cuestiones que ha demostrado ser más efectiva en estos ya tres años de enfrentamientos son las sanciones que, inclusive, podrían extenderse a sectores “secundarios”, como el “energético” y el de su flota de buques en la sombra.
Por otro lado, el jefe de Estado ucraniano aprovechó para agradecer a su par por “la cooperación en defensa y desarrollo de la Coalición de los Voluntarios”, de la cual forma parte junto a otros 25 países aliados y representantes de la Unión Europea y la OTAN, y por su asistencia desde el inicio del conflicto.

“Agradezco el apoyo de Canadá. Realmente valoramos que sea un verdadero amigo de Ucrania”, celebró.
La conversación entre Zelensky y Carney se produjo apenas un día después de que una delegación ucraniana y una rusa se reunieran por primera vez desde 2022 en Turquía, con el objetivo de plantear sus condiciones para una paz definitiva.
El cara a cara estuvo mediado por Estados Unidos pero no contó con la presencia ni de Zelensky ni de Vladimir Putin, quien convocó a la cita y, a último momento, envió a una delegación de baja jerarquía, sin poder de decisión.
Kiev consideró que se trató de una nueva “farsa”, con la que el Kremlin buscó ganar tiempo para seguir lanzando sus ofensivas contra civiles en Ucrania.
A raíz de ello, el encuentro consiguió pocos avances: tan solo el compromiso para un nuevo intercambio de 2.000 prisioneros y el pedido de un encuentro de alto nivel, sin garantía alguna.
“La parte ucraniana solicitó negociaciones directas entre los jefes de Estado. Hemos tomado nota de esa propuesta”, se limitó a declarar Vladímir Medinski, jefe negociador ruso.
Tras conocerse el desenlace de los diálogos, el presidente Donald Trump informó que este lunes mantendrá conversaciones telefónicas por separado con ambos mandatarios, de las que espera conseguir resultados concretos.

“Ojalá sea un día productivo, se logre un alto al fuego y termine esta guerra tan violenta, una guerra que nunca debió ocurrir”, escribió en su cuenta de Truth Social.
La Unión Europea, en tanto, también se posicionó tras las negociaciones en Estambul y adelantó que ya está trabajando en un nuevo y significativo paquete de sanciones sobre el sector financiero de Moscú.
Según la presidente de la Comisión, Úrsula von der Leyen, la propuesta incluirá acciones sobre los oleoductos Nord Stream I y II, una reducción en el precio máximo del petróleo y el bloqueo de entidades bancarias de terceros países que respaldan las acciones bélicas de Putin, entre otras.
“Toda la presión está ahora sobre Putin”, aseguró el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
(Con información de AFP y EFE)