
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, expresó este lunes su deseo de que el mandatario estadounidense, Donald Trump, asista a la ronda de negociaciones de paz con Rusia el próximo jueves. Las conversaciones, previstas en Estambul, representarían el primer contacto formal entre ambos países desde marzo de 2022, apenas un mes después del inicio de la invasión rusa.
“Estaré en Turquía. Espero que los rusos no evitan este encuentro. Y, por supuesto, todos en Ucrania esperamos que el presidente Trump esté allí con nosotros”, publicó el mandatario ucraniano en redes sociales.
Trump, por su parte, no descartó acudir. En declaraciones antes de partir hacia una gira por Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, afirmó: “Pensé en viajar allí. Hay una posibilidad, supongo, si creo que las cosas pueden ocurrir”.
“No sé dónde estaré en ese momento en particular. Estaré en algún lugar de Oriente Medio, pero volaría allí (a Turquía) si creyera que sería útil”, aseguró desde la Casa Blanca antes de partir para su gira.

La propuesta de reunión fue presentada por el presidente ruso, Vladimir Putin, como contraoferta a una solicitud de alto el fuego de 30 días promovida por Kiev con respaldo de Estados Unidos y aliados europeos. Sin embargo, mientras el mandatario ucraniano dijo que asistiría “personalmente”, el Kremlin aún no confirmó la participación de Putin ni de otro representante oficial en Estambul.
“El lenguaje de los ultimátums es inaceptable para Rusia, no es apropiado. No se puede hablar así a Rusia”, dijo el portavoz presidencial Dmitri Peskov, en alusión a la amenaza europea de imponer sanciones si Moscú no aceptaba una tregua de 30 días. “Estamos centrados en una búsqueda seria de vías para lograr un acuerdo pacífico a largo plazo”, añadió, sin ofrecer detalles sobre quién podría representar a Moscú en las conversaciones.
Según el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sibiga, Zelensky no ha recibido respuesta directa de Putin a su propuesta de reunirse personalmente en Turquía. No obstante, indicó que Kiev mantiene abierta la vía del diálogo, pese a la negativa rusa a aceptar el alto el fuego planteado para comenzar el 12 de mayo.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, llamó a ambas partes a aprovechar la “ventana de oportunidad” para avanzar hacia un acuerdo de paz. Por su parte, Trump había instado a Ucrania a aceptar la propuesta rusa de reunión, afirmando que “Rusia no quiere tener un acuerdo de alto el fuego con Ucrania, sino que quiere reunirse el jueves, en Turquía, para negociar un posible fin del BAÑO DE SANGRE”, según escribió en su red Truth Social.
Los líderes de Francia, Reino Unido, Alemania y Polonia advirtieron el sábado desde Kiev que podrían imponer nuevas sanciones si Rusia no acepta el cese de hostilidades por 30 días. El calendario diplomático sigue ahora pendiente de la confirmación de la parte rusa y de la eventual participación de Trump en las conversaciones del jueves.
En Bilytske, una pequeña ciudad industrial del este de Ucrania, el anuncio de posibles negociaciones no generó un optimismo generalizado entre sus habitantes. “No nos lo creemos, por supuesto, pero tenemos esperanzas”, declaró a la AFP Alla, una residente que relató haberse despertado por el sonido de explosiones.
Alyona, de 39 años, expresó su frustración por la demora en el inicio de un diálogo entre Putin y Zelenski. “¿Cuánto puede durar? Ya han pasado tres años”, comentó en referencia al conflicto iniciado en febrero de 2022.
Por su parte, Putin afirmó que cualquier negociación directa debería abordar las “raíces profundas” del conflicto. Aunque no descartó un alto el fuego como posible resultado de las conversaciones en Estambul, insistió en que los temas estructurales debían estar en el centro del diálogo.

Las autoridades rusas suelen referirse a esas “raíces” como un conjunto de agravios históricos y estratégicos hacia Kiev y Occidente. Entre ellos, Moscú menciona la necesidad de “desnazificar” Ucrania, la protección de los rusoparlantes en el este del país, la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas y el alineamiento de Ucrania con potencias occidentales.
Tanto Kiev como sus aliados rechazan estas justificaciones, y acusan a Moscú de utilizar pretextos ideológicos para una invasión que consideran un acto de apropiación territorial con tintes imperialistas.
Desde el inicio de la invasión el 24 de febrero de 2022, decenas de miles de personas han muerto y millones se han visto desplazadas de sus hogares. El ejército ruso mantiene actualmente el control de aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano, incluida la península de Crimea, que Rusia anexionó en 2014.
(Con información de AFP/EFE)