
Los futuros de Wall Street, las bolsas europeas y asiáticas experimentaron retrocesos generalizados el miércoles tras el anuncio de nuevas restricciones comerciales impuestas por el gobierno estadounidense sobre las exportaciones de chips clave de Nvidia hacia China, en lo que constituye el más reciente episodio de tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo.
Nvidia informó a los reguladores que estas nuevas restricciones representarán un impacto financiero estimado en 5.500 millones de dólares para el trimestre en curso, debido a la imposición de un requisito de licencia para exportar sus chips de inteligencia artificial H20 a China. La empresa comunicó que las restricciones se extienden a circuitos integrados H20 y otros de ancho de banda similar, que estarán sujetos a requisitos de licencia por un “futuro indefinido”.
Los futuros de las acciones estadounidenses cayeron considerablemente el miércoles ante la noticia, mientras los inversores intentaban asimilar la incertidumbre generada por la política comercial del presidente Trump.
Los futuros del índice de referencia S&P 500 registraron una caída del 0,5%, mientras que los futuros del índice tecnológico Nasdaq Composite se desplomaron un 1,1%, liderando las pérdidas. Los futuros del índice Dow Jones también oscilan por debajo de la línea plana.
Las acciones de Nvidia fueron las más afectadas, con un desplome superior al 6% en las operaciones previas a la apertura del mercado el miércoles, tras revelarse las nuevas restricciones a sus exportaciones de chips.

Las acciones del fabricante de chips rival AMD cayeron un 6,5%.
Según la documentación presentada ante los organismos reguladores, el gobierno estadounidense justificó los controles como una medida para evitar que estos productos “puedan ser utilizados en, o desviados a, superordenadores en China”, reflejando la creciente preocupación de Washington por el avance tecnológico del país asiático en sectores estratégicos.
“Nvidia dejó caer el micrófono, revelando nuevas restricciones a la exportación de equipos de IA con destino a China”, comentó Stephen Innes, analista de SPI Asset Management, quien añadió: “Bienvenidos a la nueva normalidad: un paso adelante, dos sondeos arancelarios atrás”.
Este movimiento se produjo apenas días después de que Nvidia anunciara su intención de comenzar a producir superordenadores de inteligencia artificial en Estados Unidos por primera vez, una decisión que ahora adquiere nuevos matices estratégicos a la luz de estas restricciones comerciales.
Las restricciones a Nvidia no representan un hecho aislado en la creciente disputa comercial entre Estados Unidos y China. Trump también ha iniciado una investigación que podría derivar en la imposición de aranceles a minerales críticos como las tierras raras, elementos utilizados en una amplia gama de productos tecnológicos, desde teléfonos inteligentes hasta turbinas eólicas y motores de vehículos eléctricos.
Estos movimientos han intensificado las tensiones ya existentes entre ambas potencias. China respondió el miércoles indicando que los gravámenes estadounidenses están ejerciendo presión sobre su economía, aunque los datos oficiales mostraron un crecimiento superior al esperado durante el primer trimestre. Beijing exhortó a Washington a “dejar de amenazar y chantajear”.
Como señal de la escalada de tensiones, el servicio postal de Hong Kong decidió suspender el envío de mercancías a Estados Unidos, describiéndolo como respuesta a los gravámenes “intimidatorios” impuestos por Washington.

Los mercados financieros reaccionaron con cautela ante este nuevo capítulo de tensiones comerciales. Después de un par de días relativamente tranquilos tras las turbulencias arancelarias de la semana pasada, los inversores adoptaron nuevamente una postura defensiva.
En Europa, el índice de referencia londinense FTSE 100 perdía aproximadamente un 0,5% al mediodía, a pesar de que los datos oficiales mostraron una desaceleración de la inflación británica mayor de lo esperado en marzo. Los mercados de París y Fráncfort experimentaron caídas similares.
En Asia, el impacto fue más pronunciado. El índice Nikkei 225 de Tokio bajó un 1,0%, cerrando en 33.920,40 puntos, mientras que el Hang Seng de Hong Kong se desplomó un 1,9%, finalizando en 21.056,98 puntos. El índice compuesto de Shanghái fue uno de los pocos que logró mantenerse en terreno positivo, con un modesto incremento del 0,3%.
Los gigantes tecnológicos asiáticos también registraron grandes caídas. Las acciones del fabricante de equipos de pruebas Advantest cayeron un 6,7% en Tokio, Disco Corp. perdió un 7,6% y la taiwanesa TSMC, un 2,4%.
El dólar continuó su tendencia bajista frente a sus principales rivales, lo que impulsó al oro a alcanzar un nuevo máximo histórico de 3.317,75 dólares la onza, superando por primera vez la barrera de los 3.300 dólares.
Los precios del petróleo experimentaron un repunte cercano al 1% tras las fuertes caídas registradas recientemente, motivadas por el temor a que los aranceles puedan frenar el crecimiento económico mundial. Sin embargo, algunos analistas señalan que el abaratamiento del crudo podría contribuir a contener la inflación.