Un incidente ocurrido en agosto de 2024 en Salt Lake City, Utah, ha generado indignación y medidas disciplinarias contra varios miembros del Departamento de Policía de la ciudad. Imágenes de cámaras corporales revelaron que un grupo de oficiales manipuló de manera inapropiada el cuerpo de Jason Lloyd, un hombre sin hogar de 47 años, cuyo fallecimiento fue clasificado como “no sospechoso”. En los diferentes videos, se observa a los oficiales utilizando un cuchillo para cortar la piel del fallecido.
De acuerdo con un comunicado emitido por el Departamento de Policía de Salt Lake City (SLCPD), los hechos ocurrieron el 8 de agosto de 2024, cuando los agentes respondieron a un llamado relacionado con una investigación de muerte en una tienda de campaña ubicada cerca de Brooklyn Street y Washington Avenue, alrededor de las 12:20 horas, tiempo local.
Durante el procedimiento, un contratista de la Oficina del Médico Forense (OME) entregó un cuchillo utilitario a un oficial en entrenamiento (OIT) del SLCPD para que cortara unas ampollas en el brazo derecho del fallecido. El contratista “autorizó afirmativamente” al oficial a proceder con la acción, según el comunicado.

Las grabaciones de las cámaras corporales, publicadas por el SLCPD el 28 de febrero de 2025, muestran al contratista de la OME sugiriendo realizar un “reventado controlado” en el cuerpo de Lloyd, de acuerdo con la revista People.
El medio local FOX 13 Now identificó al oficial en entrenamiento como Dakota Smigel, mientras que otros oficiales involucrados en el incidente fueron nombrados como Mark Keep, Paul Mullenax y Michelle Peterson. Aunque no se especificaron los roles exactos de cada uno en el incidente, las acciones de los involucrados han sido objeto de una investigación interna por parte del departamento.
El departamento, según Fox 13 Now, dijo que los agentes ordenaron a Smigel que no mencionara nada del cuchillo en su informe policial, sin embargo, los borradores no presentados de su informe confirman que el policía trato de documentar sus acciones.
Jennifer Shen, directora jubilada del Laboratorio Criminalístico del Departamento de Policía de San Diego, comentó durante una entrevista con el medio que toda persona fallecida y que se encuentra bajo el cuidado de un organismo encargado de hacer cumplir la ley “debe ser tratada con el máximo respeto”, sin importar quién sea, las causas de su muerte o lo que hizo antes de perder la vida.
“Solo se tiene una oportunidad de acceder a las pruebas”, añadió.

Como resultado de la investigación, el SLCPD tomó medidas disciplinarias contra los empleados implicados. Seis de los siete empleados involucrados ya han regresado a sus funciones dentro del departamento.
Según se informó en el comunicado, el principal oficial de licencia administrativa en el caso renunció antes de que se concluyera cualquier acción laboral. Mientras que tres empleados del departamento de policía fueron exonerados de cualquier mala conducta tras concluirse la investigación de asuntos internos.
“La investigación de asuntos internos del SLCPD encontró que cuatro oficiales violaron una o más políticas del SLCPD o de la ciudad. El departamento impuso acciones disciplinarias que van desde una carta formal de advertencia hasta una suspensión sin goce de sueldo”, explicaron las autoridades en el comunicado de prensa.
Como referencia de lo anterior, las políticas del departamento y la ciudad que se consideraron violadas durante el caso incluyen algunas dentro de las normas de conducta, desempeño, la obligación de apoyar y respetar a los compañeros de trabajo, preparación de informes y del programa de capacitación de oficiales de campo, así como investigaciones de muerte, según información añadida en el comunicado.