
Victoria Beckham enfrenta su pasado empresarial en el documental de Netflix Victoria Beckham, donde describe sin reservas la crítica situación que atravesó su marca de moda y las consecuencias personales y familiares que implicó.
La diseñadora británica relata que su empresa llegó a acumular decenas de millones en pérdidas, un escenario que la sumió en lo que califica como una “época oscura”.
La presión financiera derivó en episodios de angustia cotidiana y provocó que la relación con su marido, David Beckham, adquiriera una nueva dimensión.
“Casi lo pierdo todo y fue un momento muy oscuro. Lloraba antes de ir a trabajar porque sentía que estaba apagando incendios”, reveló la exintegrante de las Spice Girls en el documental.
Y agregó: “Sí, volvía a casa con mi esposo, pero también con mi socio de negocios, así que debía hablar con él al respecto. Lo odiaba, lo odiaba absolutamente”.

La participación de David y el análisis conjunto de las cuentas incrementaron la tensión en la vida diaria de la pareja.
David Beckham recuerda que aquellas conversaciones le resultaban particularmente difíciles, pues desde el inicio de su relación Victoria Beckham era quien aportaba más ingresos y fue dueña de su primera vivienda familiar.
Cuando las cifras negativas se acumularon, Victoria solicitó apoyo para mantener a flote la empresa, una petición que incomodó a ambos.
“Esto no puede continuar”, resume David la decisión de dejar de invertir más fondos propios.
Ante la posibilidad real de cierre, Victoria Beckham acudió a inversionistas externos en un último intento por rescatar su marca.

Tras varios rechazos iniciales, la diseñadora logra convencer a David Belhassen, quien valora el potencial de la marca y acepta aportar capital con una condición: es necesario cambiar todo el modelo y reestructurar la compañía desde la base.
El propio Belhassen reconoce que “nunca había visto algo tan difícil de reparar”.
Victoria Beckham accede a las nuevas reglas y reconoce errores pasados. “Parte del problema era que la gente tenía miedo de decirme que no. Asumo la responsabilidad por decisiones que debí tomar distinto”, admite la empresaria.
Y añade que “estaba endeudada y tuve que reformularlo todo. Me di cuenta de que había perdido el rumbo”.

El salvamento de la marca se selló después de que Belhassen identificó en su entorno cercano el valor y el alcance de los productos de Victoria Beckham, lo que dinamizó el acuerdo para relanzar el negocio.
El proceso de recuperación de la empresa sucedió en paralelo a una constante exposición familiar y mediática.
Durante el estreno de la docuserie en Londres, Victoria Beckham apareció con David y sus hijos, resaltando la imagen de unidad tras la adversidad reciente.
La llegada de la serie a una plataforma mundial traslada la historia de la diseñadora y su marca a una nueva audiencia.
En otro segmento del documental, Victoria Beckham aborda con franqueza los efectos de los trastornos alimenticios en su vida. Narró que el aislamiento en la infancia, el acoso escolar y la presión de los medios desde su llegada a las Spice Girls en 1994 influyeron en el desarrollo de mecanismos poco saludables para sobrellevar las críticas.
“Cuando tienes un trastorno alimenticio, te vuelves muy bueno mintiendo”, sostiene la empresaria.
Durante largos periodos, su familia desconocía el problema, pues Victoria reconoce que nunca lo compartió con sus padres ni lo habló públicamente.
“Te afecta mucho cuando te dicen constantemente que no eres suficiente. Supongo que eso me ha acompañado toda la vida”, confiesa en el documental.
El impacto psicológico se tradujo en la adopción de una actitud defensiva ante las cámaras y la opinión pública.

“En cuanto veo una cámara, me transformo. Se levanta la barrera, me pongo la armadura, y ahí es cuando aparece esa persona que no sonríe. Soy muy consciente de eso”, explica sobre la percepción de seriedad que acompaña su imagen.
El documental Victoria Beckham, disponible en Netflix, presenta estos episodios clave de la vida de la empresaria y su marca, ofreciendo una visión inédita de sus desafíos empresariales y personales.